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Café sobre tres ruedas: la cafetería móvil de Tucumán

emprendimiento

Se llama Café Bike. Cristian Aguilar la construyó junto a su esposa, con sus propias manos. Y ahora es fuente de trabajo para cinco personas. Por el emprendimiento, recibió un premio del ministerio de Desarrollo Social.




Cristian Aguilar diseñó, pensó y construyó la primera cafetería móvil de la provincia.


Se trata de Café Bike, un triciclo de reparto modificado, que tiene montado, en su cuadro, una barra café de dos  metros de largo.


“Hemos gastado $63.000 para construirla. La hicimos con nuestras propias manos”, comenta Christian, de 39 años, quien junto a su mujer, Carolina, pusieron en marcha proyecto que empezó en 2015.


Café Bike tiene un toldo elegante, su estructura es de madera laqueada (cedro rosado) y posee una barra para apoyar los pocillos. Un sistema eléctrico que “se carga como un celular” le abastece de una autonomía de hasta cinco horas para hacer cafés. Y sus tres ruedas le permiten moverse de un punto a otro de la ciudad.




“Está todo bien calculadito para que se pueda trasladar, el calibre de los elásticos, el peso, la estructura”.


La primera vez que el Café Bike salió a la calle fue el 7 de Julio del año pasado, en el acto por inauguración del Monumento del Bicentenario. “Ese día vendimos $11.000 en café y mucha gente se sacó fotos con nosotros”, recuerda Christian a eltucumano.com.


Desde entonces los invitaron a eventos, fiestas y reuniones.  Y consiguieron un permiso para establecerse por las mañanas dentro del ex predio ferial Norte, donde funcionan oficinas del INTI, Desarrollo Social y Defensa Civil, entre otras.


Los domingos, se instala la Feria del Bicentenario, Mate de Luna al 1.400. “Cuando nos pusimos en Casa Histórica había una fila de una cuadra de gente que esperaba por el café. No se iban y eso que hacía mucho frío”.


El menú del Café Bike incluye café irlandés, carajillo, capuchino, leche cortada, jugos, ensaladas de frutas y artículos de panadería, entre los 50 ítems de la carta.





Cristian empezó el proyecto con un amigo, quien luego prefirió no continuar. En una foto tomada en Filipinas vieron una café móvil como este. Y de ahí tomaron la idea.


Entonces, en la terraza de su edificio construyó junto a su mujer el carrito sobre ruedas. “Pasamos mucho calor en verano y mucho frío en invierno”, comenta Christian.


Durante seis meses tuvieron que parar la construcción porque no tenían dinero. Christian entonces consiguió trabajo de mozo en el bar Totem, del Parque 9 de Julio. “Me sirvió para aprender el oficio de cafetero. Amo el café”.


Se contactó con cafeteros de Colombia, Alemania y Chile para pedirle consejos. Dice que los cargoseaba hasta que le daban bolilla.


En este tiempo, Christian ayudó a la construcción de dos carros similares: uno que fue a Buenos Aires, a Plaza Dorrego, y a otro a Resitencia, Chaco. “Pero no funcionaron como acá”, dice.


Su empuje dio frutos. Su proyecto fue premiado entre 400 emprendimientos del ministerio de Desarrollo Social de la provincia. Y el premio incluyó herramientas y un microcrétido para empezar con el segundo Café Bike, que en menos de un mes estará listo.





Con el emprendimiento, Christian creó cinco puestos de trabajo. Diariamente atienden él, quien es el cafetero, su mujer, su suegra y una joven que contrataron para que los ayude, quienes se encargan de servir y llevar los cafés. Además compran los sánguches a una señora de su barrio.  


Ha sido muy duro, pero ya estamos en marcha”, dice y pedalea arriba del Café Bike.