¿Qué pasó con Charly García la noche que no llegó a Tucumán?
ATANDO CABOS
El 12 de septiembre de 1998, el señor Say No More se iba a presentar en la provincia. Nunca llegó. Casi dos décadas después, Bebe Contepomi, el conductor de La Viola, reveló parte de lo que pasó: contó que él estaba con el músico esa noche en Salta y que mandó a hacerle un pedido a Palito Ortega.
Charly García en un recital al que sí llegó. Imagen de archivo: Emol
Según las notas de archivo sobre el tema, Charly García debía presentarse el 12 de septiembre de 1998 en el club Caja Popular. El día anterior se había presentado en Salta. Y el de la República fue un jardín que Charly no visitó en esa gira por el NOA. Según los datos del organizador de aquel recital, Miguel Ángel “Manotas” Lazarte, aproximadamente unas 2.600 personas tenían entradas para ese show.
Por esos años, el señor del bigote bicolor estaba en plena etapa Say No More. El disco que lleva ese nombre había salido en el 96 y en el 97 había sacado otro, Alta Fidelidad, como invitado de Mercedes Sosa. Faltaba poco para que saliera a la luz El Aguante, a fines del 98.
Sin embargo, los tucumanos debieron esperar hasta el 24 de mayo -25 a la madrugada- de 2002 para reencontrarse con García. Porque el 12 de septiembre, Charly estaba empacado en Salta. Y quería que Palito Ortega, por entonces senador, le enviara un avión.
La anécdota salió a la luz casi por casualidad, en una entrevista que el conductor de La Viola (TN), Bebe Contepomi –también columnista del extinto suplemento tucumano de rock 4AM, dirigido por el periodista Facundo Pereyra-, le dio a la periodista Tatiana Schapiro para Infobae. En la entrevista, Contepomi contó algunas de las aventuras que vivió en las giras que compartió con músicos famosos. Y casi al pasar, reveló que él estuvo con Charly la noche que no llegó a Tucumán y que le valió un juicio –el que ganó “Manotas” en 2014.
“Con Charly he visto situaciones increíbles, de rock & roll y de concepto, perderse aviones y desde el cuarto del hotel me pedía que llamemos a Palito Ortega, que era el gobernador de Tucumán (senador, en realidad) y es muy amigo suyo: ‘Llamemos a Palito que me mande un avión’. Toda la banda estaba en Tucumán y Charly en el hotel en Salta, que no quería irse al aeropuerto, quería que lo busque un avión en el hotel. Delirios”, expresó el periodista. Y con esa anécdota que revela qué le pasó a Charly la noche que dejó a 2.600 tucumanos con ganas de escucharlo cerró uno de los interrogantes que surgieron esa noche entre algunos que, como quien escribe, se quedaron con las ganas. A veces, Charly no va en tren. Ni viene en avión.
