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"Están los 44 juntitos y mi hijo donde siempre quiso estar"

FIN DE LA BÚSQUEDA

Victoria Morales, madre del cabo tucumano Luis Esteban García, reveló cómo se enteró del hallazgo del ARA San Juan. El momento más difícil en el hotel de la Armada en Mar del Plata y el mensaje a su propio héroe.




Anoche, entrada la madrugada en Mar del Plata, María Victoria Morales estaba secándose el pelo en la habitación del hotel donde tiene su vida pausada desde hace un año. La madre de Luis Esteban García, el cabo primero tucumano del ARA San Juan, estaba terminando de secarse el pelo mientras comprobaba que sus nietos, Agustín y Nahuel, siguieran dormidos. En eso estaba Victoria cuando escuchó los gritos en el pasillo del hotel, gritos de otras madres a esa hora cuando lo supo: “Me estaba preparando para bajar a nuestro saloncito donde compartimos todo este tiempo con mis hermanas del dolor cuando empecé a escuchar los gritos. Bajé y era lo que me imaginaba: nos abrazamos entre todas y lloramos”.

Ya en el hall del hotel de la Armada donde Victoria Morales se encuentra desde el 17 de noviembre de 2017, exactamente hace un año, ahora busca señal en el celular y lee el mensaje oficial. “Tenemos un grupo de WhatsApp de familiares donde el Ministerio de Defensa nos iba comunicando los partes diarios. Cuando recibí la noticia, me subió la presión. Ahora la tengo baja, por los sedantes que me pusieron, pero aún así estoy sin dormir”, le cuenta en diálogo a eltucumano.com, a través del mismo celular que no para de sonar, luego de hablar con el perito naval Fernando Morales, ya estable, con sensaciones encontradas y una imagen: “Cuando confirmé la noticia, me miré al espejo y me pregunté cómo podía seguir de pie”.

La respuesta la encontró en su hijo, a quien le prometió: “Por vos tengo que estar bien. Por vos, y por tus hijos que están creciendo muy bien con su mamá”. Mensajes así les enviaba Victoria a Luis Esteban: “Mensajes por WhatsApp que ahora sé que no va a leer, que ya no va a leer más”. Y tras una pausa que dice tanto, agrega: “El dolor que siento es tan inmenso como el mar y como mamá tengo el corazón destrozado, pero ahora tenemos que juntar nuestros trozos y seguir adelante porque esta lucha recién comienza. Cuando ya creía que no tenía fuerzas, ahora sé que tenemos que seguir. No podemos conformarnos con una foto, o quedarnos mirando este mar que tantas veces quise vaciarlo. Por todo ello debo seguir”.

Son fuerzas que transmitió a su hijo desde que era niño y todavía no sabía hablar bien: “Me decía: ‘Mamá, yo cuando sea grande voy a ser ‘sodado’. Desde chiquito quería ser soldado. Y se preparó para serlo: se preparó un año, todo un año. No me avergüenza decirlo: somos pobres y crecimos en las márgenes del Canal Sur, pero siempre mis hijos fueron luchadores. No teníamos plata para sus estudios y Luis Esteban, mientras estudiaba en la Técnica 2, vendía helados, juntaba los vasos de plástico en la cancha de San Martín para ayudar a su papá que vendía y vende gaseosas, siempre logrando lo que se proponía”. Y además de los estudios donde “no se conformaba con 9,90 sino que siempre quería 10”, García se preparó físicamente para entrar a la Armada: “Subía corriendo y escalaba el cerro San Javier, nadaba en El Cadillal, no descansaba mi hijo”.

Ese espíritu de Luis Esteban fue el que acompañó a Victoria instalarse en Mar del Plata a la espera de las noticias y, cuando el Gobierno anunció el fin de la búsqueda, a acampar 52 días y 52 noches exigiendo que la búsqueda continúe: “No teníamos plata y nos fuimos nueve mujeres a la plaza de Mayo. En pleno invierno dormíamos sobre un cartoncito en el suelo helado de la plaza esperando una respuesta. Encima se encendía la fuente de agua y nos mojaba la carpa. Estábamos esperando que el presidente Macri nos recibiera pero nunca nos recibió. Yo lo voté, Esteban lo votó, creo que la mayoría lo votamos. Pero sentimos que el Presidente no estuvo a la altura de lo que nosotros necesitábamos. Pero no estoy enojada. Encontramos cariño y apoyo en la gente que nos traía una frazada, una colcha, y muchas veces terminábamos nosotros consolándolos”.

El presidente Mauricio Macri estuvo presente con motivo del aniversario de la desaparición en Mar del Plata. “Más allá de algunos gritos, elijo ser respetuosa, no adhiero a las agresiones. No aceptamos el minuto de silencio, las trompetas, ni nada que signifique duelo. No quisimos que nada desviara la atención de los verdaderos protagonistas de todo esto que son los 44 héroes del ARA San Juan”, explica ahora desde el hotel donde se definen los pasos a seguir ahora conocido el hallazgo y donde la última noche que durmió, Victoria soñó con su hijo: “El sueño fue en la casa de mi papá, que ya está derrumbada. Ahí me aparece Esteban, me da un abrazo y me dice: ‘Mamá, déjame ir’. Eso me dijo y así tengo que ir asumiéndolo”.

Durante todo este tiempo hubo cientos de escenarios posibles en el pensamiento de Victoria Morales: “Llegué a pensar que mi hijo podía estar en alguna isla, flaquito, barbudo, con el pelo largo. Una como mamá nunca pierde las esperanzas. Hasta que llegó la noticia que llegó anoche. Están los 44 juntitos y mi hijo está en el lugar donde siempre quiso estar: en el agua. Nunca voy a olvidar la última vez que nos vimos y me dio un chaleco: ‘Tomá, mamá, hace mucho frío aquí en Mar del Plata’, me dijo. Y a su papá le dio dos camperas. Quedamos en encontrarnos para comer un asado en el parador que le gustaba, en eso habíamos quedado”.

Y, antes de que entre nuevamente la madrugada, le dedica unas palabras a su hijo: “Quiero decirle que la mamá está con mucho dolor que todavía no le permite sentir otras cosas. Que sé que siempre logró lo que se propuso. Buen padre, buen hijo. Y que esté donde esté, que cuide a su familia, a sus hijos, que nosotros vamos a tratar de inculcarles valores junto a junto a la excelente madre de sus hijos. Y que lo amo profundamente. Fue un parto difícil el que tuvo con él durante mi embarazo, pero este parto que vivimos no tuvo un final feliz. Dios me lo prestó 31 años. Ya no está físicamente pero dejó muchísimo. Por eso cada lágrima derramada será por una persona de bien. Él está en el agua. Yo seguiré con este dolor, pero voy a poder seguir para que sepa que su mamá también luchó hasta el final”.