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Javier Malosetti: "Me gusta el arte que despierta las mentes"

ENTREVISTA

El músico se presentará junto a su nueva banda "4tet", este jueves en el Teatro Alberdi.

La formación de 4tet. Foto de prensa.





El jueves 16 Javier Malosetti presentará “4tet” su nueva formación en el Teatro Alberdi (Jujuy 92). A partir de las 21:30 el músico reversionará los clásicos de sus discos “Electrohope” u “Onix” entre otros.

Su nueva banda está integrada por jóvenes conocidos cómo Ramiro Flores (saxo), Tomás Sainz (batería), Hernán Jacinto (teclados) y Malosetti haciéndose cargo del bajo. La banda debuto con un show en la sala sinfónica del Centro Cultural Kirchner

Malosetti fue miembro estable de la banda de Luis Alberto Spinetta durante 8 años, y además trabajó con Rubén Rada, Pappo, Lito Vitale, Jaime Ross, Lisandro Aristimuño, Baby López Furst, Illya Kuryaki, Aca Seca, Larry Coryell, Jim Hall y Herb Ellis entre muchos otros artistas destacados de la música nacional e internacional.

En la previa del show habló con eltucumano.com sobre su proyecto, los nuevos músicos, su fanatismo por el Popí Quinteros y República de Tucumán





¿Cómo armaron el repertorio para los shows de 4tet?

Es una banda nueva compuesta por amigos de hace rato, son gente con la que tocamos muchas veces juntos. El proyecto es nuevo pero tiene su historia. Vamos a intepretar canciones de discos anteriores, en la que en algunos casos fueron grabados por estos mismos músicos. Sumar a ramiro como el solista a lo que veníamos haciendo con Hernán y Tomás es algo muy novedoso.

A los temas los hemos vestido diferente. Son versiones que hacen que a las canciones casi ni las reconozca. A pesar que son mías ahora las escucho de otra forma, paso tanto tiempo que las siento como desde afuera. Ademas de estas canciones ya conocidas vamos a agregar algo de material nuevo y siempre hay un lugar para los homenajes a grandes músicos.

Con esta nueva banda decidiste volver al bajo ¿Te sentís más cómodo ahí?

En verdad no lo solté nunca pero es muy divertido tocarlo en vivo. El proyecto con Inés Estévez (banda con la que se presentó en 2016) había más jazz clásico y Bossa teníamos un contrabajista y yo tocaba la guitarra. 

Tocar con Tomás la base además siempre es un plus que lo hace más divertido. La vuelta a los escenarios con el bajo tiene todo ese brío que da la abstinencia. 

¿Con esta formación podes jugar más?

La banda anterior se ajustaba más al formato de canción, en el que Inés tenía un lugar fijo dentro de la interpretación. Era muchos más pop por lo que no había mucho lugar para la improvisación. Esto es mucho más lúdico. 

¿Trabajar como músico quita la posibilidad de disfrutar la música de forma más relajada?

No me saca el goce como espectador pero si estar en la cocina de la música me hizo que no pueda volver a escuchar la música inocentemente. Los músicos tenemos la maldición de no poder escuchar el concepto global, estamos decodificando el tema y como se arma. Me gustaría volver a 
escuchar como cuando era chico y escuchaba los Beatles, ahora estoy haciendo cuentas. Es una maldición que recae sobre nosotros. 

Perteneces a una generación intermedia entre la primera ola del rock nacional y la camada que está explotando ahora ¿Cómo ves el futuro del rock argentino?

Los veo muy bien. Hay de todo, cosas que no me interesan en absoluto y están en un molde que se repite porque ya funcionó. En dónde no tienen la motivación de la inspiración sino un destino más ruin que es el de imponerse para ganar un mango.

Esos proyectos escapan al sobresalto de lo nuevo que es lo que me gusta. Me gustan bandas y solistas que te proporcionan ese vértigo de lo novedoso. No esa fórmula que solo te puede dar éxito frente a un público medio zombi, ese que quiere no pensar. Para ellos no tocamos. Nada de lo que me gusta hacer está pensado para el público que quiere lobotomizarse. Me gusta el arte que despierta las mentes, eso siempre hay. Por ejemplo Juan Quintero me parece de otro planeta, como toca y como canta. 

En los últimos años viniste seguido a Tucumán ¿Que te une con la provincia? 

A Tucumán me une algo muy lindo desde la infancia. Mi mamá tenía unos amigos tucumanos que se había hecho en la costa, en Villa Gessel. De chico empecé a ir para allá, antes de empezar a ir como músico. El norte en general es muy lindo y me encanta ir, Tafí del Valle y el Cadillal son dos lugares hermosos. 

También soy fanático de Manyines y Republica de Tucumán, son como una especie de Cha Cha Cha de allá. El Etór y la Eter son lo más (afirma entre risas).