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Maxi Martínez palpitó el debut de San Martín: "Se viene un torneo hermoso"

DESDE LA REDACCIÓN

El ídolo Ciruja habló de todo con tostado y licuado de por medio en nuestra redacción: su infancia en las tribunas, cómo vivió el ascenso desde adentro, la Superliga, Atlético, Boca y toda la ilusión de cara a lo que se viene. VIDEO.

Maxi la rompió en la redacción de eltucumano.com. Un crack.





Maxi Martínez visitó la redacción de eltucumano.com. Dejó el auto estacionado a una cuadra. Mientras venía para nuestra casa, tiró: “Recién salimos de entrenar y no tuve tiempo de merendar: voy a pedir un licuado y un tostado”. Hasta que llegó la moza del bar, repasamos la historia de Maxi con San Martín, del hambre de gloria que genera volver a Primera, lo que todo Ciruja sueña: “Ya pasó todo lo que fue el ascenso, ahora estamos abocados a la Superliga, al debut contra Unión. Me acuesto a pensar a quién tengo que marcar. Ya vimos los videos. Se viene un torneo hermoso, mucho más rápido que la B Nacional”.

La historia de Maxi con el Santo empieza a los 3 años, cuando iba con su papá a la cancha: “Mi viejo fue el primero que me llevó a la Bolívar. Siempre estaba detrás del arco, contento. Estuve en la primera final para ascender a la B Nacional. Fue hermoso vivirlo desde afuera, con la gente, afuera. Y ahora vivirlo desde adentro, fue el sueño del pibe, no podía caer en ese momento siendo hincha como jugador”.

El ascenso todavía continúa en las retinas del ídolo: “Vuelvo a ver el video del ascenso. Después de perder contra Brown, el duelo duró poco. Salimos contra Dálmine, avasallamos al rival, la hinchada se volvió loca, fue un plus”. Y consagrado el regreso a Primera, el amor de los hinchas no paró de crecer: “Es una locura todo lo que me pasa con los hinchas de San Martín. El ascenso cambió mi vida. No podía creer el día que cayó esa pareja a pedirme que sea el padrino de bodas. Me llevan chocolate, saben que soy tucumano, que soy hincha, que salí de acá, se sienten identificados con mis características, saben que esto es mutuo. Si no me tocaba jugar ese día, estaba en la tribuna”.

La fama también llegó con canjes, pilcha y las cargadas del Taca Bieler: “Es insoportable el chico ese el Taca Bieler, jajaja. Viene ropa y me la pongo. Me hago el modelo y me cago de risa. Pero la ropa que usa el Taca Bieler no habla castellano. Como el Tino Costa, esa ropa no conocemos, no llegó acá todavía”. Y ante la preguntas de Josefina Salvatierra, una de las hinchas que llegó a la redacción para ver al ídolo en vivo, dijo: “Somos 12 en Ciudadela. Es algo inexplicable lo que sentimos ahí. Los rivales te dicen que es una locura lo que se siente así”.

Después de un par de preguntas, finalmente: “¡Llegó el licuado! ¡Por fin!” Y una pregunta con la boca llena recordando el clásico contra Atlético: “Era importante ganarlo. No era amistoso para nosotros, lo jugamos como se juega la vida, demostramos que estamos a la altura”. Y un bocadillo sobre el Xeneize: “Boca tiene jugadores de Selección, será un partido difícil. Sabemos que podemos ganarlo. Tenemos nuestras armas. Pavón es un buen jugador, pero yo también tengo piernas, manos, brazos y acá lo espero o adonde sea”. Por último, llegó otro sorbo al licuado y el resultado final del tostado, medio corto de jamón y queso pero tostado al fin: “Está rico”. Y una reflexión: “Hay que ser realistas: estamos para mantener la categoría, pero sabemos que si vienen los resultados están las Copas. Gracias por la invitación y ¡aguante los Santos!