La suba del dólar y la cercanía de las elecciones

En las últimas semanas, la cotización del dólar volvió a ser la nota destacada de la coyuntura económica. Es muy típico de la economía argentina estar pendientes del valor del dólar. Si baja, empieza a preocupar por lo que se llama atraso cambiario. Esta situación afecta al sector exportador y a las economías regionales que ven afectada su ecuación de rentabilidad. Suben los costos en pesos, y con un dólar deprimido, reduce los márgenes y asfixia a buena parte de productores del interior del país. Sin embargo, cuando el dólar sube, como viene ocurriendo, se encienden luces amarillas y surge cierto nerviosismo alentado por varias preguntas: ¿por qué sube el dólar?, ¿qué pasará con el nivel de precios?, ¿se viene una devaluación y por eso la gente se está anticipando a comprar dólares?, ¿qué pasará con el resto de las variables económicas?, entre otras preguntas que sobrevienen.

Ahora bien, ¿por qué subió el dólar en las últimas semanas? Por varios factores: incertidumbre previa a las elecciones, aspectos estacionales, menor entrada de divisas por exportaciones. Ante un panorama electoral, siempre crece la incertidumbre sobre la posibilidad de que haya cambios en las reglas de juego. Ante esta situación, las personas que tienen excedentes de pesos los destinan a la compra de dólares con la única finalidad de preservar el poder adquisitivo, con un fin de cobertura. Dejan de lado los análisis de rentabilidad para enfocarse en cobertura ante lo que pueda venir. En paralelo, sube la demanda de dólares por pago de los aguinaldos que en gran parte se orientan a comprar divisas y por turismo invernal. Los viajes al extranjero estimulan la compra de dólares que las personas llevan a los distintos destinos y evitan usar intensivamente la tarjeta de crédito o de débito. Y otro factor, es que se reduce la entada de divisas porque se reducen las exportaciones de soja.

¿Debe preocupar o no la suba del dólar? La respuesta depende desde la óptica que se analice. No se preocuparían aquel que produce bienes exportables, ni el productor de bienes importables que verá que se encarece comprar los bienes que produce en el extranjero, tampoco el que viene comprando sistemáticamente dólares. Los preocupados son productores de bienes no comerciables, los consumidores, los importadores de bienes intermedios o de capital, deudores en dólares con ingresos en pesos.

Ahora bien, lo que llama la atención del comportamiento del dólar en las últimas semanas no es que haya subido, sino la velocidad con lo que lo hizo. Hay que tener en cuenta que tanto en las proyecciones públicas, como privadas, se esperaba que el dólar este año cierre a un promedio de alrededor de los $ 18. Con lo cual, está en los valores esperados, y por ello no genera todavía fuertes alarmas. Pero, todo dependerá de la lectura que los agentes económicos vayan haciendo de la evolución del cuadro electoral.

Eduardo Robinson es Licenciado en Economía y Magíster en Disciplinas Bancarias y Mercado de Capitales. Es Director de la Consultora Robinson y Asociados, y se desempeña además como Profesor de Economía en la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino y Director y Profesor de la Maestría en Dirección y Administración de Empresas (UNSTA y Fundación del Tucumán).