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La emoción de Coco Mejail, el tucumano que se abrazó con Holan

DIABLO SUELTO EN TUCUMÁN

Fanático de Independiente y Atlético Tucumán, cuenta cómo vivió a sus 78 años la consagración del Rojo en la Copa Sudamericana y recuerda el día que Holan lo reconoció y lo saludó personalmente

Coco Mejail, fanático de Independiente





"No lo vi. No veo los partidos, no puedo verlos. Si no estoy en la cancha no lo puedo ver. Lo mismo me pasa con Atlético", explica Coco Mejail cuando le pregunto por el partido de anoche, en el que Independiente empató en 1 ante el Flamengo en el Maracaná y que lo coronó campeón de la Copa Sudamericana tras el triunfo por 2-1 en el partido de ida en condición de local.


Coco Mejail tiene 78 años y una vida ligada al fútbol, con su corazón dividido entre el Club Atlético Independiente y el Club Atlético Tucumán,al igual que toda su familia. "Son todos socios de ambos clubes desde que nacieron", jura. El "desde el día en que nací" no es sólo una canción de cancha para los Mejail.


Ayer por la noche, Coco Mejail no vió el partido. "Calculé el tiempo y prendí la televisión cuando faltaba 1'40''. Apagué la tele y lo vi", precisó. Una vez terminado el partido y coronado Independiente, partió rumbo a la Plaza Independencia a celebrar junto a los otros hinchas del Rojo que se acercaron a celebrar el fin de una malaria de 7 años sin títulos desde, justamente, la obtención de la Copa Sudamericana 2010. 


"Es maravilloso todo lo que hizo Holan", analiza emocionado. Coco no es ajeno al idilio que vive la gente de Independiente con su director técnico. "Ha traído un baño de limpieza, una honestidad brutal no sólo futbolísticamente sino como persona, es un tipo que es del club", explica. No obstante, va por más y deja en claro que habla con conocimiento de causa: "Yo lo conocí hace 8 años en el Club", recuerda.


Mejail recuerda con claridad el día que en el cuarto piso de la sede de Independiente, el mismísimo "Chivo" Pavoni, leyenda Roja y del fútbol de América si las hay, le presentó a un entrenador de hockey que se iniciaba en las divisiones formativas del club como director de la escuelita. "Encantado", le dijo.


Años después, Independiente arribó a Tucumán para enfrentar a Atlético por la Copa Sudamericana en la que terminaría reencontrándose con la gloria. Mejail fue al hotel a recibir a jugadores y cuerpo técnico junto a sus hijos Hugo y Juan Pablo. "Le dije 'Ariel', lo saludé como a cualquiera", relata, y la reacción del DT campeón lo sorprendió: "se da vuelta y me dice '¿qué hacés?, ¿cómo andas?' y me da un abrazo".


"Perdón Ariel, estás confundido", dijo, y el entrenador Rojo lo interrumpió abruptamente: "No. Te conocí hace 8 o 9 años en la cancha de fútbol 5, nos presento el 'Chivo' Pavoni". "Un tipazo", enfatiza el fanático tucumano de Independiente que se abrazó con Holan.


Sobre el doble cruce entre Rojos y Decanos (se midieron por Copa Sudamericana y Copa Argentina este semestre) admite que "prefería" que se impongan los de Avellaneda en Copa Sudamericana porque veía más factible que los tucumanos avancen por el cuadro de Copa Argentina. Los dos llegaron hasta la final, pero el Decano se quedó en las puertas de gloria.


Volviendo a Independiente, Coco está convencido que con Holan "volvió la mística", y celebra la presencia de viejas glorias del club a la par del entrenador y del plantel. Compara esta hazaña con los últimos triunfos en el Maracaná, contra el Santos de Pelé en el 64, tras dar vuelta un 3 a 2, y con el zurdo López como técnico en el 95. Recuerda cada detalle, y se ilusiona con volver a ver al Independiente ganador con el que creció. Con verlo en la cancha, claro.