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Juan Galeano: "Mi sueño era jugar en Primera con San Martín"

SUPERLIGA

El volante del Santo fue una de las grandes figuras del ascenso a la máxima categoría, pero no continuará su carrera en Ciudadela. ¿Qué pasó? Dolido, explica el final impensado y le deja un mensaje a los hinchas.

Juan Galeano, una de las grandes figuras del Santo en el ascenso. La foto es de Esteban del Santo.





Juan Galeano habla rápido y durante el único hueco del día que tiene: con el manos libres, mientras maneja por las calles de Buenos Aires. Habla con el portero del edificio que lo está ayudando con la mudanza, habla con el colegio de los chicos porque tampoco van a volver. Mensajes, llamadas, audios que marcan una realidad: no seguirá en Ciudadela. “Es una tristeza para mí. En Tucumán encontré mi lugar. Estábamos muy cómodos con mi familia. Mi sueño era jugar en Primera con San Martín. Lamentablemente, no se dio”.

La intención de la dirigencia de San Martín encabezada por Roberto Sagra y Ricardo Seoane estuvo centrada en mantener la base del equipo que ascendió a Primera con el Santo. Y si hay que armar un podio de las tres figuras fundamentales para haber devuelto al club a lo más alto del fútbol argentino después de 10 años, Galeano tiene su lugar asegurado. “Mi representante estuvo las 24 horas dedicado a gestionar las condiciones necesarias para que siga en San Martín. Pero pasaron cosas raras. Y ni económica ni deportivamente se dieron las condiciones para que continúe en San Martín”.

Lo económico y lo deportivo no quedan en una frase del volante que habla con eltucumano.com: “Si rendí como rendí es, entre otras razones, porque económicamente estaba cómodo. Es imposible rendir si algunas tranquilidades no tenés. Y no hay nada raro de eso ahora: quería seguir estando cómodo con el tema. En lo deportivo, hablé para agradecerle a Forestello por todo lo vivido. Yo entiendo que van a venir refuerzos y es sano competir. Si deportivamente me querían, yo me quedaba en San Martín. Por eso insisto: estoy triste y medio desorientado con lo que ha pasado”.

Galeano ha dejado su sello como pocos en el ascenso de San Martín: fue el de los goles importantes como el del debut a Ferro para dar rienda suelta a la ilusión, el que convirtió en Corrientes para respirar en el período más difícil del ciclo Cagna, el que no encontraba su lugar pero en el arranque de la era Forestello ya se destacaba habilitando a Bieler para el gol del triunfo, y desde la noche en Tandil supo convertirse en el abanderado del juego que propuso el entrenador con conquistas claves como a Brown de Madryn y el inolvidable, el místico, el del renacimiento bajo la lluvia contra Dálmine que, para muchos, marcó el ascenso que llegaría un mes después.

El fanático de San Martín que le vendía alimento para sus mascotas, el encargado del edificio, los hinchas que lo cruzaban en los juegos de la plaza Urquiza, todos sabían de las intenciones de Galeano. “Y es lo que me llevo, el cariño de todos, lo humano. San Martín es lo más importante de todo. Los jugadores pasan, los dirigentes pasan, pero San Martín queda. He vivido hermosos momentos, desde lo humano hasta lo profesional. El gol a Dálmine me queda para toda la vida”, se despide Juan Galeano. Y cierra con un mensaje a los hinchas: “Estoy triste y decepcionado como ellos con esta partida. Con nadie del club hay rencor. No sé dónde seguiré mi carrera. Se abrieron muchas puertas. Pero lo importante es que San Martín me devolvió la pasión y eso no lo voy a olvidar nunca. Espero volver algún día, el torneo que viene, el otro, cuando sea, algún día. Eso espero”.