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Derribando mitos: Comer sano no es ni feo ni caro

NUTRICIÓN

Una especialista en Nutrición comparte algunas pautas para alimentarse sanamente sin gastar el sueldo en el intento. Comer afuera, una opción posible.

Vegetales.





Derribando mitos: Comer sano no es ni feo ni caro
Una especialista en Nutrición comparte algunas pautas para alimentarse sanamente sin gastar el sueldo en el intento. Comer afuera, una opción posible.
Comer sano sin gastarse el sueldo en el intento parece una empresa imposible. Pero no lo es. Es cuestión de saber elegir, comprar y gastar. “Para abaratar frente a la crisis, el secreto es organizarse con las compras, saber comer y saber cocinar”, explica Lourdes Sosa, Licenciada en Nutrición.
La compra planificada
En el caso de la carne, asegura que se aprovecha más un corte magro un poco más caro, que un corte barato. “Cuando vas a medir cuánta carne comiste en un corte barato, el desperdicio es mucho mayor al de un corte magro como el lomo o el filet. Si comprás un corte magro, estás comiendo saludable y a un precio casi igual, dos factores fundamentales”.  
Organizarse con las compras, otra clave ante la crisis: “Adquirir productos al por mayor en supermercados o mercados, evitar la compra en el almacén, organizarse entre familias para hacer las compras abarata muchísimo”. 
Si es caro, no compre: “Hay que aprovechar las estacionalidades o las bajas de precio. La verdura y la fruta están muy condicionadas por la oferta y la demanda. Si está caro, no hay que comprar, y si está barato, hay que comprar, cocinar y freezar”. 
Todo en su justa medida: “La gente tira muchísima comida. Está demostrado que cuanto mayor es su poder adquisitivo, más desperdicia. Es clave comprar justo, no excederse y aprovechar las sobras de comida para reinventar platos y no tirar nada”. 
Bueno, bonito y barato. ¿Imposible?
En los últimos seis meses han cerrado en Tucumán noventa restaurantes y bares. Es uno de los sectores que más se ha perjudicado en estos tiempos. Pero la realidad es que en Tucumán a la gente le gusta reunirse y le gusta comer. Y le gustan ambas cosas juntas. “La vida social y la comida van de la mano”.
“En muchos restaurantes no hay opciones saludables o hay algunas, pero no son atractivas, limitando la vida social de quien está siguiendo una dieta sana. Existe esta idea de que es imposible comer rico y sano y no es cierto. Fusionando el conocimiento de un nutricionista con las habilidades de un chef, es posible hacer platos saludables y ricos en color, sabor, aroma y textura”, asegura la especialista.
“La fusión entre la gastronomía la nutrición es clave para lograr una comida tanto saludable como rica. Y si a eso le sumamos un buen precio, la ecuación se completa”, finaliza.

Comer sano sin gastarse el sueldo en el intento parece una empresa imposible. Pero según Lourdes Sosa, Licenciada en Nutrición, no lo es. Es cuestión de saber elegir, comprar y gastar. “Para abaratar frente a la crisis, el secreto es saber comprar, saber cocinar y saber comer”, explica.


La compra planificada

En el caso de la carne, asegura que se aprovecha más un corte magro más caro, que un corte barato. “Cuando vas a medir cuánta carne comiste en un corte barato, el desperdicio es mucho mayor al de un corte magro como el lomo o el filet. Si comprás un corte magro, estás comiendo saludable y a un precio casi igual, dos factores fundamentales”.  

Organizarse con las compras, otra clave ante la crisis: “Adquirir productos al por mayor en supermercados o mercados, evitar la compra en el almacén, organizarse entre familias para hacer las compras abarata muchísimo”. Si es caro, no compre: “Hay que aprovechar las estacionalidades o las bajas de precio. La verdura y la fruta están muy condicionadas por la oferta y la demanda. Si está caro, no hay que comprar, y si está barato, hay que comprar, cocinar y freezar”. 

Todo en su justa medida: “La gente tira muchísima comida. Está demostrado que cuanto mayor es su poder adquisitivo, más desperdicia. Es clave comprar justo, no excederse y aprovechar las sobras de comida para reinventar platos y no tirar nada”. 


Bueno, bonito y barato. ¿Imposible?

En los últimos seis meses han cerrado en Tucumán noventa restaurantes y bares. Es uno de los sectores que más se ha perjudicado en estos tiempos. Pero la realidad es que en la provincia a la gente le gusta reunirse y le gusta comer. Y le gustan ambas cosas juntas. “La vida social y la comida van de la mano”.

“En muchos restaurantes no hay opciones saludables o hay algunas, pero no son atractivas, limitando la vida social de quien está siguiendo una dieta sana. Existe esta idea de que es imposible comer rico y sano y no es cierto. Fusionando el conocimiento de un nutricionista con las habilidades de un chef, es posible hacer platos saludables y ricos en color, sabor, aroma y textura”, asegura la especialista.

La fusión entre la gastronomía la nutrición es clave para lograr una comida tanto saludable como rica. Y si a eso le sumamos un buen precio, la ecuación se completa”, finaliza.