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Con rimas y sin burlas, emprenden batallas que no son peleas

RAP

"Nos matamos arriba del escenario, termina el instrumental, nos damos la mano, nos reímos y nos vamos a la esquina a tomar una gaseosa”. Los raperos tucumanos son cada vez más.




Cuando empezaron, apenas llegaban a 16 personas, sólo las necesarias arrancar una batalla. Hoy son cientos. El hip hop pisa fuerte en Tucumán y la batalla de free-style Fortu Rap es muestra clara de eso.

$15 sale la inscripción. Todo lo recaudado se usa para bancar el viaje del ganador para competir en otra provincia: en esta edición ganó N.Fresh (Nahuel Lescano), que competirá en la HipHoppers School en La Rioja. La solidaridad es la base del evento: “Al norte no le dan mucha bolilla. Lamentablemente, hay que viajar para ir a mostrarse”, asegura Nahuel Carabajal (Trech), organizador del Fortu Rap.

Trech, tirando rimas

Batallas que no son peleas: “Acá es como el boxeo, somos todos amigos más allá del rap. En una competencia nos podemos sacar los trapitos al sol, pero nunca nos olvidamos de que somos amigos. Eso es ley en todo el mundo: nos matamos arriba del escenario, termina el instrumental, nos damos la mano, nos reímos y nos vamos a la esquina a tomar una gaseosa”.

Trech tiene 19 años pero empezó a interesarse por el hip hop a los 15. “Un día en la Plaza Urquiza vimos gente rapeando y nos copamos cuando todo aún estaba muy verde”, expresa. En ese entonces, los participantes se contaban con los dedos de la mano. Hoy, solo Fortu Rap reúne más de 50 competidores.






Y la movida no termina ahí: el grupo en general se llama Tucumán Hip Hop y organiza eventos constantemente. Todos los fines de semana hay algo para hacer. “Por ejemplo, ahora se está implementando Under Tucson, batallas de modalidad escrita”, cuenta.

Fortu Rap, por el contrario, es free-style. Hasta que no llegan a la plaza, los raperos no saben con quiénes se van a encontrar y deben agarrarse de cualquier detalle para improvisar sus letras. “Unas zapatillas sucias pueden inspirarte para la batalla, cualquier cosa que rebaje el orgullo del oponente”, agrega Nahuel.

¿Cómo más se inspiran? “Hay gente que lee mucho, que estudia el diccionario, ve muchos videos de batallas o escucha música. Es como estudiar para un examen: a veces te olvidás de la información exacta, pero siempre queda un poquito y eso sale cuando estás rapeando”.

De base, el hecho de ver dos personas enfrentándose con el canto suele acercar curiosos. Pero el año pasado la experiencia hiphoppera tomó más vuelo. Fue cuando estuvo en Tucumán Klan, que en el Anfreeteatro se enfrentó nada más y nada menos que con Trech. El video se viralizó y, desde entonces, los curiosos son cada vez más.




Nahuel tiene un mensaje para quienes se acercan y no se animan: “A los que están en la compu y no vienen porque piensan que son malos, quiero decirles que se lleguen igual. Nadie nace sabiendo. Todos empezamos perdiendo batallas; pero en esta disciplina no existe la burla. Al que se traba, se lo estimula para seguir adelante, la hinchada ayuda a seguir”. Y agrega: “Acá cualquiera se puede acercar, no discriminamos a nadie y es apto para todo público. Si vienen una vez, van a ver, después van a volver. Esto es adrenalina pura. Esto es pura emoción”. 






"Dar un mensaje para que los pibes se acerquen y se animen

Que se lleguen a la plaza, una rima se tiren, al fin y al cabo es compartir un poco con los pibes

Vengan a disfrutar un momento entre hermanos

Si te gustaría aprender, te damos una mano

Siempre con respeto y con onda entre los vagos

Y un saludo muy grande al diario el tucumano".