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Una alternativa ecológica para proteger al limón tucumano

CIENCIA AMBIENTAL

Científicos del Proimi descubrieron proteínas que pueden combatir los hongos que tienen a perjudicar las plantaciones del citrus en la provincia.

Parte del equipo que aisló y estudió a las levaduras "killer". Foto: Conicet





Un grupo de investigadores del Conicet que se desempeña en la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (Proimi) descubrió la existencia de proteínas que se pueden utilizar para hacerle frente a los hongos que crecen en las cosechas del limón tucumano.

Las mismas fueron bautizadas como levaduras Killer (asesinas, en inglés). Aunque el nombre parece intimidante, son asesinas de hongos que afectan al citrus y no representan un peligro para los humanos.

Después de ser cosechados, los limones se convierten el víctimas de algunas amenazas. Entre ellas, una de las principales es la de los hongos, que deterioran rápidamente el fruto y generan pérdidas que impactan en la industria citrícola, que por estos días pudo colocar nuevamente sus productos en el mercado estadounidense.

 El Penicillium digitatum, por ejemplo, es el hongo que produce una enfermedad denominada “podredumbre verde”.El Penicillium italicum , en cambio, se conoce como“moho azúl“. Ambos pueden enfermar al limón severamente-.

“Con el objetivo de generar una alternativa al uso de fungicidas sintéticos y así evitar las consecuencias negativas que producen, buscamos un agente biológico que pudiera batallar contra las enfermedades post-cosecha producidas por hongos de una manera eficiente y sustentable”, indicó Julián Dib, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del PROIMI, que formó parte del grupo que realizó la investigación.

“Actualmente estamos trabajando con tres cepas que presentaron niveles de protección superiores al 90%.  Pero además, las levaduras demostraron que pueden preservar la fruta por períodos de hasta 40 días en frío, demora que tiene el limón en exportarse y llegar- vía marítima- al mercado europeo y asiático desde nuestro país”, agregó acerca de las levaduras killer, que fueron identificadas de un grupo de más de 400 cepas.

Por su parte, la becaria del Conicet María Florencia Pérez, explicó un poco más acerca de cómo funciona el descubrimiento. "En sí, el bioproducto que estamos generando proviene de la misma planta. Eso significa que estos organismos nativos tienen ciertas ventajas adaptativas sobre nuestros limones en comparación a cualquier otro producto biológico foráneo que posea características similares”, explicó.

Desde un comunicado del Conicet, indicaron que particularmente, las levaduras Killer son organismos capaces de producir y secretar toxinas killer, que son proteínas o glicoproteínas con la habilidad de inducir específicamente la muerte de otras células microbianas, tales como los hongos filamentosos. Es decir que, a través de ellas, se podría reemplazar parcial o totalmente el uso de agroquímicos para combatir los hongos del limón.

Los trabajos se hicieron con la colaboración de la citrícola San Miguel, ubicada en Tucumán. Los científicos del PROIMI también recibieron asistencia de expecialistas de la Universidad Tecnológica de Malasia (UTM), a través de un proyecto conjunto que impulsa el uso de este producto.

Los miembros del equipo: María Florencia Pérez y Ana Sofía Isas, y la tesista de grado Julia Pérez Ibarreche, todos integrantes de la Planta Piloto. Y por el lado de la cítricola, Jacqueline Ramallo y Milena Sepúlveda.