Alberto Lebbos: "No nos han permitido encontrar a Paulina con vida"

A cinco días de cumplirse 12 años de la muerte de Paulina Lebbos, su padre Alberto prestó declaración ante el tribunal de la Sala 2 de la Cámara Penal, en el marco del juicio por el encubrimiento del crimen y del asesinato de la joven.

La audiencia comenzó con el interrogatorio de Carlos Sale, representante del Ministerio Público Fiscal, quien indagó sobre detalles tendientes al día del hallazgo del cuerpo de su hija y los días posteriores que lo llevaron a sospechar de una trama de encubrimiento del crimen por parte de los imputados en la causa y de otros funcionarios provinciales.

La defensa de los acusados intervino en al menos tres ocasiones durante el cuestionario, al indicar que las preguntas del fiscal de cámara eran indicativas, es decir, que guiaban las respuestas del testigo.

Lebbos hizo referencia a los comités que se llevaban a cabo para el esclarecimiento del crimen, uno de los momentos mencionados por los imputados Hugo Sánchez y Nicolás Barrera, jefe y ex subjefe de la Policía respectivamente. Aseguró que participó sólo de un encuentro, contrario a la declaración de los ex integrantes de la cúpula policial que indicaron que fueron dos, y que sugirió seguir la línea investigativa del César Soto, novio de su hija.

Además recordó cómo demonizaban a su hija en esos encuentros, preguntando ─por ejemplo─ por qué había ido a bailar de pollera corta a la discoteca a la que asistió a esa noche o por qué había tenido una hija a los 16 años. “En cada porqué mataban de nuevo a mi hija, era un estrangulamiento más a mi hija”, recordó Lebbos, ofuscado.

El padre de la joven asegura que las impericias cometidas por la Policía y funcionarios provinciales al comienzo del caso evitaron encontrar a su hija con vida. “Todas las impericias evitaron que encontráramos con vida a mi hija. Quizás murió el 26, el 27 o el 28. Lo cierto es que no la buscaron”, indicó.

También se le consultó a Alberto Lebbos sobre su yerno, César Soto, quien el día de la desaparición de su hija llamó al teléfono fijo de la casa en lugar de al celular de la joven, situación que llamó la atención de la familia. El testigo remarcó un episodio que le pareció clave e irregular: según él, Soto pasó todo el día lavando ropa, una cuestión que le reclamó a la Policía por no accionar un allanamiento para recabar posible evidencia. “Me dijo que había llegado a su casa, había puesto el lavarropas y se había acostado a dormir”, recordó Lebbos y reflexionó: “Este muchacho Soto ha tenido actitudes que le reclamé con insistencia. No le han pedido la ropa ese mismo día de la desaparición. En el 2007 aparece contratado por un legislador en la Legislatura. ¿Por qué lo contratan? ¿Por qué entra como querellante y después se va? Yo creo que el algo tiene que ver y algo sabe”.

Sale luego indagó al padre de la joven sobre un tal Jiménez, apodado El Chino, quien habría acosado a Paulina en más de una ocasión pese a guardar una estrecha relación de amistad con Soto. El letrado le consultó a Lebbos si tenía conocimiento de que el mencionado sujeto era dueño de un remise Renault 9 bordó ─como el indicado en primera instancia por Virginia Mercado, amiga de Paulina─ si cuando desapareció su hija éste la llamó reiteradas veces, y que en su declaración afirmó haber ido esa noche a una fiesta en Burruyacú. El testigo contestó de forma negativa.

Además, Lebbos aseguró desconfiar de la declaración de Virginia Mercado, quien asegura sabe más de lo que cuenta y que cuando upo de las maniobras de encubrimiento escapó de la provincia. “Hablé varias veces y en una oportunidad vino su papá y le pido que diga la verdad. Y ella cuando se descubren las maniobras se vuelve a Salta”, recordó y agregó: “Para mí todos son sospechosos”.

La declaración de Alberto Lebbos se reanudará a las 8:30 de este jueves. Antes del cuarto intermedio, dejó en claro que buscará la verdad hasta sus últimos días. “Hasta el último respiro mío voy a luchar para que se sepa toda la verdad y el día que me muera van a seguir mis hijas, mi familia”, concluyó.

Alberto Lebbos dio detalles desconocidos sobre el encuentro que se llevó a cabo en la casa del entonces gobernador José Alperovich, del que participaron también el fiscal Alejandro Noguera, el ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella, el actual ministro fiscal Edmundo Jiménez, Kaleñuk ─no especifica si el difunto Alberto, colaborador del ex mandatario, o su hijo Sergio, vinculado con el Club Atlético Tucumán─, el actual intendente de Tafí Viejo Javier Noguera y tres ex policías.

El padre de Paulina declaró que fue el jefe municipal taficeño ─en ese entonces secretario de Gobierno─ el encargado de invitarlo al encuentro que estaba programado para las 19 del 19 de abril del 2006, quien además le adelantó que también asistiría Noguera. Ante esta última novedad, Lebbos procedió a dirigirse hasta la Fiscalía para advertirle al letrado que no participara, pedido que no prosperó.

“En un sillón estaban sentados Di Lella y el fiscal Noguera, en un sillón al frente estaba sentado el ministro Jiménez. Y yo lo primero que digo es ‘¿qué hace usted aquí? Le dije que no venga’ (al fiscal)”, recuerda y luego describe el encuentro con el ex mandatario: “Se arrima Alperovich, venía con Kaleñuk a la par, estaba también Noguera junto con Jiménez, y se viene a querer abrazarme Alperovich y le digo: ‘¿Qué hacen estos tipos acá? ¿Qué hace Di Lella acá que es uno de los principales encubridores? Aquí esta una carpeta con las denuncias y con las pruebas contundentes de todas las maniobras de encubrimiento que se han hecho; usted los tiene que separar del cargo a esta gente, hasta luego’. No estuve ni tres minutos ahí”.

Luego de su partida, y según consigna diario La Gaceta en su edición del 20 de abril de 2006, duró no más de 20 minutos. Consultado por el mencionado diario al final del encuentro, el fiscal dijo que había asistido al lugar para conseguir recursos para la investigación. “Estoy intentando obtener recursos para tratar de solucionar esto. Se consensuaron algunas cosas con el gobernador”, dijo en su momento.