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Cayó un árbol y rompió una obra realizada en el Encuentro de Muralismo

Arbolado urbano

Un ejemplar de gran porte se desplomó el lunes pasado sobre uno de los bancos intervenidos en Plaza Alberdi. Los consejos de un especialista para el manejo del arbolado urbano luego de una semana accidentada en la ciudad.

El banco homenajea a los tarcos, un árbol autóctono de Tucumán.





Un árbol de gran porte cayó sobre una de las obras realizadas durante el Arte Público y Muralismo que se llevó a cabo  entre el 29 de agosto y el 8 de septiembre en la Plaza Alberdi.  La rotura del banco intervenido con venecitas y mosaicos se produjo el lunes pasado, a raíz de los fuertes vientos y la persistente lluvia que derribaron el ejemplar ubicado sobre calle Santiago al 1000.  

"Afortunadamente no se partió el banco, solamente las patas y algunas piezas que componían el diseño", tranquilizó Soledad Bestani, la coordinadora del encuentro en el que participaron artistas tucumanos y extranjeros con el objetivo de rendir homenajear a Juan Bautista Alberdi, al legado del ferrocarril y a la flora y fauna de la Provincia. En esta línea, el banco que sufrió la rotura destaca la belleza de los tarcos.    

"Por ahora no quisimos tocar nada hasta que la Municipalidad arregle las patas del banco y fije la estructura de nuevo a la vereda. Recién entonces, nos abocaremos a reponer las venecitas que saltaron por el golpe del árbol", detalló.

Según señaló Bestani, antes del desarrollo del Encuentro de Muralismo, la Municipalidad había realizado tareas de mantenimiento en el arbolado de la plaza, en el marco de los trabajos de revalorización integral del paseo. "Sacaron cuatro que estaban en mal estado y podaron a otros tantos. El que se cayó era un árbol enorme que no parecía tener problemas, sin embargo, sería importante la intervención de especialistas en el tema", concluyó. 




Una semana accidentada

El martes pasado, una pareja que se desplazaba en moto sufrió golpes cuando se desplomó un tarco en calle San Martín casi esquina Asunción, frente al Parque Avellaneda.  Andrea Benítez sufrió graves lesiones y su novio Alejandro González, una fractura en su mano izquierda.  

“Vivo por la zona y estaba volviendo a mi casa, a eso de las 16. Iba subiendo por San Martín y frené en el lomo de burro que hay antes de la Asunción. Cuando freno, escucho el ruido del árbol. Los dos veníamos con casco, pero logré escucharlo. Miro para arriba y veo que se nos venía encima. Ahí reaccioné acelerando la moto. Atrás de nosotros cayó el tronco grande del árbol y a nosotros nos pegó una de las ramas”, señaló González. "Un segundo más y el árbol nos mataba", completó el joven, que tiene vendada una de sus manos a causa del accidente.


La necesidad una política pública

Desde la Sociedad Amigos del Árbol insistieron en la necesidad de considerar al arbolado urbano como una política de estado, es decir, con presupuesto asignado para garantizar su correcto mantenimiento en tiempos donde los efectos del cambio climático no dan tregua, sobre todo en las ciudades. 

Considerando su creciente importancia, es que la Ley de Arbolado (8.991) aprobada por la Legislatura de Tucumán considera al arbolado como un servicio público, de la misma manera que lo son el alumbrado, la limpieza o el transporte de pasajeros. 

"Es importante que empecemos a pensar el arbolado urbano en comparación con servicios tales como el alumbrado o los colectivos. En estos casos, el Estado o  empresas privadas asumen la responsabilidad de brindar un servicio. En este caso puntual, la Dirección de Espacios Verdes de la Municipalidad no cuenta con el personal necesario para mantener los 300 mil árboles que se aseguran hay en la ciudad", señaló el ingeniero Pedro Buiatti.

"Los responsables de estos accidentes no son los árboles; se intenta demonizarlos, cuando en realidad debe ser nuestros principales aliados debido a la gran cantidad de beneficios que aportan. Lo que debemos revisar, más bien, es cuál es el rumbo, el personal, el instrumental, la tecnología y los recursos humanos que tenemos para garantizar el servicio de arbolado urbano", detalló el presidente de la organización civil. 

El especialista analizó que mientras los árboles sean considerados solamente en su faceta paisajística u ornamental, y no como un servicio ambiental de incidencia en la calidad de vida de la población la situación no se modificará. En este sentido recalcó las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la cantidad de espacios verdes necesarios para preservar la calidad de vida de quienes viven en las ciudades.   

"Si bien es fundamental que la ciudadanía desarrolle una nueva conciencia en torno a la importancia del arbolado, lo cierto es que una ONG no puede arbolar la ciudad. Es indispensable que el Estado, ya sea que tome a cargo la tarea o la delegue en una empresa privada, articule los esfuerzos y defina un rumbo. Incluso, se lo podría considerar como una importante salida laboral, mediante la capacitación de personal calificado para realizar estas tareas de manera idónea", concluyó Buiatti