Top

Bajo el calor, la liturgia kirchnerista espera a su líder

EXPECTATIVA EN EL CADILLAL

Remeras, redoblantes, achilata y Cristina corazón por todos lados.





En la entrada, remeras con el rostro de Cristina, señoras que venden bollos y rosquetes y un achilatero que no se cansa de ofrecer el refresco más tucumano del mundo.


A su par, las personas pasan con sombrillas, banderas de su agrupación política, agua y reposeras. Al fondo se escucha Walter Olmos. "Soy un adicto a ti", canta.


Son las 16, la temperatura llegó a los 40 grados y faltan dos horas para que hable Cristina en El Cadillal, en gigante predio de SUTERH.


Adentro, todos se protegen bajo la sombra de los árboles, salvo los militantes que enfrentan al sol a la par de escenario al aire libre: se guardan un lugar adelante para cuando salga Cristina.


Cantan "vamos a volver", "Cristina senadora" y ahora suena El Pepo. Y bailan.


Los locutores piden la libertad para Amado Boudou y Julio De Vido, "presos políticos sin juzgar". La gente aplaude.


Y las banderas que flamean con la brisa que ayuda un poquito: "A la cita no vino sola, vinimos todos", dice una. "Cristina: con vos hoy comienza todo", está escrito en un cartel.


Imágenes de Néstor Kirchner y Cristina unidos por un corazón, redoblantes y banderas de Argentina.


"Banderas, banderas", ofrece un vendedor delante de las decenas de mujeres que participaron esta mañana del encuentro de Mujeres Peronistas.


"No pasa nada, todos los traidores se van con Massa. Siempre te sigo, somos los soldados del pingüino", cantan. "Vamos a a volver" cantan más fuerte. Fuerte como el sol.


"Fresca la gaseosa, hay hielo, todo fresco, helado helado", dice otro. Hace calor. Mucho calor.


Y el factor que les aumentará la temperatura aún no ha llegado.