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Pensando la derrota

OPINIÓN

Una mirada del panorama político nacional luego de las elecciones legislativas.



Dos interesantes notas, la de Gustavo Varela en la Revista digital So-compa.com y el posteo de Juan Cruz Taborda Varela en su muro (A los que reproduje aquí antes), tratan de explicar las razones del triunfo de Cambiemos.


Pretendo humildemente hacer algunos aportes a las mismas.

En ambas notas se describe una "situación novedosa": CAMBIEMOS NO MIENTE.

Gustavo Varela plantea que el Pro CREA UNA REALIDAD ALTERNATIVA y Juan Cruz Taboda lo expresa como un concepto religioso, fundado en el calvinismo, de un FUTURO MEJOR QUE DARÁ A CADA UNO SEGÚN SU MERECIMIENTO. En otras palabras, el Paraíso.

Nada de esto es nuevo. Todos los ordenamientos socio-económicos del mundo ofrecen un futuro mejor. Es más, cuando Marx afirma que "la religión es el opio de los pueblos" no lo hace por militar su ateísmo, simplemente describe una realidad, la misma que explica el autor de la nota en la revista so-compa.com: El capitalismo, al expropiar el presente como plusvalía necesita ofrecer un futuro, mucho más venturoso que el presente alternativo, el del reparto justo de las riquezas.

Y nada mejor que ofrecerlo en otra vida, en el reino de los cielos. Ganancia absoluta, el costo de la felicidad corre por cuenta de Dios y no necesita del aporte actual o futuro del capitalista.


Como eso dejó de funcionar al disminuir la religiosidad del pueblo, fue necesario buscar alternativas. Allí nace la teoría del derrame.
Pero necesariamente, ese futuro no tiene fecha, está siempre en el horizonte. Es ir en busca de la olla de oro del arcoíris.

Esto podría funcionar (de hecho, funcionó con el "welfare state", al que lo pongo en inglés porque en realidad fue válido únicamente en los países centrales) si los dueños de la pelota limitan sus ambiciones y practican un "capitalismo con rostro humano" o alguna variante de economía keynesiana.
Esto hoy no tiene expresión real en el mundo, quedando resabios del estado de bienestar en los países centrales de Europa y un poco más en los países nórdicos.

Al derrumbarse con el muro el paradigma socialista, se impuso una vuelta de tuerca hacia la derecha, una feroz marcha atrás en lo que estaban dispuestos a ceder los sectores dominantes. Y así se aceleraron las crisis, porque cada vez hay menos para repartir entre más.

Llegada la crisis o a medida que se endurecen las condiciones de vida de las mayorías, el neo liberalismo sólo se sostiene mediante un estado represivo.

Suponer que Cambiemos pretende instalar un sistema capitalista socialmente sustentable es una expresión de deseos, afirmar que lo está haciendo porque ganó dos elecciones supera ampliamente una licencia poética. Al contrario, lo que Macri puso en marcha desde el primer día de su gobierno es una economía de saqueo: capturaron el fuerte y dividieron el País entre las diversas bandas de corsarios, ahora intituladas "corporaciones".


La única manera de sostener esto en el tiempo con una economía reprimarizada y cada vez más concentrada, en un mundo en el que día a día se deterioran nuestros términos de intercambio y se cierra sobre sí mismo, es con un acceso ILIMITADO al endeudamiento externo.

Para que fuera así, debería aumentar fuertemente la importancia geoestratégica de Argentina, lo que está intentando Macri ofreciéndose como punta de lanza del imperio en Nuestramérica, hasta ahora con escaso éxito.


Sin ninguna duda, nuestra acción política hasta ahora fue ineficaz para enfrentar al Pro.

Corremos un grave riesgo, pues coincido totalmente con el final del artículo de Gustavo Varela, donde afirma "Pero, la promesa de lo que ha de venir tiene fecha de vencimiento. A diferencia del pasado, que no vence, el futuro en la economía y en la política sí tiene fecha de vencimiento. Entonces lo real, lo que sucede, el afuera arrollador se impone por encima de cualquier realidad creada y sin ninguna mediación".

Nuestro desafío es que si eso sucede, ahí, en ese instante, deberíamos ser parte de la mediación y conducción del mismo. Porque sin política, el estallido será sólo eso, un estallido; terriblemente doloroso para nuestro pueblo.

Otra posibilidad mucho menos gravosa pero tal vez más difícil es desmontar el fraude, desnudar la fantasía de este engaño colectivo antes que se produzca el derrumbe. Para ello es necesario romper el pensamiento hoy hegemónico.

Es imprescindible, pero casi imposible. ¿Cómo hacerlo si los medios y la construcción del sentido común están en manos del enemigo?
El que responda esta pregunta, gran respondedor será...

Uno de los caminos, creo, es juntarnos más y organizarnos mejor, entre amigos, en grupos que inicialmente serán pequeños, sin grandes pretensiones, a debatir, a conversar, a escucharnos y pensar en colectivo, abandonar la soledad de los teclados y tomarnos un mate, un vino o un café, cara a cara y abrazándonos sumar a otros grupos o amigos.

Usar las redes, claro, y mucho, pero para convocarnos y para difusión, no como principal medio de comunicación. Y juntarnos muchos más, hasta alcanzar la masa crítica necesaria para incidir en la construcción de otra hegemonía.

El camino es largo y difícil, pero siempre será el mismo. Más tardaremos cuando más demoremos en comenzarlo.