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Manzur le pidió la renuncia a su secretario de Relaciones Institucionales

DECISIÓN INESPERADA

Bernardo García Hamilton había atacado a Alperovich en TV y redes sociales. Lo comparó con el “perro familiar”.





Pasadas las 17 de este jueves, el gobernador Juan Luis Manzur le pidió la renuncia a su secretario de Relaciones Institucionales (RRII), Bernardo García Hamilton, quien lo acompañó desde el comienzo de su gestión, en 2015.

El pedido, que tomó por sorpresa al resto del gabinete provincial, se dio luego de que el funcionario provincial atacara al ex gobernador José Alperovich, primero por televisión y luego a través de las redes sociales. García Hamilton comparó al actual senador con el Perro Familiar, personaje mitológico tucumano que se caracterizaba por hacer desaparecer a trabajadores rurales.

“Así como este perro espectral que arrastraba cadenas era el disciplinador de los obreros que se rebelaban contra el patrón del ingenio, José Alperovich fue el disciplinador de los tucumanos y de los peronistas durante sus 12 años de gestión”, escribió en uno de los párrafos de la publicación que ilustró con un dibujo del ex mandatario en el cuerpo de un perro.



El ahora ex secretario de RRII confirmó el pedido de renuncia en Radio Rivadavia, y adelantó que le enviará su dimisión en las próximas horas. “El Gobernador Manzur me pidió la renuncia hace un par de horas. Y le respondí que ya le mando la renuncia a mi cargo de Secretario de Relaciones Institucionales. El gobernador es un hombre muy serio”, explicó.


García Hamilton eliminó las publicaciones realizadas en redes sociales luego del efecto negativo que causaron.


El texto completo de la publicación

EL PERRO FAMILIAR DEL SIGLO XXI

Así como este perro espectral que arrastraba cadenas era el disciplinador de los obreros que se rebelaban contra el patrón del ingenio,  #JoséAlperovich fue el disciplinador de los tucumanos y de los peronistas durante sus 12 años de gestión.


Pero él no lo hacía desapareciendo gente como “el Familiar”, sino de una forma más moderna: al pobre que no lo aplaudía cuando iba al barrio, le quitaba el plan social; a los estatales precarizados que no estaban en su línea política, los dejaba sin trabajo; a los empresarios que no eran “generosos” con él, no les daba obras. Al peronismo lo degradó a una máquina de hacer elecciones -y encima con bolsones-, el peronismo dejó de ser el compañero del pobre, el oído de la mujer que sufre, el brazo o la mano de quien acompaña a alguien a un repartición pública u hospital a resolver un problema.


Así como el #PerroFamiliar es una leyenda urbana del pasado, lo mismo pasa con Alperovich.