Apostó todo por su emprendimiento: las asombrosas mascotas de Yesul

Gladys "Yesul" Reyes hizo del fieltro la materia prima para desplegar su talento. Hace seis años, quien era su suegra le enseñó la base para trabajar con esa técnica. Con paciencia -y videos de Youtube- se fue perfeccionando. Y cuando, a fines del año pasado, se quedó sin trabajo, decidió apostarle todo a lo que ama: moldear el fieltro como vio alguna vez en Utilísima.  

Todo empezó cuando Gladys Reyes vio en la tele uno de esos programas de "hágalo usted misma". "En realidad lo vi en Utilísima, siempre me gustó ver los programas de manualidades y esas cosas", recordó. Luego, viajó a La Quiaca, en donde vivía la madre de su exnovio. Ella era maestra artesana y la inició en este arte. "Hice mi primera escultura, ahí empezó todo", contó la emprendedora que en las redes sociales se puede encontrar bajo el nombre de Yesul. 

Con el tiempo, fue perfeccionándose y adquiriendo su propio estilo. "Ya no utilizo los mismos materiales, antes utilizaba goma espuma", comparó la artesana, que además es estudiante (avanzada) de Psicología en la Universidad Nacional de Tucumán. "Son pequeños detalles que van cambiando y modifican el resultado", destacó. 

El fieltro -una suerte de tela-, se realiza con vellón, un conglomerado de fibras naturales en un estado previo al hilado y puede ser, por ejemplo, de llama o de oveja (aunque también existe el artificial). Con fieltro se realizan esculturas que se crean con agujas y otros elementos. A moldear, cuenta, aprendió de manera autodidacta y, en ese sentido, señala que Youtube fue una gran herramienta para acceder al conocimiento. Además aprendió a reciclar materiales que también utiliza. Y para algunos detalles, también aprendió a modelar en porcelana fría.

Al ser la materia prima de origen animal, Yesul comenzó a interiorizarse acerca de los métodos de producción de los materiales que utiliza para asegurarse de que no proveniera de animales maltratados. "Ayer tuve una reunión porque estoy trabajando con una fotógrafa para hacer un pequeño corto sobre la concientización sobre el abandono (animal). También me interesa mucho el origen", comentó la artista, que muy seguido se involucra con causas relacionadas a los animales. Y si bien está al tanto de que en el sur los animales pasan situaciones "aberrantes", en la provincia, se utiliza vellón de Catamarca donde el trato es diferente. "Lo que pude investigar me dejó un poco más tranquila", expresó. "Ahora estoy tratando de hacer contacto con la ruta de artesanos, ellos producen, quiero ver el esquilado, ver el proceso", agregó la artesana, que recientemente conoció en Catamarca a algunos productores. 

"Me quedé sin trabajo sin previo aviso. Llegó diciembre y me dijeron 'nos vamos en marzo' y tampoco me llamaron", recordó sobre la situación que la impulsó a dedicarse en un ciento por ciento a su emprendimiento. Luego de retomar con más energías lo que hasta ese momento era una entrada extra, las mascotas se convirtieron en su producto estralla. Sus clientes le mandan una imagen y ella, inspirada en esas fotos, hace lo suyo. "Son caracterizaciones, no réplicas exactas", aclaró. 

Por el momento, las esculturas pequeñas están a 300 pesos y las más grandes, a 600. Pero en los últimos días aumentó el precio del vellón, por lo que deberá revisar los precios. Tiene, además, una demora que en algunos casos, puede superar el mes.

Vale aclarar que no sólo hace mascotas de fieltro. De hecho, una de sus mayores satisfacciones fue que el nieto Viktor Frankl, padre de la logoterapia, tenga en Alemania dos esculturas que esta artista hizo de la figura del psiquiátra y neurólogo. Sus esculturas, de El Principito, Frida Khalo y gremlins -por citar sólo algunos-, también viajaron a otros países de América y Europa. 

Pese a que la psicología le gusta y piensa recibirse en elgún momento, reconoce que los estudios quedaron un poco al costado. "Me gusta la psicología y trato de complementar un poco y estoy leyendo mucho sobre arteterapia, pero me quiero dedicar exclusivamente a esto", comenta la emprendedora, que también hizo varios muñequitos de Freud.  "Yesul me da muchas más cosas que la facultad o lo académico", evalúa  

Y si bien reconoce que a su mamá no le cae de todo bien la idea y la ve como la chica que "hace los muñequitos", para ella, además de ser su pasión, es su trabajo y su forma de sustentarse. "No se toma como que es un trabajo en serio, pero sí lo es porque me lleva mucho tiempo, todo el tiempo estoy tratando de ver algo nuevo", destacó.

Sobre el futuro, adelantó: "Me encantaría un local, un pequeño lugar de emprendedores, de gente que se dedique a esto para que pueda exponer".