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Destrozado: el drama de Santucho en el corazón del Mercado del Norte

HISTORIAS DE ACÁ

"Acá hay una mafia", denuncia la familia de uno de los puesteros más emblemáticos del microcentro tucumano. "El ataque lo perpetraron 10 personas con amoladoras y martillos, destrozaron todo". ¿Qué pasó?

Lo único que quedó del puesto: la foto familiar de los Santucho.





Sergio Santucho tenía 22 años cuando empezó a trabajar en el Mercado del Norte. Todas las mañanas, antes de que salieran a la calle los viejos diarios de papel, abría los puestos 90-92-93 de la pescadería La Competidora, cuyo dueño le dejó los puestos como indemnización al entrar en quiebra, víctima de una de las tantas crisis de este país. Santucho no se quebró, siguió abriendo el puesto al alba, y con esos viejos diarios de papel envolvía los pescados y mariscos frescos que llegaban en camiones de Diamante y Victoria, a orillas del río Paraná en Entre Ríos.  

Hoy Sergio Santucho tiene 50 años y fue internado víctima de un pico de presión arterial. No aguantó lo que sus ojos vieron, simplemente no aguantó: su lugar de trabajo durante casi 30 años partido por la mitad, el toldo cortado por amoladoras, el vidrio del mostrador donde va el hielo picado con las cabezas de los pescados y las hamburguesas de merluza rebosadas, ese vidrio destrozado con martillos, las luces reventadas con palos, las chapas de los freezers vencidas y los cables de los motores de las heladeras arrancados sin peligro de electrocución porque hasta el medidor fue arrancado. 

La historia del desguace sufrido en el corazón del Mercado del Norte la cuenta Maximiliano, el sobrino de Santucho que se recupera de su salud, pero que no sabe qué va a comer: "Hace tres semanas el director del Mercado del Norte, Oscar Gramajo, nos clausuró el local argumentando temas de higiene. Nosotros cumplimos con todo lo que nos pidió: pintamos, cambiamos los motores, las luces, todo. Sin embargo, cuando el último domingo fuimos a continuar con las refacciones encontramos todo este escenario, todo destrozado. Nos avisó un puestero que un grupo de vándalos con acceso al Mercado del Norte entró el domingo y rompió todo".

La denuncia de la familia Santucho es grave. Mientras dialogan con eltucumano.com es inevitable comparar el semblante apagado, serio, desolador en comparación con la foto que se salvó del ataque: es una imagen donde está Sergio Santucho con Caro y Vanesa, sus dos hijas, sonrientes entre las ofertas de sábalo y atún. "Estamos en la calle. Nosotros vivimos al día. No tenemos para comer. Los puesteros del Mercado nos ayudan pero ya nos da vergüenza recibirles lo que nos dan. Acá hay una mafia que responde a Gramajo. Él dio la orden del ataque al puesto. Cada puesto cuesta unos 150 mil pesos. Quieren quitar los puestos para dárselos a otros. Hasta el presidente de la Cooperativa, Alejandro Ponce, está con ellos. Los vemos cómo viven con 4x4, tienen de todo. Nosotros somos de Villa Alem y San Francisco, gente trabajadora", cierra Maximiliano y pide la presencia del intendente Germán Alfaro como mediador del conflicto: "Es el único que puede hacer algo. Hoy somos un par de familias que nos estamos quedando en la calle. El día de mañana va a ser peor".

Así quedó el puesto de la pescadería La Competidora: