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"Hinchao": El ingenioso ‘domo’ de bolsas de plástico made in Tucumán

proyecto ecológico

Estudiantes tucumanos de Arquitectura y un Diseñador de Interiores participaron en el Concurso Nacional de Innovaciones y recibieron una mención especial. Desde un limón gigante a una cabeza de dinosaurio, las opciones son tantas como las que permita la imaginación.

Experiencia Espacial. El equipo realizó intervenciones en lugares públicos de la provincia con muy buena aceptación.





Cinco jóvenes tucumanos presentaron un proyecto en el Concurso Nacional de Innovaciones (INNOVAR) que se desarrolló en la Usina del Arte de Buenos Aires del 25 al 27 de septiembre. En equipo, inventaron un módulo habitable generado a base de bolsas de plástico, tijeras, cintas y un ventilador de pie como motor. Las formas van desde conos, cubos, limones y hasta cabezas de dinosaurios de gran tamaño: no hay límites en las formas que pueden brindar los jóvenes que crearon “Hinchao”. 


Mariano Taljuk, David Valdez Ruíz, Matías Sosa y Daniel Colina, son estudiantes de Arquitectura y Pablo Rivero, Diseñador de Interiores y Equipamiento. Juntos comenzaron a pensar una forma distinta de elaborar módulos que brinden diferentes experiencias a quienes ingresen en su interior. “Empezó como un proyecto experimental. Queriemos incorporar el tema de cuidado del medio ambiente que es tan necesario ahora. Le dimos una vuelta de tuerca  y buscamos mezclar los conceptos de reciclaje y la facilidad del armado”, explica Taljuk en diálogo con eltucumano.com.

El dispositivo se construye con bolsas de plástico cortadas y se mantiene en pie con un ventilador de pie común y corriente. No cuenta con ningún tipo de estructura como tensores o alambres que lo sostenga. Solamente el aire que circula en su interior. “La primera función es generar una experiencia espacial a la gente. Cuando entrás te impacta, te marca, te queda en la memoria. Con el primer Hinchao que hicimos en forma de pastilla, la gente nos decía que les generaba un ambiente de relajación, a otros les gustaba sentirse aislados del mundo”, relata. En este sentido, los dispositivos tienen un abanico de posibilidades para usar de diferentes modos, desde un espacio para hacer yoga al aire libre hasta algún tipo de refugio transitorio para quien lo necesiten.
 

El concurso INNOVAR en el que presentaron su proyecto recientemente les permitió intercambiar ideas y  propuestas con otros inventores y con algunos inversores que les señalaron el potencial de su idea. El proyecto fue seleccionado entre 3.000 como uno de los 150 mejores. “Al ser nuestro proyecto tan simple creo que estábamos aptos para participar, pero nos faltó mucha experiencia en marketing del producto, había gente que quería compararnos algunos módulos pero sólo habíamos llevado para hacer la presentación. No lo habíamos pensado como producto”, detalla.

Si bien no ganaron el premio mayor, el equipo volvió de la experiencia renovada y con  muchos proyectos y nuevos contactos. Por ejemplo, los convocaron para diseñar un limón gigante para el Festival del Limón de Tafí Viejo y la cabeza de un dinosaurio para un evento educativo. En este punto, los emprendedores de Hinchao recalacan que las opciones son infinitas y hay tantas variantes como permita la imaginación. “Primero se diseña la forma en un programa de computadora y después se hacen los cortes en las bolsas. Son espacios flexibles y de fácil armado. Hasta un chico lo puede armar”, se entusiasma Taljuk.  

Para más información o para donar bolsas de plástico comunicarse a través de instagram a la cuenta Hinchao.