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Cambiemos necesita acortar 35.000 votos al Frente Justicialista para empatar

CAMINO A OCTUBRE

A pesar de la abultada derrota, el sistema D'Hont reduce la diferencia y vuelve la carrera por las cuatro bancas en Diputados un mano a mano que no admite errores. El peronismo tropezó con Juan Manzur. El macrismo deberá enmendar el error que cometió al ningunear a Domingo Amaya.





La carrera al 22 de octubre, por cuatro bancas en Diputados, comenzó. El Frente Justicialista por Tucumán (FJT) lleva la ventaja a Cambiemos por el Bicentenario (CpB) por más de 198.000 votos. De repetirse el resultado de las PASO, el peronismo se haría con tres de los lugares en juego en el Congreso de la Nación.
Sin embargo, y pese a la amplia diferencia en el resultado total, la distancia que debe recortar el frente macrista tucumano para equiparar el reparto de asientos es de poco más de 18.000 votos, una tarea difícil pero no imposible, lo que pondrá condimento a la lucha que tendrá lugar estos dos meses previos a las elecciones generales.
El sistema D'Hont, que se utiliza en las Elecciones Legislativas, establece que la cantidad de votos obtenidos por cada una de las fuerzas se divida en la cantidad de lugares en juego, en este caso cuatro. Se escogen los cocientes más altos.
1- Osvaldo Jaldo, de FJT (con un cociente de 483.366)
2- José Cano, de CpB (con un cociente de 284.913)
3- Gladys Medina, de FJT (con un cociente de 241.683)
4- Pablo Yedlin, de FJT (con un cociente de 161.122)
*Reparto de bancas según resultado de las PASO 2017
Beatriz Ávila, primera dama municipal y ex concejal y legisladora, obtuvo un cociente de 142.456 votos, lo que la deja a menos de 20.000 votos de ocupar la cuarta banca que, hasta ahora, pertenece a Pablo Yedlin.
El FJT ganó en 15 de los distritos; sólo perdió en Capital y Yerba Buena, en manos del peronismo disidente y del radicalismo, respectivamente, ambos integrantes del CpB.
La distancia en San Miguel de Tucumán, a diferencia de 2015, es ínfima. El intendente Germán Alfaro festejó los 30.000 votos que José Cano ─fogoneado por Ávila─ le sacó a Osvaldo Jaldo, pero la diferencia en términos de frentes políticos fue de 8.000 votos, casi 49.000 menos que en la elección pasada.
El ninguneo de Cano y compañía a Domingo Amaya durante la campaña habría sido uno de los factores de la remontada peronista, según revelaron fuentes de la Secretaría de Vivienda y Hábitat al portal especializado La Política Online. De cara a octubre, el "Colorado" podría ser clave para la recuperación de votos en Capital..
En este sentido, Pablo Yedlin sería el gran perjudicado. Es justamente su cuarto lugar en las PASO lo que está en juego en octubre, ni más ni menos. En 2015, cuando se presentó como candidato a intendente, Alfaro superó al actual secretario general de la Gobernación por 33.000 votos. Un análisis anticipado del gobernador Juan Luis Manzur podría complicar aún más su panorama.
"Cristina cumplió un ciclo", le dijo el mandatario provincial a los periodistas de La Gaceta que lo recibieron cerca de la medianoche del domingo, mientras en el búnker de Cristina Fernández aún esperaban los resultados del escrutinio. La frase de Manzur resonó fuerte en La Cámpora Tucumán y también en Unidad Ciudadana, ambos movimientos afines a la ex presidenta.
Desde el camporismo se expresaron con un duro comunicado y un mensaje claro para el gobernador: "Debería revisarse esa actitud, porque muchos de los miles de votantes tucumanos que el pasado domingo aportamos nuestro voto al Frente Justicialista, nos sentimos identificados con Cristina Fernández de Kirchner".
Si bien en el peronismo puro y duro de Tucumán se pregona la frase "el peronista sólo vota peronistas", el solo hecho de pensar en una represalia extrema del cristinismo tucumano ─ninguneado desde que comenzó la discusión camino a las PASO─ podría costarle al Frente Justicialista la tercera banca que desde el domingo sacan a relucir en cuanto micrófono se cruza durante visitas a obras. Los 23.000 votos de la lista Magenta que responde a la ex mandataria ─10.000 de ellos en Capital─ podrían equiparar la lucha si por casualidad la decisión fuera, por ejemplo, votar en blanco. ¿Y votar a la Izquierda? Nada está descartado.
A Beatriz Ávila le restan exactamente 18.666 votos para ocupar la cuarta banca en juego. Cambiemos tocó techo y perdió suelo. Dependerá de cómo trabajen desde abajo para remontar la aplastante derrota y de cómo juegue el manzurismo para reconquistar a sus filas cristinistas. Una gota de sudor frío recorre la espalda de Pablo Yedlin.

La carrera al 22 de octubre, por cuatro bancas en Diputados, comenzó. El Frente Justicialista por Tucumán (FJT) lleva la ventaja a Cambiemos por el Bicentenario (CpB) por más de 200.000 votos. De repetirse el resultado de las PASO, el peronismo se haría con tres de los lugares en juego en el Congreso de la Nación.

Sin embargo, y pese a la amplia diferencia en el resultado total, la distancia que debe recortar el frente macrista tucumano para equiparar el reparto de asientos es de poco más de 35.000 votos, una tarea difícil pero no imposible, lo que pondrá condimento a la lucha que tendrá lugar estos dos meses previos a las elecciones generales. Teniendo en cuenta, además, que se estima que la participación crezca entre un 2 y un 3 por ciento, serían unos 30.000 los votos que aún permanecen sin dueño y que se suman a los más de 25.000 de las fuerzas que no superaron las primarias.

El sistema D'Hont, que se utiliza en las Elecciones Legislativas, establece que la cantidad de votos obtenidos por cada una de las fuerzas se divida en la cantidad de lugares en juego, en este caso cuatro. Se escogen los cocientes más altos.

1- Osvaldo Jaldo, de FJT (con un cociente de 494.543)
2- José Cano, de CpB (con un cociente de 294.389)
3- Gladys Medina, de FJT (con un cociente de 247.794)
4- Pablo Yedlin, de FJT (con un cociente de 164.796)

*Reparto de bancas según escrutinio definitivo de las PASO 2017



Beatriz Ávila, primera dama municipal y ex concejal y legisladora, obtuvo un cociente de 147.194 votos, lo que la deja a tiro de ocupar la cuarta banca que, hasta ahora, pertenece a Pablo Yedlin.

El FJT ganó en 15 de los distritos; sólo perdió en Capital y Yerba Buena, en manos del peronismo disidente y del radicalismo, respectivamente, ambos integrantes del CpB.

La distancia en San Miguel de Tucumán, a diferencia de 2015, es ínfima. El intendente Germán Alfaro festejó los 30.000 votos que José Cano ─fogoneado por Ávila─ le sacó a Osvaldo Jaldo, pero la diferencia en términos de frentes políticos fue de 8.000 votos, casi 49.000 menos que en la elección pasada.

El ninguneo de Cano y compañía a Domingo Amaya durante la campaña habría sido uno de los factores de la remontada peronista, según revelaron fuentes de la Secretaría de Vivienda y Hábitat al portal especializado La Política Online. De cara a octubre, el "Colorado" podría ser clave para la recuperación de votos en Capital.

En este sentido, Pablo Yedlin sería el gran perjudicado. Es justamente su cuarto lugar en las PASO lo que está en juego en octubre, ni más ni menos. En 2015, cuando se presentó como candidato a intendente, Alfaro superó al actual secretario general de la Gobernación por 33.000 votos. Un análisis anticipado del gobernador Juan Luis Manzur podría complicar aún más su panorama.

"Cristina cumplió un ciclo", le dijo el mandatario provincial a los periodistas de La Gaceta que lo recibieron cerca de la medianoche del domingo, mientras en el búnker de Cristina Fernández aún esperaban los resultados del escrutinio. La frase de Manzur resonó fuerte en La Cámpora Tucumán y también en Unidad Ciudadana, ambos movimientos afines a la ex presidenta.



Desde el camporismo se expresaron con un duro comunicado y un mensaje claro para el gobernador: "Debería revisarse esa actitud, porque muchos de los miles de votantes tucumanos que el pasado domingo aportamos nuestro voto al Frente Justicialista, nos sentimos identificados con Cristina Fernández de Kirchner".

Si bien en el peronismo puro y duro de Tucumán se pregona la frase "el peronista sólo vota peronistas", el solo hecho de pensar en una represalia extrema del cristinismo tucumano ─ninguneado desde que comenzó la discusión camino a las PASO─ podría costarle al Frente Justicialista la tercera banca que desde el domingo sacan a relucir en cuanto micrófono se cruza durante visitas a obras. Los 23.000 votos de la lista Magenta que responde a la ex mandataria ─10.000 de ellos en Capital─ podrían equiparar la lucha si por casualidad la decisión fuera, por ejemplo, votar en blanco. ¿Y votar a la Izquierda? Nada está descartado.

A Beatriz Ávila le restan exactamente 35.205 votos para ocupar la cuarta banca en juego. Cambiemos no tocó techo, pero perdió suelo. Dependerá de cómo trabajen desde abajo para remontar la aplastante derrota y de cómo juegue el manzurismo para reconquistar a sus filas cristinistas. Una gota de sudor frío recorre la espalda de Pablo Yedlin.