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El gesto solidario de un misterioso hombre de campera marrón

HISTORIAS DE ACÁ

Priscila, junto a un grupo de amigas, fueron el pasado miércoles parte de la interminable fila para quedarse con una de las 500 vacantes de trabajo de un nuevo centro de compras. “El mozo nos sorprendió trayendo la cuenta pagada junto con un ‘buena suerte’, cuenta la joven. ¿Qué pasó?

Las chicas fueron parte de los miles de jóvenes que quieren un trabajo en el centro de compras. (Crédito: Sky Drone Tucumán)





El pasado miércoles más de 10.000 realizaron durante horas una fila de dos kilómetros con el objetivo de presentar su CV para un nuevo centro de compras que se abrirá en los próximos meses en Yerba Buena.


Priscila Soria, junto con cuatro amigas, fue parte de esa marea de jóvenes en busca de un trabajo estable y formal. Sin embargo, durante la odisea que para ellas duró 15 horas, se encontraron con un hombre generoso y desinteresado que les pagó el desayuno.


“Nosotras estuvimos a las 8 en la fila. Cerca de las 11, los chicos ubicados detrás nuestro nos escucharon decir que no habíamos desayunado y que nos cuidaban el lugar para que podamos ir a un bar”, relata la joven a eltucumano.com, que junto a sus amigas se encuentra en la búsqueda de un trabajo digno.


Tras aceptar el favor, las chicas se dirigieron a un bar del shopping Open Plaza, por donde la fila pasaba y avanzaba lentamente. Una vez en el bar se ubicaron en una mesa y disfrutaron de la calefacción tras horas a la intemperie. “Cuando entramos lo primeros que dijimos es ‘qué calentito que está acá’, ya que afuera hacía mucho frío. Calculo que eso nos escuchó decir un señor que se encontraba en una mesa cercana a la nuestra, porque minutos después de ordenar, el mozo nos sorprendió trayendo la cuenta pagada”, afirmó. 



Tras la sorpresa, Priscila contó que el mozo les dijo que la factura de $750 había sido abonada por un cliente habitual del bar, que estaba de campera marrón en diagonal a su mesa y que además de hacerse cargo de los desayunos les deseba “mucha suerte”.


La historia fue contada por la joven en un posteo de Facebook, donde agradeció el gesto a este hombre que tuvo un generosidad enorme. 


Luego de desayunar, Priscila y sus amigas regresaron a fila para poder postularse a las vacantes en las áreas de cajero/a, carnicería, fiambrería, verdulería, cocineros, depósito, sampistas, limpieza, mantenimiento, portería, repositor/a, seguridad y marketing que el nuevo centro de compras busca.


Estuvimos hasta las 23 para entregar el CV. Una vez que lo entregamos nos hicieron un par de preguntas y nos dijeron que tenemos que esperar 15 días hasta obtener una respuesta”, contó la joven que hoy trabaja medio tiempo y de manera informal en una panadería. “Estamos en la búsqueda de algo mejor, constante y en blanco más que nada”, finalizó.