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Un graduado de la UNT, al frente del equipo que puso en órbita el satélite

Orgullo

El ingeniero electrónico Nicolás Renolfi dirige SAOCOM, el proyecto destinado a optimizar la producción agropecuaria a través de imágenes satelitales. Emoción en todo el país por un nuevo logro de la ciencia argentina.

A las 23.21 (hora argentina), el sueño se hizo realidad.





La tensión en la previa al despegue catalizó minutos más tarde en lágrimas de emoción por un nuevo logro de la ciencia argentina, que esta noche logró poner un satélite en órbita

La buena noticia que reproducen todos los portales toca muy de cerca a los tucumanos porque el jefe del proyecto SAOCOM, el ingeniero electrónico Nicolás Renolfi (42), se formó en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Tucumán (FACET-UNT) y continúo su carrera en el INVAP, la empresa estatal para el desarrollo de sistemas tecnológicos y el manejo de proyectos de alta complejidad. Allí se gestaron los satélites SAOCOM 1A y SAOCOM 1B en un trabajo conjunto con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE).

El SAOCOM 1A fue lanzando este domingo, a las 23.21 desde la Base Vandenberg, en Santa Bárbara, California, Estados Unidos y fue seguido de cerca en el Centro Espacial Teófilo Tabanera, ubicado en la Falda del Carmen, Córdoba, donde los científicos argentinos, mezclados con el público en general, se abrazaron cuando el satélite cumplió satisfactoriamente con todas las fases previstas. 

El Satélite Argentino de Observación con Microondas SAOCOM 1A fue desarrollado y fabricado por la CONAE junto con empresas y organismos como INVAP, VENG y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), con participación de numerosas empresas de tecnología e instituciones del sistema científico-tecnológico del país y en colaboración con la Agencia Espacial Italiana (ASI).


¿Cómo funciona?

El objetivo de los satélites SAOCOM de Observación de la Tierra es la medición de la humedad del suelo y aplicaciones en emergencias, tales como detección de derrames de hidrocarburos en el mar y seguimiento de la cobertura de agua durante inundaciones. 

Según detalló Renolfi en agosto pasado, en diálogo con el programa "Exactas para Todos", los satélites tomarán más de 200 imágenes diarias, independientemente de las condiciones meteorológicas y de la hora del día, de distintas zonas de la tierra, en tiempo real y en modo almacenado, con una resolución espacial entre 10 y 100 metros y con diferentes ángulos de observación. 

La tecnología aplicada significará una gran ayuda para la agricultura, la hidrología y para el área de salud, debido a su comprobado impacto socio-económico.

Los mapas de humedad de suelo serán obtenidos sobre un área de interés de alrededor de 83 millones de hectáreas de la región pampeana argentina, cubriendo toda esta zona aproximadamente cada seis días. A su vez, en base a estos mapas, la misión ha desarrollado a nivel operativo tres aplicaciones centrales, denominadas "estratégicas" por su importante  impacto socio-económico.

Dos de las tres aplicaciones centrales están dirigidas a agricultura (proyecto conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria-INTA) y el tercero a hidrología (proyecto conjunto con el Instituto Nacional del Agua-INA), con tres objetivos generales. 

-El primero, brindar soporte a los productores agrícolas en el proceso de toma de decisión en relación a siembra, fertilización y riego, en cultivos tales como soja, maíz, trigo y girasol, por ejemplo para la optimización en el uso de fertilizantes,

-El segundo, ofrecer soporte a los productores agrícolas en relación al uso de agroquímicos (fumigación) para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis de la espiga de trigo,

-Y el tercero, mejorar la gestión de riesgos y emergencias hidrológicas, potenciando la capacidad de modelación hidrológica y de pronóstico, de manera de minimizar las pérdidas económicas debidas a inundaciones.