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Su esposo quedó sin trabajo y ella se hizo albañil

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Una de sus hijas (tienen seis en total) está por recibirse de arquitecta y la acompaña en sus trabajos.





Hace tres años su marido perdió el trabajo y ella tomó la palita y el cemento y se hizo albañil a domicilio.

Algo de experiencia tenía. Ya había trabajado en su casa, cuando la estaban construyendo en la calle Bartolomé Hernández, en Yerba Buena, cerquita de la avenida Perón.

“Vengo de familia de albañiles, mis tres hermanos lo son. Así que siempre algo supe”, cuenta Mercedes Solís, de 49 años y madre de seis hijos.

Además de ser albañil, Mercedes es empleada doméstica. “Al principio mi marido no sabía que, además de trabajar en limpieza, hacía trabajos de albañilería”, cuenta Mercedes oriunda de Buenos Aires y residente en Tucumán desde hace 17 años.  “Él había quedado sin trabajo y yo quería hacer un esfuerzo extra sin que lo supiera”.


A una de sus hijas, Karen de 30 años, sólo le resta la tesis para recibirse de arquitecta. “Ella me acompaña también a trabajar. Me indica algunas cosas, me asesora, me ayuda”.

Al trabajar de albañil, Mercedes puede ganar más dinero que al trabajar de empleada doméstica. Pero no es sólo eso lo que le importa: “me gusta saber que puedo dejar todo prolijito y hermoso donde antes no había nada”, dice.

En el último tiempo, Mercedes anda preocupada porque su marido sigue sin conseguir trabajo. “Él es telefónico, empalmador de fibra óptica, pero no consigue trabajo. Tiene muchas ganas de trabajar”, cuenta.

Para empezar a difundir su trabajo, Mercedes publicó en las redes sociales la siguiente imágen:

Mercedes coloca cerámicos, revoca, pinta y realiza todas las actividades de un rubro que, en su mayoría, es ocupado por los hombres. “Yo creo que dedicación todo se puede”.