Chequeá tus lunares de manera gratuita para prevenir el cáncer de piel

Por cuarto año consecutivo, la firma La Roche Posay lanza el “Skin Check on Tour” una campaña de prevención del Cáncer de Piel que ofrece un chequeo de lunares gratuito de la mano de profesionales de la dermatología con el objetivo de concientizar acerca de la importancia del chequeo regular de lunares como método de prevención. Los consultorios móviles se instalarán el día viernes 14 en Plaza Urquiza y el sábado 15 en el Shopping del Solar, de 10 a 13.30 y de 16 a 19.30. 

El melanoma es el el cáncer de piel es el más grave debido a que puede diseminarse y, si bien representa el 5% de los diferentes cánceres de piel, es el causal del 90% de las muertes por esta enfermedad. Es fundamental la detección temprana de lesiones sospechosas para poder actuar a tiempo, el 90% de los casos de cáncer de piel (no melanoma), pueden ser curados si se detectan a tiempo. 

Durante la campaña un tráiler móvil con 2 consultorios recibirá a las personas que serán atendidas por un equipo de dermatólogos expertos en dermatoscopía, quienes revisarán y controlarán los lunares, brindando un diagnóstico personalizado, junto con el asesoramiento del uso de protector solar acorde a las necesidades de su piel. Además, entregarán el UV Patch, una tecnología exclusiva de La Roche-Posay. UV PATCH es el primer parche electrónico conectado a una app que mide la radiación solar a la que la piel está expuesta y da consejos acerca de cómo actuar responsablemente bajo el sol.

Antes del inicio del recorrido de los consultorios móviles, el médico Luis Agustin Bollea Garlatti -ex residente y jefe de residentes del servicio de Dermatología del Hospital Italiano de Buenos Aires y ex fellowship en Oncología cutánea y cirugía micrográfica de Mohs en Hospital Italiano de Buenos Aires- brindó precisiones sobre los cuidados necesarios de la piel para evitar complicaciones. 

Aquí, la entrevista completa: 

El cáncer de piel es el tumor más frecuente del ser humano y es causado principalmente por la radiación ultravioleta que emiten el sol y las camas solares. En las últimas décadas aumentó su incidencia, incluso en pacientes jóvenes, debido a la moda del bronceado y al daño de la capa de ozono, entre otros factores. La radiación ultravioleta produce mutaciones en el ADN de las células que pueden hacer que estas se transformen en malignas; el daño es acumulativo, por lo cual resulta fundamental proteger la piel durante toda la vida, desde el nacimiento. Existen distintos tipos de cáncer de piel, algunos con pronóstico sombrío. Otra consecuencia del daño solar es la aceleración del envejecimiento cutáneo con aparición de arrugas y manchas.

No existe un bronceado saludable. El bronceado es un mecanismo de defensa de nuestra piel contra la radiación ultravioleta. Al ser agredidas las células de la piel aumentan la síntesis de un pigmento llamado melanina; éste actúa como un paraguas que intenta proteger al ADN de un daño mayor. Por lo tanto cuando nos bronceamos la piel ya sufrió y está tratando de defenderse. Con las medidas de fotoprotección adecuadas se pueden realizar actividades al aire libre y disfrutar del día mientras cuidamos nuestra piel. El bronceado no es aconsejable.    

En el día a día, suponiendo que la exposición solar será breve en la calle para trasladarse de un lugar a otro, puede protegerse la piel del rostro, cuero cabelludo, cuello, escote, manos, y piernas en las mujeres. Si la actividad será mas prolongada, como por ejemplo para hacer deportes, trabajos o actividades al aire libre, lo ideal es proteger toda la superficie cutánea, ya que las prendas de vestir habituales no protegen contra la radiación ultravioleta.   

El primer llamado de atención de la piel es la coloración rosada o rojiza, la cual puede aparecer en minutos a horas por la inflamación que produjo la radiación ultravioleta en la piel; luego aparece el bronceado. Con el tiempo surgen signos de daño solar crónico como manchas oscuras similares a pecas, arrugas, atrofia cutánea y queratosis solares (lesiones descamativas, ásperas al tacto)

Como norma general el protector solar adecuando debe tener un factor de protección solar (FPS) 50; en pieles mas morenas podría utilizarse un protector con FPS 30. Lo ideal es realizar una consulta con un dermatólogo, porque ademas del color deben tenerse en cuenta otras características de la piel, como por ejemplo el grado de oleosidad, para indicar un protector que resulte cómodo para cada persona y que realmente pueda aplicárselo con la frecuencia que corresponde. Existen protectores solares en forma de cremas, geles, fluidos, aerosoles, incluso compactos que actúan también como maquillaje. Lo importante es que el protector se aplique media hora antes de la exposición, y luego debe renovarse cada dos horas.  

Deben llamar la atención los lunares que crecen y/o que cambian sus características de color, forma y bordes, y aquellos que aparecen después de los 50 años de edad. Las lesiones que tienen varios colores, bordes irregulares o forma asimétrica siempre resultan sospechosas.    

La dermatoscopía es una técnica no invasiva que aumenta enormemente la precisión del diagnóstico de melanoma (cáncer de piel) y permite su diagnóstico precoz, imposible de realizar de otra manera. Se utiliza para el control de lunares y otras lesiones de piel. Se realiza con un aparato similar a una lupa, que a través de una iluminación especial nos permite ver estructuras microscópicas y de esta manera mejorar la sensibilidad y especificidad del diagnóstico.

Ademas de utilizar protectores solares de la manera ya mencionada, debe evitarse la exposición solar directa en el horario de 11 a 16 hs. Utilizar anteojos de sol con filtros ultravioleta. No utilizar camas solares y realizar al menos una visita anual al dermatólogo para control de todos los lunares.