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Una semana interesante

OPINIÓN

Diputado nacional del Frente Justicialista por Tucumán, Pablo Yedlin analiza su primera semana como representante tucumano en el Congreso de la Nación.


Una vieja maldición china desea que vivas un año interesante. Mi primera semana como Diputado Nacional podría enmarcarse en esta frase.

A poco de llegar a la Cámara ─y todavía en pleno tramite de adaptación, entrega de credenciales, tarjetas, sellos, apertura de despacho, selección de personal  para el mismo, estudio del reglamento de la cámara, constitución del Bloque Justicialista por Tucumán, incorporación al interbloque Argentina Federal ,etc.─ nos enfrentamos con una sesión compleja por el tema de la reforma previsional.

Desde ya que desde nuestro pensamiento político la reforma previsional, pergeñada por el gobierno de Macri, no era la ideal, y más que  una reforma, solo  se trataba de un cambio de las fórmulas de ajuste y arranque. Con un claro objetivo  fiscal,o sea de reducción del déficit, no se proponía una mejora real para el sistema. También es verdad que el DEFICIT PRIMARIO de la Argentina es un problema macroeconómico que debe ser atendido y solucionado. Si el gobierno nacional fuera peronista hubiera optado por otros caminos: mantener las retenciones  a la minería o a la soja, pero esa es otra  discusión.

También es cierto que la nueva fórmula de actualización de haberes es un reaseguro en un  país con una historia inflacionaria  compleja y que la fórmula asociada a la recaudación impositiva en el marco de cambios tributarios iba a complicar la capacidad adquisitiva de estos beneficiarios, tal como reconocen economistas de signos y escuelas bien distintos. De todas maneras, y para explicar las posturas, hay que ver cómo llega esta ley a la Cámara de Diputados de la Nación ¿Por qué el presidente Macri envía estos proyectos de ley previsional y tributario justo ahora? ¿Por qué tanto apuro?

Primero, las elecciones legislativas ─apenas hace dos meses─ generaron una victoria de Cambiemos en la mayoría de los distritos del país, y más que nada en la provincia de Buenos Aires, o sea la tercera derrota consecutiva del que siempre fue el bastión peronista. En Tucumán, con la conducción de Manzur-Jaldo, se mantuvo y amplió la diferencia electoral. En ese marco, el Presidente de la Nación convocó a todos los Gobernadores a discutir y acordar un pacto fiscal y tributario. Es una decisión soberana de un gobierno que había sido votado recientemente, que aunque no comparta debemos respetar. Todos los Gobernadores firmaron ese Pacto Fiscal, salvo San Luis.

Ese Pacto Fiscal fue votado ─con algunas modificaciones─ por una amplia mayoría de senadores, entre ellos los tres tucumanos, Alperovich, Mirkin y Elías de Pérez. El mismo Pacto fue puesto a consideración, de nuestra Legislatura Provincial consiguiendo no solo el apoyo mayoritario sino unánime. En esas condiciones, ingresa la Reforma Previsional a la Cámara de Diputados. La diferencia es que en Diputados el cambio previsional quedaría en firme. Es entonces cuando varios sectores políticos anuncian la movilización popular al Congreso de la Nación.

Un exceso de despliegues de fuerzas de seguridad ese día ya anunciaba una jornada caótica, más aun si un pequeño grupo de violentos tiraban las primeras piedras: la represión exagerada estaba en ciernes. Y eso es lo que ocurrió y vimos todos, en una de las jornadas más tristes de la democracia moderna, donde no había condiciones para sesionar.

De allí surge la exigencia de un bono compensador para aliviar el “empalme”, una nueva reunión en la Cámara de Diputados y la convocatoria a una nueva sesión maratónica el lunes siguiente, que también estuvo enmarcada por manifestaciones. Más violencia y represión. Casi al amanecer la ley fue votada y aceptada. Los primeros cacerolazos de la era Macri sonaron primero en los barrios porteños y luego en todo el país. El tiempo y la Justicia dirán si la nueva fórmula de actualización va a deteriorar los ingresos del sector o no.

Tras la mal llamada reforma previsional, sabíamos que teníamos una oportunidad: introducir cambios a la reforma Tributaria y al Presupuesto Nacional, que procuren beneficios para sectores de nuestras provincias, defender a las economías regionales de gravámenes injustos, y aumentar las obras públicas proyectadas en el Presupuesto.

Las autoridades parlamentarias de Cambiemos fueron aceptando nuestras propuestas. En el marco del interbloque de Argentina Federal (que reúne a las provincias peronistas que firmaron el Pacto Fiscal) hemos dado el debate y logramos algunas medidas e iniciativas, que deberemos como diputados ahora controlar para que el Ejecutivo las cumpla. Ellas son:

- El gobierno nacional retiró el gravamen a las bebidas endulzadas con azúcar. Que generarían un duro golpe a la Industria azucarera de la viven en forma directa o indirecta más de 200.000 familias tucumanas. En nuestra primera intervención en la Cámara, dejamos claro nuestra preocupación por el sobrepeso y la obesidad, pero también la necesidad de programas integrales y no de recortes fiscales exclusivos para dar respuesta a la problemática, lo hicimos mostrando experiencias internacionales importantes.

- Logramos que el gobierno nacional quitara de la reforma tributaria la obligación de las cooperativas y mutuales para pagar el impuesto a las Ganancias.

- Luego de analizar el Presupuesto nacional y las obras previstas para Tucumán, logramos incorporar 1300 millones de pesos en 7 obras viales de rutas provinciales, puentes  y repavimentación en rutas 312, 314, 321 323, 324, 327 y 338. Nuestra obligación ahora es velar por su cumplimiento. Por eso me reuní con las autoridades provinciales en Obras Públicas para que avancen en ese sentido. De igual forma, incorporamos un aumento en el cupo para viviendas en Tucumán.

- Estudiamos de igual forma los presupuestos asignados a las universidades nacionales. De esa forma, mediante el diálogo y la negociación logramos sumarle 20 millones más al presupuesto previsto para la Universidad Nacional de Tucumán.

- En ese mismo marco, la Fundación Miguel Lillo sumó 10 millones de pesos, y el cambio de statusprevisional, una histórica demanda del sector.

- Advertimos y reclamamos, en el marco del debate del Presupuesto nacional que las acciones en Tucumán y la región en contra del HLB  plaga que amenaza a nuestros limones, debería contar con un presupuesto mayor. Conseguimos 90 millones para el SENASA para combatir esa plaga.


Fue una semana interesante de mucho trabajo, seguimos convencidos de que nuestra función es ayudar a que la mayoría de los tucumanos vivan mejor.  Siempre.