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Ruta 38: Una intensa humareda pone en peligro a los conductores

Quema de Caña

Productores denuncian que la visibilidad es reducida en el tramo comprendido entre Alberdi y Acheral. Una práctica arraigada culturalmente que genera múltiples daños en zonas urbanas y rurales.

El humo de la quema de caña representa un peligro para los conductores en la ruta 38.





Una intensa humareda producida por la quema de caña cubre la nueva Ruta 38, en el tramo comprendido entre Acheral y Alberdi, al sur de la capital tucumana. Productores que este jueves utilizaron la autovía para dirigirse a trabajar en campos de esa zona se comunicaron con eltucumano.com para advertir sobre el peligro que significa la baja visibilidad para los conductores que transitan por la zona. 



La práctica de la quema de caña se remonta a los inicios de la actividad azucarera en la Provincia. Si bien en la actualidad la mayoría de los productores están trabajando para obtener la certificación Local GAP de buenas prácticas productivas, aún quedan resabios de esta costumbre arraigada en la cultura local. 

“Las parvas y los parvines (el hollín encendido) pueden volar entre 300 y 400 metros”, informó un productor que esta mañana observó con preocupación la situación en la ruta que transita todos los días para ir a trabajar. Entre los perjuicios que genera la quema de caña y pastizales figuran el incremento de enfermedades respiratorias y oftalmológicas, la afectación de las redes de tendido eléctrico, el peligro de incendio en viviendas cercanas a los cañaverales y la reducción de visibilidad en rutas y caminos. 

 “La Facultad de Agrononomía (UNT) enseña que la quema de caña es una práctica anticuada, que se utilizaba antaño para generar un rebrote más vigoroso de la cepa. También, para quemar las malezas del rastrojo y facilitar la cosecha manual. Pero ahora son las máquinas integrales las que se ocupan de eliminar la hojarasca y de realizar el despunte, sin necesidad del fuego. Ahora, gracias a la tecnología, se obtiene un producto molible, listo para llevar al canchón del ingenio”, completó. 

Allí, donde los productores entregan la caña, es donde está prevista la acción del Estado para aplicar la ley vigente a través de la prohibición del ingreso de la materia prima incinerada a la industria. “En campañas con muchas heladas como la que estamos teniendo, la quema de caña en pie es mucho más frecuente porque detiene la acción del frío. Sin embargo, es una medida que sólo sirve en el corto plazo porque la calidad del cultivo se deteriora en el mediano y largo plazo. Por otra parte, también genera pérdidas económicas porque los ingenios no reciben caña quemada", apuntó el ingeniero agrónomo que se comunicó con eltucumano.com.    

En este sentido, el denunciante -quien pidió mantener su nombre en reserva- sostuvo que año a año va disminuyendo la quema, pero que es necesario que el Estado siga trabajando para eliminar este flagelo que se hace presente en cada zafra. “La mayoría de los ingenios están trabajando para lograr la certificación Local GAP, que promueve las buenas prácticas agrícolas y el equilibrio entre la producción, el cuidado medio ambiental y el desarrollo social. El futuro de la actividad va en este sentido”, cerró.