Se fue sin pagarle al lavacoches porque "había demorado mucho"
Viral
Un hombre que presenció la escena en avenida Perón, en Yerba Buena, utilizó las redes sociales para llamar a la reflexión. “La violencia que cada vez es mayor, esa es la verdadera grieta”, posteó en Facebook.
Este sábado un usuario de Facebook
escribió una publicación que ya cuenta con más de 3.700 reacciones y 2.600 compartidos. Pablo S. Scrocchi relató una situación -cuanto menos, injusta- que le tocó presenciar en la avenida Perón en Yerba Buena cuando un hombre junto a su esposa se negó a pagar el lavado del auto a un joven que se gana la vida haciendo este tipo de changas.
Según el relato de Scrocchi, el conductor de un Chevrolet Cruze se negó a pagarle al muchacho aduciendo "que se había demorado mucho" y "que le faltaban algunos detalles".
“Hoy me tocó instalar unos muebles en unas oficinas en la planta alta del Open en la presidente Perón. En un intervalo salí a fumar al balcón y vi al muchacho de la imagen lavando autos. El pierna lavaba los autos con 2 pulverizadores a gatillo de 1/2 litro cada uno, los que recargaba con el agua de un descartable de 3 litros. En otro balde tenía el agua con jabón y el trapo. Imagináte el laburo: a los pulverizadores los llenaba 3 veces con el agua del descartable para enjuagar”, describió en el relato.
“A pesar de todo, tenía un trato muy amable y lavó un auto alta gama con un esmero tremendo, dadas las condiciones precarias y el calor que hacía. Pero como nunca falta, apareció uno que le reclamó que se había demorado mucho y de yapa se puso a marcarle algunos detalles que se le habían pasado en el lavado. El muchacho humildemente le pedía disculpas y ofrecía repasarlo, pero el dueño del Chevrolet Cruze se negó y, con su esposa a la par, subieron y se fueron sin darle nada. El muchacho lo veía alejarse mientras hacía un gesto negativo con la cabeza, como no creyendo lo que pasaba".
“Hoy me tocó instalar unos muebles en unas oficinas en la planta alta del Open en la presidente Perón. En un intervalo salí a fumar al balcón y vi al muchacho de la imagen lavando autos. El pierna lavaba los autos con 2 pulverizadores a gatillo de 1/2 litro cada uno, los que recargaba con el agua de un descartable de 3 litros. En otro balde tenía el agua con jabón y el trapo. Imagináte el laburo: a los pulverizadores los llenaba 3 veces con el agua del descartable para enjuagar”, describió en el relato.
“A pesar de todo, tenía un trato muy amable y lavó un auto alta gama con un esmero tremendo, dadas las condiciones precarias y el calor que hacía. Pero como nunca falta, apareció uno que le reclamó que se había demorado mucho y de yapa se puso a marcarle algunos detalles que se le habían pasado en el lavado. El muchacho humildemente le pedía disculpas y ofrecía repasarlo, pero el dueño del Chevrolet Cruze se negó y, con su esposa a la par, subieron y se fueron sin darle nada. El muchacho lo veía alejarse mientras hacía un gesto negativo con la cabeza, como no creyendo lo que pasaba".
A la luz de la situación, Scrocchi reflexionó en su posteo que "a pesar de que lo sabía y que desde hace años lo digo, esta situación explica la violencia que cada vez es mayor: esa es la verdadera grieta”.
