Top

El día más feliz de Los Salvajes, los chicos que cambiaron la Costanera

HISTORIAS DE ACÁ

"Cambiaron el barrio y vamos a celebrarlo", celebra el profesor Luis Miguel Cuellar, el hacedor de una historia que empezó hace cuatro años y cierra 2018 con una felicidad que no entra en ningún podio.

El profe y los pequeños grandes atletas: "Son 72 chicos que cambiaron muchas cosas".





Hace cuatro años el profesor Luis Miguel Cuellar estaba en la cama. No sabía qué hacer. Había recibido una de esas noticias que te hunden la cara en la almohada. Le habían diagnosticado Mal de Chagas, una enfermedad que afecta el sistema nervioso, cardíaco e intestinal. Dicho en palabras del tucumano del año: "No iba a poder correr más en alta competencia. Estaba muy mal. Hasta que aparecieron Los Salvajes".

Este sábado Los Salvajes están de fiesta: cumplen cuatro años y lo celebran corriendo, que es lo que más les gusta hacer. Y es tan grande la fiesta que se viene que todo Costanera Sur, todo el barrio Soldado Tucumano, madres y padres, grandes y chicos, están revolucionados: "No sabés lo que es esto. Hay una cadena de favores nunca vista. Con lo que tienen, las señoras amasan pizzas, hacen empanadas, hay unos muchachos de Gasnor que trajeron cinco kilos de papas fritas, fardos de gasesosas. Es un año para celebrar".

Se emociona Luis Miguel cuando habla con el tucumano. Se acuerda de los comienzos más duros, cuando era un vecino más del barrio, mirado con recelo por los adultos, viviendo situaciones incómodas como él mismo reconoce hasta que el trabajo diario, silencioso y sin pausas llevó a cuatro chicos este año a competir en los Juegos Evita: Florencia Valderrama, de 14 años, Chuchi Díaz (15), Luis Romano (14) y Dana Leal (12).

Ellos cuatro representan el orgullo que ninguna medalla puede dar y la felicidad que no entra en ningún podio. "La Danita, con 12 años, terminó octava en marcha, una disciplina difícil. Los profesores de otras provincias estaban sorprendidos por el nivel de Dana, quien va a ser una gran atleta y un orgullo para toda la Costanera. Me preguntaban en qué tipo de pista sintética entrenábamos. 'No, los chicos entrenan en un pasaje, esquivan un par de obstáculos y listo', les decía. Son enormes Los Salvajes".

Infla el pecho el profe Cuellar cuando habla del viaje a Mar del Plata. Sabe que si hay carrera de obstáculos por delante, nadie baja del podio a los chicos. "¿Sabés lo que significa para mí saber que ellos cuatro, la Flor, la Chuchi, Luisito, la Dana sean los ídolos de los chicos? ¿Que hayan cambiado los ejemplos a seguir? El otro día vino una madre y me dijo: 'Ustedes cambiaron la historia del barrio, lo dieron vuelta'. Y sabés que se nota, te juro que se nota. Y eso me llena de felicidad".

Otros padres también se acercan al profe Luis. Se acercan y le dicen cosas que van derecho a las vitrinas del alma, palabras que siente como trofeos, mensajes que los cuenta y se le pone la piel de salvaje: "Sabés que el otro día viene un padre y me cuenta una situación que tuvo con el hijo. Lo castigó al changuito: 'Hasta que no cambien las notas del boletín, no podés ir a entrenar con Los Salvajes', le dijo. El changuito se puso tarde y noche con los libros y le cayó con 7, 8 y 9. Como premio, volvió a correr con Los Salvajes. ¿Cómo el estudio y el deporte no va a cambiar la vida de los chicos?"

Mientras siguen llegando las empanadas y las pizzas para la fiesta de mañana donde participarán los 72 Salvajes y llega un colectivo lleno de los Galácticos de Lastenia, y para 2019 se viene la cruzada en El Palomar, Luis Miguel sólo tiene palabras de agradecimiento para despedir el año: "Gracias a todas las personas que nos acompañaron: una tucumana que vive en Barcelona y nos mandó 60 pares de zapatillas, al diario el tucumano, a Alba Barbeito de Canal 10, a Martín Soto de La Gaceta, a Walter Busse que sigue apoyando desde Buenos Aires, a los empleados de Gasnor, a mi señora, al intendente Darío Monteros, y a los chicos, sobre todo a los chicos que han cambiado su vida y que este sábado estarán corriendo por la Dorrego al 1500, junto a sus padres, bien pero bien felices".