El calvario de una persona con discapacidad para viajar en colectivo
Dante tuvo que viajar con su padre, que está en silla de ruedas, y tuvo la suerte de toparse con un chofer paciente. Además, pocas unidades cuentan con rampas.
Transitar las calles y veredas, cruzar en medio del tráfico, acceder a edificios en altura, viajar en colectivo. Estas son algunas de las cosas difíciles de hacer para una persona con una discapacidad motriz en Tucumán.
El padre de Dante Paz está en silla de ruedas por amputación de ambos miembros inferiores por diabetes y esta mañana pudo viajar en colectivo sólo gracias a la buena voluntad del chofer.
Tuvieron que ir a control médico desde Villa Carmela hasta Balcarce al 500 y el taxi les costó $175. Para ahorrar dinero al regreso, Dante decidió tomar un colectivo.
Sabiendo que la Línea 19 es una de las pocas que cuenta con unidades equipadas con rampa para silla de ruedas, decidió tomar ésta para que sea más sencillo viajar con su padre. Si bien la unidad no tenía rampa, el hombre destacó la amabilidad de los pasajeros de colaborar para subir la silla y la predisposición del chofer para esperar que la subieran.
Después de agradecer, sorprendido, los buenos gestos que recibió, pidió que en todas las líneas haya al menos una unidad que pueda ser abordada por personas con discapacidades, ya que no todos tienen la posibilidad de pagar un taxi.
Los tucumanos que vieron y comentaron la publicación reconocieron la calidad del trato y el servicio de la Línea 19, recordaron que la línea 10 tiene nuevos coches equipados con rampa y pidieron más amabilidad en los choferes de las otras empresas.
