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Habla Jacinto: "A San Martín hay que llevarlo en el pecho, en el corazón"

CIUDADELA

La máxima gloria del Santo pone en palabras el sentimiento que recorre por la venas del Pueblo Ciruja en este momento: el cambio de técnico, el nivel del equipo, la exposición de los jugadores en la era de las redes sociales y cómo se sale adelante. Atentos a lo que dice el Maestro.

Jacinto Eusebio Roldán, la leyenda del Santo.





Será que es jueves y llueve. Será que este parate sin fútbol el fin de semana merece parar la pelota, ponerla bajo la suela, pensar y reflexionar qué le pasa a San Martín y cómo se sale de este presente gris oscuro como el día. El pase llega al botín de Jacinto Eusebio Roldán, quién más. Y que ese pase que es esta nota se tome como una habilitación a la máxima gloria de la historia de San Martín, al que su estampa de crack ha jugado, ha logrado y ha sentido los colores, suficientes razones para que diga lo que quiera, lo que le salga y, lo más importante de todo, que lo escuchen todos: "A San Martín hay que llevarlo en el pecho, en el corazón".

El Maestro habla con el tucumano y educa, compara y analiza. Los tiempos han cambiado, claro que han cambiado, pero hay cosas que no cambian como el sentimiento, o cuestiones que no se negocian como la actitud, ítems que el hincha de San Martín hoy siente que están en cuestionamiento: "Soy de los que piensa que lo único que sirve es apoyar. Claro que no es el comienzo de torneo que esperábamos, un comienzo tan flojo de resultados. Pero el torneo no es un partido. Falta mucho todavía y hay que jugarlo. Cuando el equipo respondió fue con el apoyo y no desde la crítica".

Como muestra de lo que dice Jacinto sobran los ejemplos: el último fue el banderazo a Pellegrini llena previo al partido contra Banfield que no se tradujo en triunfo: "Ya saben lo que es el hincha que les hizo un banderazo de apoyo antes del partido con Banfield. El hincha de San Martín es así: recuerdo cuando después de perder la final con Villa Mitre de Bahía Blancha al día siguiente hubo un banderazo, le ganamos a San Martín de Mendoza con gol de Cortés y ascendimos en Mendoza. O cuando teníamos que ganarle a Mitre en Santiago, lo hicimos con gol de Goicochea y después llegó el ascenso".

A la última derrota con Aldosivi ni se la menciona: el primer tiempo de San Martín fue una lágrima y el embate del segundo tiempo no alcanzó. Jacinto vuelve a lo que pasa en Ciudadela, donde San Martín sólo ha empatado olvidándose de la máxima: "Hacerse fuertes en casa y afuera el punto no viene mal". Tanto como pasó contra Unión, Gimnasia, Argentinos y Banfield, el Santo no logró la victoria. Y contra el Taladro se vio lo mismo que había pasado contra el Tatengue: incapacidad de sostener la victoria, de defender los tres puntos de otra forma, metiéndose atrás, dejando venir al rival y cachetazo sobre el final. "Los resultados van armando y desarmando a los equipos. Contra Banfield se nos escapó. Hubo una mejora en el actitud, pero la cabeza juega. Hay que hacer goles y ganar los partidos. Todos estamos preocupados por el comienzo. Sobre todo los jugadores. Eso lo sé. Ahora viene Racing que es puntero y sería muy bueno ganarles para crecer en confianza. Soy de los que tratan de tirar para adelante, pero con el apoyo de la gente no alcanza. Hay que mejorar en el juego y hacer goles, lo más importante".

Hace apenas unos meses San Martín logró el ascenso. Luego eliminó a Patronato de la Copa Argentina y salió mejor parado que Atlético en los amistosos (empate en el Monumental y triunfo en Ciudadela). Pero empezó la Superliga y las alegrías se acabaron: la muestra contundente del descontento dirigencial fue la salida de Rubén Darío Forestello y la llegada de Walter Gastón Coyette, un cambio que convenció a pocos en su momento y con un empate y una derrota en los últimos dos partidos no ha logrado hacerles cambiar de parecer. Sobre el DT, Jacinto banca los trapos: "Estoy de acuerdo con el cambio de técnico. Los dirigentes deben tomar decisiones tan rápidas como los técnicos. Fue una decisión arriesgada en el Nacional B cuando se fue Cagna y llegó Forestello y salió bien. Ahora no se veía un buen rendimiento. Si te demorás más en tomar algunas decisiones puede ser peor. Ahora hay que bancar a Coyette, tiene tiempo. Pero sólo el resultado final dirá si el cambio fue positivo".

Uno de los temas que ha salido como consecuencia de los malos resultados ha sido la exposición del plantel en las redes sociales: una foto, un mensaje, un estado, detalles que en la era donde todo es público y nada es privado: "La exposición ahora, como todo en el fútbol, ha cambiado. Ahora se pierde un partido y es como si no hubiera pasado nada. Antes se sentía de otra forma. Perdíamos y no salíamos de la casa. Me pasa con los chicos de las Inferiores y lo hablamos: después de una derrota ves los estados de WhatsApp, los ves en las redes sociales y es como si no hubiera pasado nada. Tratamos de hacerles entender que no es así: al menos nosotros lo entendíamos de otra manera. A San Martín hay que llevarlo en el pecho, en el corazón. Tampoco es la muerte un partido, pero te tiene que entristecer. Si ganás, un día de alegría. Si perdés, un día de duelo. Y vuelta a empezar".

Será que es jueves y llueve. Será que este parate sin fútbol el fin de semana merece parar la pelota. Y el cierre a cargo del crack: "Es difícil hablar de identificación cuando los jugadores llegan un año y al otro año se van. Nosotros estábamos diez, doce años en el club. Si cambiás los equipos de un año para el otro se hace difícil esa identidad que piden los hinchas. Los hinchas van a acompañar siempre. Eso ya sabe. A los jugadores se les pide lo que les piden los hinchas: que luchen hasta el final, que respondan en la cancha con actitud y juego. Y que traten de dejar todo. Ellos saben que es importante que San Martín se mantenga en Primera. Y por muchos años más".


"Esta foto tiene muchos años: la cancha quedaba chica para nuestra hinchada". (Las fotos son gentileza del ídolo)