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El macrismo tucumano, entre la épica y la resistencia

ELECCIONES 2019

Tras las visitas de Macri y dirigentes de primera línea, las filas locales se dividen entre quiénes se ilusionan con alcanzar el ballotage y quiénes mueven sus piezas buscando posicionarse ante el inevitable rol de opositores al peronismo en Provincia y Nación. Alfaro se confesó macrista y busca liderar a la tropa, que tendrá muchos heridos y relegados.

Pichetto encabeza una marcha "Sí se puede" en Concepción, junto al macrismo local. (Foto: Twitter @MiguelPichetto)





En ocho días, Tucumán recibió la visita del presidente Mauricio Macri, de su compañero de fórmula Miguel Ángel Pichetto, y de los ministros Rogelio Frigerio y Patricia Bullrich para apuntalar a la lista de candidatos a diputados que encabeza Domingo Amaya y mostrarse junto a los referentes locales de Juntos por el Cambio, otrora Cambiemos. Los cambiemitas tucumanos se dividen entre quiénes se ilusionan al ritmo del "Sí se puede" y los que ya se ponen el traje de opositores provinciales y nacionales ante un eventual triunfo de Alberto Fernández.

La marcha "Sí Se Puede" en Plaza Independencia, señalada desde el peronismo como la "gira despedida" de Macri, marca el inicio del fin de la primavera macrista que tuvo en Tucumán, al igual que a nivel nacional, su pico más alto en las elecciones legislativas de 2017: en aquel entonces Cambiemos logró hacerse de dos de las cuatro bancas en pugna tras el 3 -1 de las PASO, llevando así a José Cano y Beatriz Ávila a la cámara baja. 

La masiva convocatoria que encabezó el presidente/candidato sirvió para darle un baño de popularidad al macrismo tucumano, que no aprovechó durante cuatro años su vínculo con Casa Rosada para fortalecer su construcción local y cayó estrepitosamente en las elecciones provinciales, cuando Silvia Elías de Pérez terminó segunda a 30 puntos del reelecto Juan Manzur.

Quienes sí pudieron afianzarse fueron sus intendentes: Germán Alfaro en la capital; Mariano Campero en Yerba Buena; Roberto Sánchez en Concepción; y el movedizo Sebastián Salazar en Bella Vista fueron ratificados en sus cargos, pero el macrismo tucumano no pudo hacer pie en otros municipios ni presenta figuras nuevas de cara a un recambio en el que habrá muchos desahuciados y pocos lugares.

Domingo Amaya se quedará con una banca en Diputados, mientras que Lidia Ascárate necesita sumar unos 30 mil votos para acompañarlo a la cámara baja, donde Cano y Ávila tienen mandato por otros dos años. La saliente Teresita Villavicencio no alcanzó una banca en la Legislatura, mientras que el futuro político de Facundo Garretón es una incógnita. Silvia Elías de Pérez también tiene mandato hasta 2021.


"Yo soy de Juntos por el Cambio"

La visita de Pichetto y Frigerio a Tucumán cumplió uno de sus principales cometidos: sellar la participación de Alfaro en el tramo final de la campaña. El reelecto intendente los recibió en la Municipalidad y se sentó a la cabeza de la mesa, encabezando el encuentro y ratificando que busca estar al frente del armado opositor en Tucumán tras las elecciones nacionales y con miras a 2021 y 2023.

En una improvisada rueda de prensa tras el cónclave, Frigerio valoraba que "nos llevamos el compromiso de Germán, de toda su gente, de trabajar para mejorar la elección, para ayudar a que el Presidente pueda tener la oportunidad de llegar al ballotage...", cuando llegó la brusca interrupción de Pichetto. "un minutito que está el intendente".

"Trabajamos para ganar, el que no confía que esto se puede revertir no tiene que estar en la actividad política", remarcó Alfaro, y al ser consultado por la marcha que convoca el peronismo tucumano en Plaza Independencia, le puso la firma a su destino político y se confesó, por primera vez, macrista: "Yo soy de Juntos por el Cambio, no tengo nada que ver con los otros", sentenció.

Alfaro a la cabeza de la mesa. Busca liderar la oposición en Tucumán. Foto: Twitter @alfarogerman


La resistencia

El respaldo territorial de Alfaro le sube las acciones a la ilusión del macrismo de quedarse con dos bancas en estas elecciones, pero tendrá su costo: en la campaña provincial, no faltó dirigente alfarista que en los actos proselitistas recalque que trabajan en un proyecto provincial, que busca pisar fuerte con miras a 2023. El intendente sentó a su lado en la cabeza de la mesa del encuentro con Pichetto y Frigerio al legislador concepcionense Raúl Albarracín y el secretario de Gobierno capitalino y legislador electo, Walter Berarducci, hombres fuertes del riñón alfarista.

No son pocos los dirigentes que quedarán "en el llano" ante una eventual derrota de Macri: en 2021 vencerán los mandatos de Cano, Ávila y Elías de Pérez, y habrá cuatro bancas en pugna en Diputados y tres en el Senado. Los funcionarios de las reparticiones nacionales en nuestra provincia difícilmente puedan mantenerse en sus cargos, mientras que quiénes completan la lista de diputados deberán conformarse con acompañar desde afuera, a excepción de Diosquez Dupuy, reelecto en el Concejo Deliberante de Banda del Río Salí.

Desde la Legislatura buscarán resistir como oficialistas en Provincia y Nación los radicales José Canelada, Jorge Mendía; los alfaristas Berrarducci y Raúl Pellegrini; un indeciso Federico Masso, que aguarda saber si el intendente ratificará a algún dirigente de su espacio en el Gabinete municipal, y el mencionado Albarracín, el único que no pertenece a San Miguel de Tucumán. Desde el Concejo capitalino trabajarán Rodolfo Ávila, José Argañaraz, Leonardo Alfaro , Alfredo Toscano, Cristian Petersen, Agustín Romano Norri, todos de buena sintonía con Alfaro.

Si Juntos por el Cambio logra hacerse de dos bancas en Tucumán, el balance de las elecciones será positivo y más con vistas a lo que viene, así se imponga Alberto Fernández a nivel nacional. Los intendentes macristas no tendrían tantas facilidades para ser bendecidos por los preciados mimos que significaron los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), pero deberán esperar que el federalismo que promete el exjefe de Gabinete derrame en todos los minicipios provinciales. 

Las marchas "Sí se puede", en nuestra provincia y todo el país, así como las estratégicas visitas de Pichetto y Frigerio a la capital, Bella Vista y Concepción permitieron al macrismo aferrarse a su núcleo duro e ilusionarse con dar vuelta el resultado de las PASO; pero también para dar inicio a la resistencia, al flamante rol de opositores. Desde ese lugar, buscarán aferrarse a las banderas que el macrismo logre mantener en pie fuera del Gobierno, desde la crítica o la "oposición responsable", y recuperar terreno en 2021 y 2023.