Orgulloso y con la frente en alto

Si bien restan cinco partidos para terminar la temporada, seis si contamos el reprogramado ante River, la derrota de Atlético Tucumán ante Palmeiras, por la Copa Conmebol Libertadores 2017, dejó un sabor a despedida en más de uno. Se cierra la etapa más gloriosa del fútbol en la provincia, y habrá que pensar en el futuro.

La epopeya del Decano en la máxima competencia continental dejó sabores para todos los gustos. El de hazaña y milagro en la tan temida altura de Quito, o el del sufrimiento ante Junior para ingresar a la fase grupos, también el amargo en Montevideo o el del sueño en Brasil. Ante las cientos de piedras que se atravesaron en el camino, Pablo Lavallén y sus dirigidos supieron superponerse y salir adelante.

“Son cinco los denominados grandes que pesan a la hora de tomar decisiones”, señalo Pablo Lavallén, en conferencia de prensa, tras la derrota ante Palmeiras. Las palabras del DT son referidas al partido que Atlético jugará ante River el próximo 31 de mayo, haciendo que el Decano dispute cuatro encuentros en apenas 10 días. El conjunto de 25 de mayo y Chile ya viene de dos meses muy duros. Es el equipo del fútbol argentino que más partidos disputó en lo que va del año. Fueron 20, 10 por el Torneo de primera división y 10 por Copa Libertadores, alcanzando un promedio de uno cada cuatro días. Eso le pasó factura a un plantel corto y terminó desgastado.

Ahora quedan los seis encuentros que servirán para armar un buen colchón de puntos pensando en la próxima temporada. Una temporada en la que es muy probable que lleguen ofertas por varios de sus jugadores y sea muy difícil retenerlos. Una temporada en la que puede haber grandes cambios en el plantel y habrá que estar preparados, porque será otro semestre con triple competencia, entre Torneo de Primera División, Copa Argentina y Copa Sudamericana. Se vienen otros seis meses prometedores, pero antes está Talleres. 

• Club Atlético Tucumán