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"No lo podemos creer": el héroe de Concepción sigue salvando vidas

INMENSO

Walter Monzón, el changarín que conmovió al país, tomó una drástica decisión el domingo 14 de octubre. Hoy rompe el silencio Maira, la madre de sus tres hijos: "Es un superhéroe".

Walter Monzón sigue salvando vidas. Su familia lo extraña y lo valora como el héroe que fue.





Se miraban de reojo en las calles del barrio San Roque, Concepción, hasta que Maira y Walter Monzón se pusieron de novios y al tiempo nació Walter Alejandro, el primero de los tres hijos que tuvo la pareja junto a Antonella y Kiara: “Fue así, todo a primera vista”, recuerda hoy la mujer de 27 años, viuda y con tres chicos, luego de que el héroe de Concepción que rescatara a una niña del río Gastona pusiera punto final a su vida en Mendoza.

El triste final de Walter Monzón conmovió al país. El changarín que pasaba por el puente del río Gastona y se tiraba al río para salvar a una niña de siete años en enero de este año, el domingo 14 de octubre, Día de la Madre, también terminaba con su vida en un puente de Tunuyán, Mendoza. Poco más de tres semanas han pasado de aquel día cuando Maira recuerda todo lo vivido desde la casa que comparte con su padrastro en el barrio San Nicolás, donde asegura: “La verdad es que no andamos durmiendo bien, Anto (la hija de 7 años) no quiere comer. Los chicos saben que está en el cielo. Yo trato de mantenerme lo más fuerte posible. Pero es difícil”.

A diez meses del rescate que le cambió la vida a Walter Monzón, Maira rompe el silencio y cuenta la intimidad de los tiempos felices y de los tristes también. “El día que rescató a la nena yo me enteré por internet, en el celular. Porque Walter, después de salvarla, siguió trabajando y recién volvió a la noche. Cuando nos contaba lo que había sido rescatarla, él lloraba porque pensaba que podía ser Antonella. Él estaba muy feliz por haberla salvado”.

En esos días intensos, Walter se hizo amigo de Natalio Danzo, quien viralizó la noticia en las redes, una noticia que llegó hasta el mismísimo presidente Mauricio Macri y la posibilidad de un trabajo en la intendencia de Concepción, pero que nunca se concretó: “Lo único que recibimos después del rescate fueron un par de ropitas para los chicos y nada más. Acá el intendente nunca vino y Walter iba siempre a la intendencia y volvía renegando: ‘Me dicen que no hay trabajo’. Al menos le hubieran dado trabajo barriendo la calle. La calle estaba muy dura y yo no podía trabajar por los tres chicos. Sólo recibía el salario universal”.

El salto al río Gastona terminó de romper los meniscos del héroe. Iba a operarse pero la cadena de favores llegó a Mar del Plata y llegó el viaje soñado: conocer el mar. “Gracias al señor Natalio pudimos cumplir el sueño de conocer el mar. Fue una maravilla, algo inolvidable. A Walter lo trataron todo el tiempo como un héroe. Nosotros lo mirábamos todo el tiempo cómo lo trataban y sentíamos un orgullo. Mis hijos estaban felices, no querían salir del mar. Y me preguntaban: '¿Cuándo iremos a volver?'"

Al regreso de conocer el mar, la familia Monzón recibió la otra cara del agua y lo sufrió en primera persona: "Creció el río Gastona y perdimos todo. Bah, en realidad no teníamos nada más que una cama y un roperito. Vivíamos a la orilla del río Gastona, cerca del puente. Siempre se inunda San Roque cuando llueve y crece el río. Nos tuvimos que mudar a San Nicolás a la casa de mi madre".

Recién operado, Walter no aguantaba un segundo más en reposo: "No dejó que terminara de curarse la rodilla y salió a buscar trabajo. Vivíamos al día y no podíamos seguir así". Pero ese día salió y no volvió: "Se hizo de noche y no aparecía. Me entró un mal presentimiento y me fui a buscarlo a la comisaría. Apenas me dijeron que estaba ahí. No me dejaron verlo". ¿Qué había pasado? "Iba caminando por la calle y los policías lo detuvieron. No lo querían por lo que había pasado con el hermano (NdR: fue acusado de matar a un policía). Él, Walter, no fue. Amaba a sus hijos, siempre fue muy luchador. Siempre trabajó de sol a sol, no podía quedarse quieto, ni siquiera con los meniscos rotos".

Esa detención lo hundió en la depresión a Walter Monzón. A las puertas cerradas de trabajo se sumaban las del calabozo ante cualquier actitud sospecha y arbitraria de la Policía. Entonces decidió irse a Tunuyán, Mendoza, donde vive su hermana y su hermano. Desde allá, todos los domingos a la mañana se comunicaba con sus hijos: "Mandaba audios por wassap para los chicos. Siempre les contaba su ilusión de juntar plata para las Fiestas y les prometía que iba a venir en diciembre con regalitos para todos. A Alejandro le decía que cuidara a sus hermanas, que le mandara videos. Había llegado hace dos semanas y el lunes siguiente iba a empezar a trabajar. Pero esa noche anterior tomó la decisión".

El último día con vida de Walter Monzón fue el Día de la Madre. Estaba de buen humor. Había tocado en la guitarra la canción preferida de Antonella: "La de la mochila azul", de Pedrito Fernández. Luego del cancionero con la música de su Chaco natal, Walter hasta se animó a bailar un chamamé con la suegra de su hermana. Hasta que se despidió y a las 23.30 volvía a pie al lugar donde alquilaba.

"Pasó por un puente y se ahorcó, Walter se ahorcó", fueron las palabras que le llegaron desde Mendoza a Maira, palabras que Maira repite sin poderlo creer. Y entre tantas sensaciones encontradas, el último gesto de Walter terminó de convencerla por si hacía falta de que había compartido su vida con un héroe: "Más que un héroe, para mí fue un superhéroe: nosotros ni nadie de la familia sabía que había dejado por escrito y en el documento que querían que donaran todos sus órganos. Los donó absolutamente a todos. No lo podíamos creer cuando nos enteramos en la sala velatoria. Es decir que siguió salvando vidas Walter, él, que tuvo una vida muy sufrida, que vendía La Gaceta de chiquito, que dormía en el piso, que trabajó con la papa, con el limón, él fue un gran padre que amó a sus hijos. Eso fue".

Maira necesita de la ayuda de todos: "Sólo le pedimos a la municipalidad un módulo para vivir. Quedé sola con mis tres hijos y no sé qué hacer". Pueden contactarla a los teléfonos: (03865) 15340889 y (03865) 15437391.



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