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El bombero que atrapa víboras con las manos rescató una en Barrio Sur

¡QUÉ SUSTO!

Su familia viene del cerro y el secreto de cómo atraparlas sin dañarlas -o que dañen- se transmite de generación en generación. La boa de más de un metro fue entregada al Instituto Miguel Lillo.

La imponente serpiente capturada en Barrio Sur.





Pablo Bustos comenzó en la policía, hace más de 14 años. Luego, pasó a ser bombero de esa fuerza. Y este jueves, sorprendió a los vecinos de Barrio Sur luego de rescatar a una serpiente de más de un metro de largo que apareció en una vivienda. 

Este jueves por la mañana, en Entre Ríos al 400, en Barrio Sur, una familia encontró una serpiente -aparentemente se trataría de una boa constrictora- de aproximadamente un metro y medio. El animal estaba en el entretecho de una de las viviendas de la casa, por lo que llamaron al 911.

Al lugar fueron oficiales y bomberos de la Policía. Y la sorpresa fue grande al descubrir qué era lo que había. Afortunadamente, Bustos estaba ahí y tenía en claro cómo hacer para sacarla sin dañarla o que lo dañen.


Su hijo, Santiago Bustos, contó con admiración cómo actuó su padre. "Según lo que él me dijo, sería una boa que medía metro y medio", indicó. De ser una constrictora, no son venenosas, ya que cazan asfixiando a sus presas con su gran fuerza.


"Mi bisabuelo sabe atrapar estos animalitos ya que vive en el cerro. Mi abuelo también sabe, le enseñó a él, de generación en generación", explicó Santiago sobre esta habilidad, que él también adquirió.


"No le tiene miedo, él atrapa las víboras con la mano, mano pelada", destaca. "En el cerro hay tarántulas también, las sabe atrapar, a todo ese tipo de animalitos", dice con admiración el joven, que tiene 20 años y hace ya varios años es bombero voluntario en El Manantial. "Nosotros nunca le hacemos daño a ese tipo de animalitos, siempre tratamos de llevarlos a la Reserva o al Miguel Lillo, como ha sido en este caso", remarca.

"Mi papá, aparte de ser bombero de la Policía, es bombero voluntario de El Manantial. Acá, -en la Policía- él tiene cargo de cabo primero y en El Manantial es jefe del cuerpo. Tiene ocho años como bombero voluntario", recuerda el muchacho, que quiere seguir los pasos de su padre como bombero de la Policía o ser gendarme.


En cuanto a las recomendaciones hacia las personas que vean este tipo de criaturas, Santiago remarca que lo más importante es no molestarlos para evitar ataques ya que es difícil para la mayoría de las personas diferenciar si se trata de una especie venenosa o simplemente ponzoñosa. "El 911 también se encarga de comunicar a la policía o a los bomberos voluntarios", recuerda.


Finalmente, agrega palabras de admiración hacia su padre luego de la tarea del día. "Yo a mí papá lo veo como un héroe, un orgullo, tanto como policia como bombero. Él abandona todo por ir a ayudar a alguien. Por poner un ejemplo, en el bautismo de mi hermanito nos hablaron por el incendio de un auto y se fue, dejó todo", comenta. "Antes no le dábamos importancia y salía corriendo solo. Ahora los tres. Salir juntos a emergencias es algo emocionante", celebra a raíz de la incorporación de su hermano menor, de 18 años.