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"La cancha es una réplica de una sociedad machista y violenta"

FÚTBOL Y DECONSTRUCCIÓN

Cuatro periodistas deportivos opinan sobre el folclore del fútbol, y los cambios de paradigmas que atraviesa la sociedad. ¿Cómo se enfrenta al sistema que domina el lenguaje de la tribuna?





En sintonía con los hinchas que cuestionan el contenido de los mensajes del folclore del fútbol, algunos periodistas suman su voz para visibilizar una situación que es cada vez más incómoda. Un choque de visiones y realidades que genera una tensión que se siente en el ambiente.


“Este es un momento de quiebre para todos, y también para el fútbol. Me gusta mucho ser parte de lo que está sucediendo, hay muchas cosas que se están moviendo y está muy bueno”, señala Juan Pablo Sosa, uno de los integrantes de “Simplemente Atlético”, un programa partidario que sigue al “Deca” hace seis años.


Periodista e hincha, confiesa que internamente muchas cosas ahora le son distintas. “Cuando sos pendejo el fútbol determina mucho tu día a día, y cuando vas creciendo te vas dando cuenta que hay otras prioridades, aunque el sentimiento nunca cambie. En mi caso particular, trato de ser lo más objetivo posible dentro de mi subjetividad, y me doy lugar para analizar ciertas cosas que antes no hacía”. En este sentido, explica: “hace rato que dejé de cantar algunas canciones y me di cuenta que hay varias personas que hacen lo mismo. Lo mismo con las gastadas, hay algunas que no me dan nada de gracia. A veces yo mismo hago bromas usando algunas palabras que no me gustan, y al toque me doy cuenta no va, pero que es algo que está muy instalado en nosotros".


Optimista del cambio, Sosa piensa que “hay generaciones que vienen empujando con otra cabeza distinta a la que tenemos nosotros, tienen otro chip y está bueno eso, porque es algo que está muy arraigado y es difícil sacarlo. Pero por algo se empieza, por instalar la idea. Eso después germina un poquito y da lugar a cambiar en algún momento, sobre todo cuando se leen las cosas que suceden a diario en el país”.


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Antonella Valderrey nació en Monte Hermoso, provincia de Buenos Aires. Actualmente trabaja para TNT Sports y DirecTV Sports, y en reiteradas ocasiones realizó coberturas en las canchas tucumanas. Conocedora de la cultura futbolera como pocas, piensa que "lo más importante es apuntar a los chicos, y mostrarles que hay cosas que no están bien. Pretender que esas canciones se dejen de cantar es una utopía y es gastar energía en algo que no va a pasar, y tampoco nos vamos a enojar con los que las canten".


Pero eso sí, "deconstruirse es una obligación, todos tenemos que ir repensándonos y mejorando como individuos. Tampoco podes pretender que de un momento a otro todos sean ejemplos en cuestiones de género, pero hay algunos que parece que viven en otra era".


En este sentido, considera que "hay muchas chicas que se enojan mucho contra el hombre, y no es contra el hombre esto, es contra la sociedad machista y patriarcal que está en todos lados, y que se nota mucho en el fútbol, porque es un campo donde el cambio recién está empezando”, opina. Al respecto, agrega que “es un terreno fértil para empezar a trabajar, pero hay que apostar por un proceso que es largo y lleva tiempo, y no desesperarse por ver resultados de manera inmediata". 

Para Verónica Gómez, de radio Rivadavia Tucumán y canal 10, en tanto, "éste es un momento histórico dónde estamos todos empezando a deconstruirnos. Nos damos cuenta que el fútbol y todo lo que implique hinchada tiene un discurso antagónico con lo que uno trata de profesar, y de repente nos chocan los memes, las canciones, aunque por suerte hay hinchas que están tratando de adquirir una nueva manera de expresarse".


En cuanto a un posible cambio, se muestra con confianza pero también con mesura. "Va a costar años cambiar esto, hacer más puro el lenguaje. En este momento no sé si vamos a poder hacer un poquito de mella siquiera, porque de por sí somos una sociedad un poco hipócrita al decir que cometer una violación está mal, pero después avalarlo en forma de bromas".


En cuanto al desempeño de las mujeres en el ambiente del periodismo deportivo, ambas tienen una mirada similar. "Veo que hoy muchos hombres piensan dos veces antes de hablar y opinar de ciertas cuestiones. Queda mucho camino por recorrer y las mujeres que tenemos la suerte de hablar tenemos que marcar el camino. Las situaciones más incómodas que me han tocado vivir han desaparecido, como eso que te digan que no podes hablar de fútbol", señala Valderrey.


Para Gómez, en tanto, el cambio vino después de una situación particular. "En el partido de Atlético con Gremio atacaron a una colega con insultos machistas, diciendo que se vaya a lavar los platos y jugar con muñecas. Y cuando yo la defendí me insultaron también a mi. A partir de ahí hubo un movimiento en el que intervino la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia y hay una causa por acoso y hostigamiento. Los resultados de ese proceso aún no están, hay que esperar, pero al menos sirvió como un pequeño disciplinador. No se han conocido más situaciones de ese tipo, y creería humildemente que se marcó un quiebre. Sirvió para que el resto de las pibas puedan trabajar un poco más tranquilas, y si sirvió para eso ya sirvió para mucho”.


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Pablo Posleman es uno de los fundadores del medio partidario "Mundo Ciruja", que lleva más de una década cubriendo el acontecer de San Martín, y es otro que suma su voz crítica con los mensajes de la tribuna. "Parece que la cancha de fútbol no tiene tapujos a la hora de demostrar la cultura del patriarcado de la manera más cruel. Decir que a los putos los vamos a culiar tiene un sentido que es sumamente violento, más allá de hablar de una condición sexual. Decir eso es ejercer violencia sobre un otro al que entiendo en inferioridad de condiciones. El macho es superior al puto, y cómo es superior lo viola (sic). Eso está en casi todas las canciones y hace que se naturalice, que tenga aceptación general y todos entiendan que su equipo es macho y superior, y que el rival es puto e inferior. Lo más grave de todo es que lo aprendes desde chico".


Para él, la deconstrucción es un proceso constante. "Yo me pienso y me repienso todo el tiempo. A mi me ha pasado de ir a la cancha con mi novia y sentir vergüenza de las canciones que estaba cantando. Con qué cara después le decis que la queres y la respetas, cuando has estado durante dos horas diciendo que sos superior a otros porque vos sos macho. Lo único bueno de esto es que años atrás no nos dábamos un espacio para reflexionar de estas cosas y hoy sí, está pasando, lo estamos conversando".


Profundizando con su idea, considera que "la cancha es una réplica de la sociedad. Es violenta porque la sociedad es violenta, y es machista porque la sociedad es machista. Y cómo en una tribuna no hay límites, en la cancha se denigra, se degrada al otro. En una cancha escupís a otro sin ningún tipo de barrera, sin freno, sin miedo, sin nadie que te diga 'no, pará loco', y en la calle vos no lo haces. Es un lugar en el que está permitido cualquier cosa, y me parece aberrante, no tendría que ser así".


Por último, Posleman considera que "estaría bueno poder aplicar el freno de mano, sobre todo pensando en los niños. Ir a la cancha está buenísimo, hay que ir para dar energía a un equipo, para revaloizar los colores, demostrar lo fuerte y orgullosos de ser de un club, pero no para denigrar al otro ni mucho menos para seguir transmitiendo esos mensajes de odio y de superioridad del macho por sobre el resto".


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AGRADECIMIENTO. Sosa, Valderrey, Gómez y Posleman hablaron con eltucumano.com