"Hagan chalecos para gordos": el pedido viral de los motociclistas en Tucumán

Son el último grito de la moda: los hay en verde flúo y en naranja también. Se los ve por todos lados. Los usan varones y mujeres. Brillan de día cuando el sol pega en Tucumán y también noche cuando las luces del tránsito los iluminan. A su lado siempre hay una moto: particulares, deliverys, servimotos y todo lo que circule sobre dos ruedas. Son la prenda del otoño invierno. Son los chalecos reflectivos, pero no hay para todos y todas. Veamos.

Sea porque se impone un panchuque antes de cada comida, un cono de papas, un par de empanadas, un sánguche de milanesa, un plato hondo de polenta, un guiso de lentejas o arroz, lampreao con puré, todo bien regado de gaseosa o de esas cervezas artesanales que están de moda y dale nomás al 2x1 que no cierra la campera, o simplemente porque the winter is coming y hay que abrigarse bien y sobre todo más si andás en moto, lo cierto, amigos y amigas de eltucumano.com, es que hay chalecos que no cierran y mientras Zanellas y Guerreros pasan a toda velocidad, el chaleco desprendido flamea como oreja de Dumbo.

Ante este escenario, ya hay expresiones en las redes sociales y un pedido viral a cargo de Lalo Trejo, quien sigue al Decano a todos lados en moto y que realizó un pedido que se hizo viral, compartido por muchísimos motociclistas: “Hagan chalecos para gordos. No todos hacemos zumba”. Como en toda moda cruel y feroz, ¿hay discriminación? ¿No vienen talles grandes? ¿Solamente pueden usar el chaleco rubios o morochos, rubias o morochas de un metro ochenta y 60 kilos? Veamos qué pasa.

El equipo de investigación de este diario salió a la calle y se metió en el corazón de El Bajo. En un esfuerzo de producción llegó a la plaza Independencia, recorrió la zona bancaria y consultó a nuestros queridos vendedores ambulantes cómo viene la mano: “¿Cuánto cuestan? ¿Vienen de todos los talles?” Rubén Gramajo, 27 años en el centro, dice con precisión de cirujano: “Los vendemos a 150 pesos y son talle único porque la tela se estira y se adapta a la fisonomía de cada conductor”.

Mientras tanto, al lado de la mueblería Dominó, sobre calle 24 de Septiembre, Mariel explica: “Sí, los vendemos a 150 pesos cada uno. Hay algunos más caros de mejor calidad. Como todo en la vida. Pero sí he recibido quejas de algunos motociclistas: dicen que no hay XL. Y tienen razón: estos que tengo aquí, ¿ve? Dicen XXXL, pero es L nomás. Pasa que los fabrican en China, ¿ve? Dice Made in China. Y para los chinos el XL de ellos no es el mismo XL para nosotros”.  

Consultado por el tema, Gonzalo Hernán Juárez, de Belvi SRL, arroja números sorprendentes: “Hace 11 años que trabajo en el concesionario: en 2007 se vendían 20 ó 30 motos por día. Ahora vendemos 1 moto por semana. La moto más económica es la Zanella que la vendemos a precio rebajado porque es modelo 2018. Comparado con lo que cuesta el boleto, a mucha gente le conviene: la moto vale 32 mil pesos, las cuotas son de 1600 pesos. Nosotros no vendemos chalecos, pero otros concesionarios sí. Hay muchísima venta ambulante que los venden hasta a 120 pesos. Nosotros, para vender uno de calidad, debiéramos venderlo a 250. Con respecto a los chalecos, no veo que sea algo que sirva para la seguridad vial. Si no tenés luz trasera en la moto o no usás casco, ¿de qué sirve?”.

De vuelta al posteo viral de Lalo y otros usuarios de las redes sociales: “Hagan chalecos para gordos”, las respuestas ingeniosas no tardaron en llegar: “Yo le aumenté tela flúo a mi viejo de los costados y le puse tiras de frente con unos abrojos! Bello quedó!”.

Ante la sugerencia, Lalo no tuvo otra opción que llamar a su señora madre: “A mí me la hizo mi vieja. Pero con tela que había de ese color justo. Compramos las tiras nomás. Parezco una Pritty de 3 litros”. Las fotos que adjunta el caso que tiene en vilo a muchos conductores deja en claro que, en los papeles, hay hasta triple large, pero los números no cierran. Hay más de 300 mil motos circulando motos en Tucumán, y faltan chalecos. Los números no cierran. Y algunos chalecos, tampoco.