Ordenan el regreso a prisión de los miembros del "clan Ale"

Adentro. Los miembros del clan Ale deberán regresar inmediatamente a prisión luego de la resolución que, durante pleno juicio, se les había otorgado libertad. Así lo dictaminó la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal al hacer lugar al recurso de casación interpuesto por el Ministerio Público Fiscal.  

La jueza Ángela E. Ledesma, como presidente, y los jueces Alejandro W. Slokar y Ana María Figueroa, como vocales, tomaron la decisión y, a través de Slokar, argumentaron: “El presente enjuiciamiento se refiere a dieciséis personas acusadas de formar parte de una organización criminal. Estaríamos ante un numeroso grupo de sujetos, con una organización estable y planes criminales diversificados, cuyo origen data al menos del año 2002 y que continuarían ejecutándose en la actualidad, entre cuyos objetivos principales se encontraría una serie de conductas ilícitas relacionadas con delitos contra la libertad y la integridad sexual de varias personas, infracción a la ley penal tributaria 24.769, así como la presunta producción y comercialización de estupefacientes Ley 23.737, el cobro extorsivo de acreencias propias del grupo y de terceros ajenos a éste (art. 168 del CP) y la tenencia ilegitima de armas de fuego (art. 189 bis del CP)”. 

En su argumentación para ordenar la prisión efectiva de los miembros del clan Ale, el magistrado resaltó que hubo “testigos de cargo que en muchos casos denunciaron haber sido amenazados por algunos de los imputados”, y que “durante el debate oral además algunas víctimas del delito de trata de personas manifestaron a través de organismos de acompañamiento a víctimas que no querían prestar declaración en debate por temor a los imputados. Se registra también (y durante el debate se han certificado) testigos que fueron víctima de amenazas y violencia por parte de integrantes de la organización cuya actuación conforma el núcleo del debate”. 

La Chancha y El Mono Ale son los protagonistas centrales del juicio contra la banda, a los que se señala como los líderes del clan y pidieron para ellos las condenas más duras: 20 años de cárcel y una multa de 100 millones de pesos para cada uno.  Según los investigadores, la banda lavó unos 40 millones de pesos provenientes de la trata de mujeres con fines de explotación sexual, el juego ilegal, el narcotráfico, el robo de cosechas, extorsiones varias y múltiples negociados con el fútbol.