Por primera vez, el equipo tucumano de fútbol de amputados jugará la liga nacional

Cuando tenía 17 años, en septiembre de 2014, Hernán Córdoba se rompió el fémur izquierdo, mientras jugaba al fútbol antes de empezar la clase de gimnasia, en la Técnica Número 3. Y en febrero del año siguiente tuvieron que amputarle la pierna; lo que había sido una fractura era, entonces, un tumor.

Después: internación en Buenos Aires, quimioterapia y carpetas del colegio en la cama del sanatorio para no perder el año. 

Y salió. Y cuando salió quiso jugar al fútbol, como cuando lo hacía de chiquito en la cancha de Estación Experimental.

Empezó frente a su casa, con sus primos y amigos. Soñó: quiso integrar un equipo. Y como en Tucumán no había, buscó afuera. 

De pie y con una sola pierna, lo encontró en Córdoba: Los Teros. Hizo amigos y un subcampeonato. Luego lo convocaron a la Selección. Y después de salir campeón sudamericano, se le puso en la cabeza armar el primer equipo de fútbol de amputados en Tucumán. Y lo logró.

“A los amputados que encontrábamos en la calle le decíamos si querían jugar al fútbol”, recuerda hoy su tía y presidenta la Fundación de Fútbol Adaptado de Tucumán, Aída Juárez.

De Bella Vista, de Graneros, de San Miguel, Hernán fue sumando de a uno hasta armar un plantel que pueda competir, integrado hoy por nueve jugadores activos, dos arqueros y una decena de intermitentes: Los Leones, el único equipo tucumano de futbolistas amputados.

Y cuando todo estaba listo y acomodadito, en marzo de este año, Hernán falleció por el tumor que también había motivado su último deseo: que el equipo juegue en la liga de la Federación Argentina de Futbolistas Amputados, la FAFA. “Aprendimos de él a poner el pecho siempre. Y como familia nos parece que la mejor manera de recordarlo es seguir apoyando al equipo”, dice Aída, quien viajó este fin de semana a Buenos Aires y que trajo las buenas noticias de la FAFA: Por primera vez en la historia, Tucumán integrará la liga nacional de fútbol amputado. El equipo debutará el 18 de mayo contra Corrientes.

Los Leones ya entrenan en Lince, bajo la coordinación de Matías Subelza, el director técnico de Los Leones. “Jugamos por él. Por todo lo que nos dejó. Será en su honor”.

Entre sus jugadores está Manuel Cerpa el capitán del equipo, que viaja tres veces por semana y dos horas desde Graneros, hasta el club para entrenar y para dar el grito fuerte de ¡Vamos Leones! antes de que choquen el bastón en punta al cielo. El 9, Lucas Sanso, amputado de su pierna hábil y que tuvo que aprender todo de nuevo y que corre como una gacela, bastones al piso y zanco adelante, allá bien lejos. No se lo puede agarrar. “Vuela”, dice Aída. Sí.

Pablo Reales, que juega de cinco, de buena pegada y llega desde Bella Vista. Y será en su ciudad, donde Los Leones tendrán su primera práctica antes del debut en la Liga: Jugarán el 27 de abril contra Los Teros, el equipo que abrazó a Hernán, cuando empezó solito con el corazón en la pierna, y que -nadie puede dudar- estará presente en ese partido.