"Nos perjudica a todos": cómo vive el conflicto un colectivero tucumano

José María Quiroga trabaja hace cinco años como chofer de colectivo. Todos los días agarra el volante del 131 y hace el recorrido Terminal de Ómnibus-Lomas de Tafí ida y vuelta. “Siempre me ha gustado el laburo. Nosotros, los choferes, vamos a laburar todo los días y a mí me duele cuando pasan estas cosas. Es triste por la gente. Yo tengo a mi suegra, a mi suegro, a mi hermana, y todos en colectivos. El paro nos perjudica a todos”, explica mientras se prepara para presentarse en la empresa a las 18, cuando volverán a salir los colectivos a la calle después de resolverse el conflicto que tuvo a los tucumanos sin transporte público el viernes de la semana pasada, ayer martes y toda la mañana y siesta de hoy.

Una vez de vuelta a su trabajo, José María se reencontrará con los pasajeros, quienes podrán volver a sus casas esta noche sin la necesidad de gastar en un taxi o ingeniárselas como sea: “Normalmente el pasajero entiende al chofer, sabe que somos laburantes como ellos. Al menos en mi caso, que hago el recorrido desde la Terminal a Lomas, la gente no nos recrimina. Sí se preocupan por si va a seguir el paro, pero te pregunta bien, la gente es muy piola”.

Al conflicto de intereses que existe detrás de la medida de fuerza hay dos temas que preocupan a los choferes en Tucumán: “El momento económico que se vive, en general, es complicado. Pero si uno hace bien las cosas en su laburo, cumple los turnos de ocho horas arriba del colectivo, divide bien los gastos, puede vivir. Nosotros trabajamos una semana por la mañana y otra por la tarde. Ahora me toca el turno de 16 a 23.30. La semana que viene por la mañana. Hay servicios que salen a las 4.55, a las 5.20, a las 5.50. A veces, hacemos horas extras porque es una moneda que nunca está de más”.

Otro tema es la seguridad: “Uno se comunica con los compañeros a través de los grupos de WhatsApp y lo habla. No sé qué buscan los que buscan robarnos, más allá del celular, una rejilla, una toalla, más no hay. Al muchacho de la línea 10 le hicieron un daño grande y le podrían haber provocado la muerte. La semana pasada a un compañero le cortaron la cara en Lomas. La inseguridad es un tema que nos preocupa. Nos dijeron de la posibilidad de poner un policía en algunos recorridos, pero para mí la policía tiene que estar en la calle”.

José María Quiroga también es conocido como el chofer de San Martín, el encargado durante el ascenso a Primera de llevar al plantel. Ahora, a la espera de un triunfo el viernes, tiene por lo pronto un motivo de alegría que es volver a trabajar: “Cuando no andan los colectivos es un problema para todos. Después de trabajar, lo único que la gente quiere es volver a descansar. Por suerte nos dijeron que mañana se depositan los sueldos y esperamos que este conflicto se termine. A mí y a mis compañeros nos gusta el trabajo que hacemos. Con la mejor onda, con ganas de laburar, volvemos a la calle. Ojalá se mantenga así”.