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El cambio climático aumentará las inundaciones en los próximos años

PREOCUPACIÓN

Precipitaciones extremas y el aumento promedio de las temperaturas serán los fenómenos que irán en aumento hasta fines de siglo. El anuncio llega cuando la lluvias marcaron un récord histórico en Tucumán.

Los desbordes provocaron serias inundaciones en La Madrid. Foto de La Nación.-





Las inundaciones que afectaron algunas regiones de Tucumán, como a otras provincias de Argentina, continaurán repitiendosé a lo largo del siglo, debido al cambio climático, que aumentará esta problemática en estas latitudes.
Según el libro La Argentina y el cambio climático, escrito por los investigadores del Conicet Vicente Barros e Inés Camillon,  las precipitaciones extremas y el aumento promedio de las temperaturas provocarán, según la región del país que se analice, por un lado y, sequías, por el otro; olas de calor más prolongadas e intensas en los centros urbanos; propagación de enfermedades, como el dengue, y derretimiento de glaciares, entre otros.
El anuncio llega cuando em el país se registraron intensas lluvias y desbordes de ríos y lagunas que han dejado ciudades bajo el agua en varias provincias, rutas anegadas y pérdidas millonarias en el sector de la producción agrícola. 
En Tucumán, donde estos fenómenos se registraron en La Madrid, Simoca, La Cocha y Graneros, entre el 25 y el 30 de marzo, las precipitaciones superaron los registros del mes de todos los tiempos en la provincia. “El 2017 fue un año de extremos: profunda sequía durante diciembre y enero, humedad récord en marzo”, explicó en su momento César Lamelas, Jefe de Sección Agrometeorológica de la Estación Experimental Obispo Colombres (Eeaoc).
Solo en La Invernada (La Cocha) cayeron 270 mm cuando el promedio del mes es de 169 mm. En Aguilares llovió 399 mm cuando lo esperado era 170 mm.  “En el este de la provincia, la subestación de Monte Redondo captó 115 mm, representa 1.150 m3/hectárea. Es muchísima agua”, informó el especialista.
Los datos que el SMN recopila desde hace 145 años revelan que el volumen de lluvias creció 20% entre 1961 y 2010 y que la temperatura, en promedio, subió 0,5°C. Para los próximos 25 años se proyecta una aceleración de ese aumento y la región con mayores cambios sería el noroeste del país, con subas de hasta el 1,5°C.
"Todavía no sabemos cuánto es el máximo que puede llover en la Argentina. Las precipitaciones en lugares como Comodoro Rivadavia lo demuestran", explicó Camillon al diario La Nación. La investigadora se refirió así a las lluvias extremas que azotaron media ciudad patagónica y que registraron un desvío de 1660% más de lo que llueve normalmente.
"Las respuestas a las más frecuentes inundaciones se fueron concretando desde hace años, aunque aún faltan obras y, principalmente, sistemas de respuestas que incluyan un amplio abanico de manejo previo, durante y después del episodio de la inundación", indicó Barros. En ese sentido, se destacó que los sistemas de alerta temprana que ya aplica el SMN son muy útiles. Desde hace un par de años el organismo oficial diseña y comunica los grados de riesgo ante la exposición al calor, especialmente para las personas mayores y para los menores de edad.
Los especialistas también creen que los empresarios y los sindicatos deben involucrarse en la discusión de los efectos de un fenómeno que afectará con mayor gravedad a los países más pobres.

Las inundaciones que afectaron algunas regiones de Tucumán, como a otras provincias de Argentina, continaurán repitiendosé a lo largo del siglo, debido al cambio climático, que aumentará esta problemática en estas latitudes.

Según el libro 'La Argentina y el cambio climático. De la física a la política (Eudeba, 2016)', escrito por los investigadores del Conicet Vicente Barros e Inés Camillon, las precipitaciones extremas y el aumento promedio de las temperaturas provocarán, según la región del país que se analice, por un lado, sequías, y por el otro; olas de calor más prolongadas e intensas en los centros urbanos; propagación de enfermedades, como el dengue, y derretimiento de glaciares, entre otros fenómenos.

El anuncio llega cuando en el país se registraron intensas lluvias y desbordes de ríos y lagunas que dejaron ciudades bajo el agua en varias provincias, rutas anegadas y pérdidas millonarias en el sector de la producción agrícola. 

En Tucumán, donde estos fenómenos se registraron en La Madrid, Simoca, La Cocha y Graneros, entre el 25 y el 30 de marzo, las precipitaciones superaron los registros del mes de todos los tiempos en la provincia. “El 2017 fue un año de extremos: profunda sequía durante diciembre y enero, humedad récord en marzo”, explicó en su momento César Lamelas, Jefe de Sección Agrometeorológica de la Estación Experimental Obispo Colombres (Eeaoc).

Solo en La Invernada (La Cocha) cayeron 270 mm cuando el promedio del mes es de 169 mm. En Aguilares llovió 399 mm cuando lo esperado era 170 mm.  “En el este de la provincia, la subestación de Monte Redondo captó 115 mm, representa 1.150 m3/hectárea. Es muchísima agua”, informó el especialista.

Los datos que el SMN recopila desde hace 145 años revelan que el volumen de lluvias creció 20% entre 1961 y 2010 y que la temperatura, en promedio, subió 0,5°C. Para los próximos 25 años se proyecta una aceleración de ese aumento y la región con mayores cambios sería el noroeste del país, con subas de hasta el 1,5°C.

"Todavía no sabemos cuánto es el máximo que puede llover en la Argentina. Las precipitaciones en lugares como Comodoro Rivadavia lo demuestran", explicó Camillon al diario La Nación. La investigadora se refirió así a las lluvias extremas que azotaron media ciudad patagónica y que registraron un desvío de 1660% más de lo que llueve normalmente.

"Las respuestas a las más frecuentes inundaciones se fueron concretando desde hace años, aunque aún faltan obras y, principalmente, sistemas de respuestas que incluyan un amplio abanico de manejo previo, durante y después del episodio de la inundación", indicó Barros. En ese sentido, se destacó que los sistemas de alerta temprana que ya aplica el SMN son muy útiles. Desde hace un par de años el organismo oficial diseña y comunica los grados de riesgo ante la exposición al calor, especialmente para las personas mayores y para los menores de edad.

Los especialistas también creen que los empresarios y los sindicatos deben involucrarse en la discusión de los efectos de un fenómeno que afectará con mayor gravedad a los países más pobres.