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Científicas tucumanas encuentran 13 plantas medicinales en la Puna

NATURALEZA Y SALUD

Descubrieron propiedades antiinflamatorias en extractos hidroalcohólicos. Así podrían desarrollarse fármacos eficaces y más inocuos que los actuales.




Mientras que ciertos fármacos habituales comienzan a perder efectividad o confiabilidad (como el caso de los antibióticos, que genera resistencia en las bacterias), la medicina actual busca alternativas. En este contexto, científicas del Conicet y la UNT encontraron propiedades antiinflamatorias en 13 plantas de la Puna, según confirmó a la Agencia CyTA la doctora María Inés Isla, directora del Instituto de Bioprospección y Fisiología Vegetal (Inbiofiv) del Conicet y la Facultad de Ciencias Naturales de la UNT.


Pájaro Bobo

Los extractos hidroalcohólicos de estas plantas son el puntapié para el desarrollo de fármacos eficaces y más inocuos que los utilizados actualmente. Según consigna la revista “Journal of Ethnopharmacology”, entre las especies con potencial para convertirse en “aspirinas verdes” figuran la tola (Parastrephia lucida), la tramontana (Ephedra multiflora) y pájaro bobo (Tessaria absinthioides).

En estas instancias, la efectividad se encuentra en periodo de prueba. “Pretendemos seguir estudiando estas especies vegetales en líneas celulares y animales de experimentación para demostrar su actividad antiinflamatoria en organismos complejos y, si todo sale bien, más adelante en humanos”, explicó la doctora María Rosa Alberto, profesora de la UNT e integrante del Laboratorio de Investigación de Productos Naturales (Lipron), del Inbiofiv.

La mayoría de los antiinflamatorios comerciales inhiben la enzima ciclooxigenasa, involucrada en la producción de inflamación. Sin embargo, las plantas estudiadas bloquean otras enzimas que desempeñan un papel en enfermedades inflamatorias crónicas como el asma y las alergias.


Tola

“Es importante la búsqueda de productos alternativos sin efectos secundarios indeseables para tratar las inflamaciones crónicas”, indicó otra de las autoras del trabajo, Romina Torres Carro, becaria doctoral del Conicet en el Inbiofiv. También participaron del trabajo Samanta Thomas-Valdes, Felipe Jiménez-Aspee y Guillermo Schmeda-Hirschmann, de la Universidad de Talca, Chile. 

Tramontana