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El adiós a Gerardo Bavio

Opinión

"Era un auténtico militante de la vida... pura bonhomía y enorme humanidad. Un eterno joven", lo recuerda su amigo José Vitar.

Bavio nació en Salta. Foto:El penúltimo punk blogspot)


Hoy tuvimos que llorar la partida de otro amigo querido, Gerardo Bavio. Un grande en todo el sentido de la palabra. En 2016, Gerardo festejó sus 90 años, y en su cumpleaños se dieron cita viejos compañeros de distintos lugares del país. 

El Gringo Alberione, viejo militante montonero y ex sacerdote del Tercer Mundo, que vino desde Córdoba, me dijo con tristeza que había visto a Gerardo con una expresión que combinaba una extraña serenidad y un aire ausente. De buen ánimo, como siempre, pero cansado... como si dijera "ya hice todo lo que tenía que hacer en la vida".



Gerardo era un auténtico militante de la vida... pura bonhomía y enorme humanidad. Un eterno joven.


Lo conocí personalmente en 1988, recién llegado del exilio con Pila Garbarino, su pareja, cálida y extraordinaria mujer. En ese entonces  era yo presidente del bloque justicialista de diputados provinciales.


Tuve el honor de contarlo entre mis asesores, lo que le permitiría a ese veterano de mil batallas completar sus aportes y poder jubilarse, tras una vida de trabajo y lucha. De persecución y exilio.
Tenía Gerardo la edad de mi madre.


Un par de días antes de su muerte, con el auxilio del refinado criterio estético y artístico de mi hija Viqui, me puse a ordenar y seleccionar viejos cuadros que se conservan en mi casa materna, que acabo de arreglar y pintar, entre ellos, encontramos una pintura hecha por Gerardo que me había regalado hace muchos años. La limpié cuidadosamente y mientras la colgaba en una de las paredes del comedor, me dije "tengo que visitarlo a ese entrañable amigo", mientras resonaban en mi cabeza el eco de las palabras del Gringo.


No pude darle ese último abrazo, como hubiese querido.


Me quedo con el recuerdo de Gerardo sentado en el salón de actos de la FOTIA en noviembre del año pasado cuando Alicia Castro (nuestra ex embajadora en Londres) vino a darnos una charla sobre Malvinas.


Cuando destaqué su presencia, una larga ovación pobló de cálidos y afectuosos aplausos esa noche militante.  No había quien no sintiera un enorme afecto por ese ser excepcional. Querido Gerardo, hasta la victoria siempre...



*El autor es político de larga trayectora en el país y amigo de Gerardo Bavio