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Donald Trump pone en riesgo el reingreso del limón tucumano a Estados Unidos

MERCADO INTERNACIONAL

El discurso de asunción del 45° presidente estadounidense dejó algunas ideas sobre lo que podría ser su política comercio exterior.





El regreso del limón tucumano a Estados Unidos podría no ser tan exitoso como se esperaba, o no ser. La política ultra proteccionista del flamante presidente republicano Donald Trump amenaza seriamente las expectativas de citricultores locales, y más aún las de Casa de Gobierno.
El discurso de toma de poseción del 45° presidente norteamericano tuvo pasajes repletos de advertencias para quienes intenten comercializar sus productos con el mercado más exigente del mundo. Para ellos, como para Tucumán, el mensaje fue claro: América primero.
"Desde ahora una nueva visión gobernará nuestra tierra, de ahora en adelante va a ser sólo EE.UU. primero. Cada decisión en comercio o impuestos o inmigración, o relaciones exteriores, serán tomadas para beneficio de los trabajadores de EE.UU. y las familias de EE.UU.", exclamó Trump ante la mirada atenta de millones de personas de todo el mundo a través de los medios.
Por si la anterior premisa de lo que será la gestión del polémico mandatario no quedara clara, segundos después lanzó una frase que seguramente causó escalofríos no sólo a los productores tucumanos: "Seguiremos dos reglas muy simples: compre americano y contrate americano". Si bien aseguró que buscará "amistad y buenas relaciones con el exterior", lo hará "con el entendimiento que es el derecho de todas las naciones poner su propio interés primero".
Tanto para Casa de Gobierno como para empresarios, el mercado estadounidense es un mercado icónico. No se espera dar un salto cuantitativo, sino uno cualitativo que permita el ingreso a otros mercados igual o más exigentes, y de esa forma poder aumentar la masa exportadora. Sin embargo, la administración de Trump obliga a replantear objetivos ante la amenaza de recarga impositiva que se aplicaría a productos extranjeros. Se habla de entre un 5 y un 10 por ciento de sobrevalor para el bolsillo del norteamericano que no compre americano. ¿Los productores tucumanos estarían dispuestos a sortear este obstáculo comercial?
En este sentido, el ingreso al Sistema General de Preferencias (SGP) hubiera sido un gran alivio, ya que reduciría significativamente los costos de exportación. El régimen SGP es el beneficio más importante brindado por el gobierno norteamericano a países en desarrollo que desean exportar hacia Estados Unidos; es una decisión inherente a los jefes de Estado. La promesa del expresidente Barack Obama a Mauricio Macri no se cumplió y ahora Argentina deberá esperar la decisión del mísmisimo Donald Trump.
El congelamiento de los pedidos de apertura comercial también agrega suspenso al reingreso del limón tucumano. Si bien es una medida aplicada a todos los nuevos pedidos realizados en los últimos días de la saliente administración, el lobby que los productores de California mantienen desde que se conoció la noticia del retorno del cítrico al mercado estadounidense es una amenaza constante.
Pese a haber recibido el beneplácito del Departamento de Agricultura estadounidense durante los últimos días de la administración de Barack Obama, y luego de una década de estudios que confirmaron las óptimas condiciones fitosanitarias del cítrico local, los citricultores californianos están decididos a revertir la decisión tomada por el organismo nacional, a sabiendas de que resta una última etapa antes de que Argentina pueda dar inicio al envío de limones. La principal preocupación de los indignados terratenientes ─aseguran─ es el ingreso de enfermedades de los cítricos, como la mancha negra o el HLB.
Lo que no dicen los productores de limón estadounidense es que el limón tucumano está llamado a cubrir la demanda fuera de temporada, es decir, cuando la oferta del producto es baja y la demanda alta. El ingreso del cítrico argentino aliviaría el requerimiento de los ciudadanos norteamericanos durante su verano y haría bajar el precio hasta un 2 porciento, según estimaciones del propio gobierno norteamericano. Teniendo en cuenta la premisa del flamante presidente sobre mercado y productos nacionales, es un efecto que ─probablemente─ buscará evitar.

El regreso del limón tucumano a Estados Unidos podría no ser tan exitoso como se esperaba, o no ser. La política ultra proteccionista del flamante presidente republicano Donald Trump amenaza seriamente las expectativas de citricultores locales, y más aún las de Casa de Gobierno.

El discurso de toma de posesión del 45° presidente norteamericano tuvo pasajes repletos de advertencias para quienes intenten comercializar sus productos con uno de los mercados más exigentes del mundo. Para ellos, como para Tucumán, el mensaje fue claro: América primero.

"Desde ahora una nueva visión gobernará nuestra tierra, de ahora en adelante va a ser sólo EE.UU. primero. Cada decisión en comercio o impuestos o inmigración, o relaciones exteriores, serán tomadas para beneficio de los trabajadores de EE.UU. y las familias de EE.UU.", exclamó Trump ante la mirada atenta de millones de personas de todo el mundo a través de los medios.

Por si la anterior premisa de lo que será la gestión del polémico mandatario no quedara clara, segundos después lanzó una frase que seguramente causó escalofríos no sólo a los productores tucumanos: "Seguiremos dos reglas muy simples: compre americano y contrate americano". Si bien aseguró que buscará "amistad y buenas relaciones con el exterior", lo hará "con el entendimiento que es el derecho de todas las naciones poner su propio interés primero".

Tanto para Casa de Gobierno como para empresarios, el mercado estadounidense es un mercado icónico. No se espera dar un salto cuantitativo, sino uno cualitativo que permita el ingreso a otros mercados igual o más exigentes, y de esa forma poder aumentar la masa exportadora. Sin embargo, la administración de Trump obliga a replantear objetivos ante la amenaza de recarga impositiva que se aplicaría a productos extranjeros. Se habla de entre un 5 y un 10 por ciento de sobrevalor para el bolsillo del norteamericano que no compre americano. ¿Los productores tucumanos estarían dispuestos a sortear este obstáculo comercial?

En este sentido, el ingreso al Sistema General de Preferencias (SGP) hubiera sido un gran alivio, ya que reduciría significativamente los costos de exportación. El régimen SGP es el beneficio más importante brindado por el gobierno norteamericano a países en desarrollo que desean exportar hacia Estados Unidos; es una decisión inherente a los jefes de Estado. La promesa del expresidente Barack Obama a Mauricio Macri no se cumplió y ahora Argentina deberá esperar la decisión del mísmisimo Donald Trump.

El congelamiento de los pedidos de apertura comercial también agrega suspenso al reingreso del limón tucumano. Si bien es una medida aplicada a todos los nuevos pedidos realizados en los últimos días de la saliente administración, el lobby que los productores de California mantienen desde que se conoció la noticia del retorno del cítrico al mercado estadounidense es una amenaza constante.

Pese a haber recibido el beneplácito del Departamento de Agricultura estadounidense durante los últimos días de la administración de Barack Obama, y luego de una década de estudios que confirmaron las óptimas condiciones fitosanitarias del cítrico local, los citricultores californianos están decididos a revertir la decisión tomada por el organismo nacional, a sabiendas de que resta una última etapa antes de que Argentina pueda dar inicio al envío de limones. La principal preocupación de los indignados terratenientes ─aseguran─ es el ingreso de enfermedades de los cítricos, como la mancha negra o el HLB.

Lo que no dicen los productores de limón estadounidense es que el limón tucumano está llamado a cubrir la demanda fuera de temporada, es decir, cuando la oferta del producto es baja y la demanda alta. El ingreso del cítrico argentino aliviaría el requerimiento de los ciudadanos norteamericanos durante su verano y haría bajar el precio hasta un 2 porciento, según estimaciones del propio gobierno norteamericano. Teniendo en cuenta la premisa del flamante presidente sobre mercado y productos nacionales, es un efecto que ─probablemente─ buscará evitar.

Como si el panorama no fuera ya lo suficientemente oscuro para el limón tucumano, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, consideró que el impacto de la nueva política proteccionista de Estados Unidos en Argentina sería "marginal". El funcionario nacional aseguró a la cadena de noticias Bloomberg que el país registró una economía conservadora en los últimos 15 años y que recién se está abriendo al mundo. Por lo tanto, la política de Trump no puede bloquear algo que aún no existe, como la exportación de limones, pero sí tirar por tierra el esfuerzo que hicieron por más de 10 años productores y autoridades para concretar el esperado regreso.


Desde el Gobierno de Tucumán sólo queda esperar que las relaciones entre el presidente Mauricio Macri y Donald Trump sean buenas y no afecten los compromisos asumidos por la anterior gestión. La Provincia cumplió, ¿cumplirá Trump?