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El Estado le donó un terreno a una congregación de Alderetes

TRABAJO SOCIAL

Las Hermanas de la Cruz recibieron las escrituras de los lotes en donde actualmente trabajan. Se dedican al cuidado de personas vulnerables.

Se realizó una ceremonia de entrega de las escrituras. Foto: Sec. de Comunicación Pública





Juan Manzur le entregó a la Congregación Hermanas de la Cruz la escritura del terreno en donde actualmente se encuentra la casa en donde funcionan, en Alderetes. Las hemanas  se dedican al cuidado de personas vulnerables.


La casa realiza diferentes actividades de contención y capacitación, entre los que se destacan los talleres de capacitación laboral para jóvenes y adultos con discapacidad; el coro y taller de pintura para niñas y mujeres adultas; actividades deportivas para niños y niñas; y cursos de panadería, cocina, costura y artesanías.


“La tierra está al servicio de los más pobres y que las hermanas cuenten con la escritura abre puertas a proyectos sociales a los que no podíamos acceder, como subsidios”, indicó la directora de la institución, Consuelo Huellen, que anticipó que la intención es convertir al lugar en un centro de día.  


“Estamos trabajando, por un lado, en la contención de 35 personas con discapacidad inscriptas en diferentes talleres; y a la vez, refaccionando el lugar con ayuda solidaria”, señaló Huellen, que también indicó que las escrituras recibidas son “la llave que abre la puerta para mejorar la calidad de servicio que prestamos”.


Por su parte, el gobernador Juan Manzur consideró que: “Había un reclamo desde hace muchos años sobre la posesión de los terrenos, el lugar donde está trabajando la congregación. La iniciativa de donar el terreno se convirtió, por decisión unánime de la Legislatura, en ley. La promulgué, por lo que vinimos a hacer justicia con la labor que cumplen las hermanas”.


“Le transmití a las religiosas que el Gobierno se va a sumar y ayudarlas, para ser parte de una obra de bien que se lleva adelante de forma anónima, con muchas dificultades. Vamos a acompañarlas para que esto se convierta en una obra importante”, indicó.


La congregación beneficiada fue fundada por la monja española  Ángela de la Cruz en 1875, canonizada en 2003 por el papa Juan Pablo II. En Argentina hay dos casas más, en Monte Quemado y Quimilí (Santiago del Estero). Su trabajo es brindar contención a personas que viven en la pobreza o que estén enfermas.