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Cambiemos post Bicentenario

OPINIÓN

Periodista y militante sindical, Martín Faciano analiza el futuro político de dos de los referentes de Cambiemos en Tucumán luego de las elecciones de medio término: el radical Roberto Sánchez y el peronista Germán Alfaro.

Roberto Sánchez y Germán Alfaro. FOTO: La Gaceta


Mientras que, de cara a los próximos comicios, gran parte del debate se reduce a reflexionar sobre qué resultado representaría un triunfo o una derrota para cada frente político en función del escrutinio final, hay dos municipios sobre los cuales es necesario enfocar de manera más precisa:
Concepción y San Miguel de Tucumán. Si bien las elecciones intermedias no son vinculantes con lo que pueda acontecer en los comicios provinciales de 2019, tanto Roberto Sánchez como Germán Alfaro necesitan revalidar sus títulos en las PASO de agosto y en las elecciones generales de Octubre, para fortalecer sus proyecciones políticas en el seno de la siempre cambiante oposición provincial.
¿De piloto de automovilismo a conductor del radicalismo?
A diferencia de los casos de Yerba Buena y Bella Vista, donde los jóvenes dirigentes radicales Mariano Campero y Sebastián Salazar, lograron convertirse en jefes municipales gracias a la división del peronismo en sus comarcas, la última victoria electoral conseguida por el actual jefe municipal de Concepción, tiene justamente como valor agregado, que Roberto Sánchez ha logrado imponerse en sus pagos, de manera tal, que ni siquiera sumando la cantidad de votos que el peronismo cosechó por separado hubiese alcanzado para evitar que el ex automovilista se convirtiera en el intendente de La Perla del Sur.
Si bien en la política la matemática, a veces, no tiene cabida, en este caso lo estrictamente numérico ha sabido otorgarle un plus de legitimidad a la carrera política que viene experimentando el ex piloto de rally. Eso parecieran haber considerado en el interior del frente Cambiemos por el Bicentenario, quienes aparentemente también estarían comprendiendo que tanto las alianzas electorales como las coaliciones políticas se deben estructurar a partir de la referencia de dirigentes con peso y proyección territorial.
Lo cierto es que hoy, en plena campaña tanto la "pirotecnia verbal", con la que el Gobernador Juan Manzur apunta a Sánchez, como su inclusión en la nómina de precandidatos a Diputados de CpB, realzan la figura de este Meteoro del radicalismo tucumano que habría dejado de conducir autos de carrera, apostando a conducir, más temprano que tarde, el centenario partido. Por lo pronto, dentro de la oposición provincial y del oficialismo nacional, hay algo que no está en discusión, y es que, en la Sección Oeste, Sánchez "tiene la papa"".
La Capital tucumana como principal capital político de la oposición provincial
Distinto es el caso de Germán Alfaro, quien en la lucha por la intendencia capitalina logró derrotar con una diferencia de casi 33.000 votos al oficialismo provincial, el cual apostó y perdió con toda su estructura encolumnada bajo la única figura de Pablo Yedlin. A partir de allí, un abanico de posibilidades se le abrió al intendente del Bicentenario, quien hoy ya se debate entre pasar a la ofensiva apostando a la gobernación o repetir su mandato buscando acumular un mayor capital político, postergando para el 2023 el intento de dar el salto al sillón de Lucas Córdoba. Para cualquiera de las dos opciones barajadas hasta aquí, el alcalde municipal deberá demostrar nuevamente su astucia política, esa que en el 2015 le posibilitó coronarse como jefe municipal, logrando incluso que el radicalismo más ortodoxo domiciliado en los circuitos céntricos de la capital votara para tener de intendente a un negro peronista.
Mientras tanto, Alfaro seguirá siendo el engranaje central en el armado político de la oposición provincial, la cual viene demostrando que sin su pata peronista, jamás resultará una real alternativa de poder en la provincia. Siendo consciente de ello, y con la necesidad de fortalecer su armado propio, además de disputarle el peronismo al PJ, tanto desde lo simbólico y discursivo, como desde lo identitario, Alfaro se presenta como una potencial amenaza para el resto de la dirigencia justicialista provincial, la cual sin pretender salir de su zona de comfort, todavía sostiene y apuesta a seguir sosteniendo el esquema de poder político y económico que se instaló durante el alperovichato. Es que al alcalde de San Miguel, su trayectoria en el peronismo le ha posibilitado construir y mantener una buena relación con influyentes dirigentes del resto de la provincia, como el caso de José Orellana, quien hace poco salió a justificar el actual posicionamiento político del alcalde capitalino. "No puedo negar la militancia y la historia peronista de Alfaro. Alperovich hizo todo para correrlo del PJ. Corrió a Alfaro y Domingo Amaya, los maltrató. Lo mismo hizo con otros dirigentes valiosos del peronismo. Yo los justifico y los entiendo", supo manifestar el líder del peronismo far west.
Amenazando con sacar el bastón de mariscal y manteniendo una fluida relación con el Gobierno Nacional, el jefe municipal capitalino transitará sin mayores sobresaltos el resto de su gestión al frente de la intendencia, teniendo además la posibilidad de que su esposa Beatriz Ávila arribe a la Cámara de Diputados asegurándose una banca hasta el año 2021.
En este contexto, pareciera que el referente del Partido por la Justicia Social no podría haber empleado una táctica más efectiva para iniciar a mitad del mandato municipal, un nuevo proceso de acumulación política. Si bien aún falta definir la estrategia para dar el gran salto, para eso todavía hay tiempo.

Mientras que, de cara a los próximos comicios, gran parte del debate se reduce a reflexionar sobre qué resultado representaría un triunfo o una derrota para cada frente político en función del escrutinio final, hay dos municipios sobre los cuales es necesario enfocar de manera más precisa: Concepción y San Miguel de Tucumán. Si bien las elecciones intermedias no son vinculantes con lo que pueda acontecer en los comicios provinciales de 2019, tanto Roberto Sánchez como Germán Alfaro necesitan revalidar sus títulos en las PASO de agosto y en las elecciones generales de Octubre para fortalecer sus proyecciones políticas en el seno de la siempre cambiante oposición provincial.



¿De piloto de automovilismo a conductor del radicalismo?



A diferencia de los casos de Yerba Buena y Bella Vista, donde los jóvenes dirigentes radicales Mariano Campero y Sebastián Salazar, lograron convertirse en jefes municipales gracias a la división del peronismo en sus comarcas, la última victoria electoral conseguida por el actual jefe municipal de Concepción, tiene justamente como valor agregado, que Roberto Sánchez ha logrado imponerse en sus pagos, de manera tal, que ni siquiera sumando la cantidad de votos que el peronismo cosechó por separado hubiese alcanzado para evitar que el ex automovilista se convirtiera en el intendente de La Perla del Sur.


Si bien en la política la matemática, a veces, no tiene cabida, en este caso lo estrictamente numérico ha sabido otorgarle un plus de legitimidad a la carrera política que viene experimentando el ex piloto de rally. Eso parecieran haber considerado en el interior del frente Cambiemos por el Bicentenario, quienes aparentemente también estarían comprendiendo que tanto las alianzas electorales como las coaliciones políticas se deben estructurar a partir de la referencia de dirigentes con peso y proyección territorial.


Lo cierto es que hoy, en plena campaña tanto la "pirotecnia verbal";, con la que el Gobernador Juan Manzur apunta a Sánchez, como su inclusión en la nómina de precandidatos a Diputados de CpB, realzan la figura de este Meteoro del radicalismo tucumano que habría dejado de conducir autos de carrera, apostando a conducir, más temprano que tarde, el centenario partido. Por lo pronto, dentro de la oposición provincial y del oficialismo nacional, hay algo que no está en discusión, y es que, en la Sección Oeste, Sánchez "tiene la papa".


La Capital tucumana como principal capital político de la oposición provincial

Distinto es el caso de Germán Alfaro, quien en la lucha por la intendencia capitalina logró derrotar con una diferencia de casi 33.000 votos al oficialismo provincial, el cual apostó y perdió con toda su estructura encolumnada bajo la única figura de Pablo Yedlin. A partir de allí, un abanico de posibilidades se le abrió al intendente del Bicentenario, quien hoy ya se debate entre pasar a la ofensiva apostando a la gobernación o repetir su mandato buscando acumular un mayor capital político, postergando para el 2023 el intento de dar el salto al sillón de Lucas Córdoba. Para cualquiera de las dos opciones barajadas hasta aquí, el alcalde municipal deberá demostrar nuevamente su astucia política, esa que en el 2015 le posibilitó coronarse como jefe municipal, logrando incluso que el radicalismo más ortodoxo domiciliado en los circuitos céntricos de la capital votara para tener de intendente a un negro peronista.



Mientras tanto, Alfaro seguirá siendo el engranaje central en el armado político de la oposición provincial, la cual viene demostrando que sin su pata peronista, jamás resultará una real alternativa de poder en la provincia. Siendo consciente de ello, y con la necesidad de fortalecer su armado propio, además de disputarle el peronismo al PJ, tanto desde lo simbólico y discursivo, como desde lo identitario, Alfaro se presenta como una potencial amenaza para el resto de la dirigencia justicialista provincial, la cual sin pretender salir de su zona de comfort, todavía sostiene y apuesta a seguir sosteniendo el esquema de poder político y económico que se instaló durante el alperovichato. Es que al alcalde de San Miguel, su trayectoria en el peronismo le ha posibilitado construir y mantener una buena relación con influyentes dirigentes del resto de la provincia, como el caso de José Orellana, quien hace poco salió a justificar el actual posicionamiento político del alcalde capitalino. "No puedo negar la militancia y la historia peronista de Alfaro. Alperovich hizo todo para correrlo del PJ. Corrió a Alfaro y Domingo Amaya, los maltrató. Lo mismo hizo con otros dirigentes valiosos del peronismo. Yo los justifico y los entiendo", supo manifestar el líder del peronismo far west.

Amenazando con sacar el bastón de mariscal y manteniendo una fluida relación con el Gobierno Nacional, el jefe municipal capitalino transitará sin mayores sobresaltos el resto de su gestión al frente de la intendencia, teniendo además la posibilidad de que su esposa Beatriz Ávila arribe a la Cámara de Diputados asegurándose una banca hasta el año 2021.



En este contexto, pareciera que el referente del Partido por la Justicia Social no podría haber empleado una táctica más efectiva para iniciar a mitad del mandato municipal, un nuevo proceso de acumulación política. Si bien aún falta definir la estrategia para dar el gran salto, para eso todavía hay tiempo.


Martín Faciano es periodista y militante sindical. Escribe para Gremiales Tucumanas.