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Fran Vera: "Estamos hechos de historias"

Escritores

El joven escritor de Colombres nos cuenta todo sobre su nuevo libro.




Francisco Vera López, Fran como elige presentarse, es un joven de Colombres, Cruz Alta. Se recibió hace un par de meses de abogado pero su pasión es contar historias. Se enamoró de la literatura cuando el azar le cruzo un cuento de Sacheri antes de ver un partido de futbol en un verano de su adolescencia. 
El joven escritor ha publicado dos libros: “Cartas de amor” (2014) y “Perdón por haber sido sincero” (2016). Creo el grupo de gestión cultural De Mentes Asociadas con el que publico ambos libros, realiza murales, dicta un taller de expresión en escuelas y monto un espectáculo que mezcla la música con la literatura para las escuelas secundarias. 

Francisco Vera López, o Fran ─como elige presentarse─, es un joven de Colombres, Cruz Alta. Se recibió hace un par de meses de abogado, pero su pasión es contar historias. Se enamoró de la literatura cuando el azar le cruzó un cuento de Eduardo Sacheri antes de ver un partido de fútbol en un verano de su adolescencia.

El joven escritor ha publicado dos libros: “Cartas de amor” (2014) y “Perdón por haber sido sincero” (2016). Creó el grupo de gestión cultural De Mentes Asociadas con el que publicó ambos libros, realiza murales, dicta un taller de expresión en escuelas y montó un espectáculo que mezcla la música con la literatura para las escuelas secundarias.


¿Cómo empezaste a escribir?

Llegué a la literatura casi de casualidad. En un partido de Boca-Racing que fui a ver cuando tenía 16 en Mar del Plata, me dieron una revistita que decía “unamos dos pasiones”, que eran el futbol y la literatura. Tenía un cuento de Garofalo y de Sacheri. Ahí me dio vuelta la cabeza. Ahí comenzó el amor por las letras. A partir de ahí comencé a leer y escribir.


El libro tiene una fuerte impronta visual ¿Cómo trabajan esa parte?

Este libro lo trabajé con el diseñador Ignacio Vera y el ilustrador Ariel Lucena. A él le iba pasando cada texto y así iba graficando según interpretaba los textos. El primer libro, “Cartas de Amor”, tenía historias acompañadas por fotos en blanco y negro. Empezó a pasar que por ahí la gente las iba pintando, ahí había una apropiación por parte del lector del libro. Atrás de cada imagen hay una historia, las palabras y la imagen pueden decir dos cosas que se complementan.

Hay un dialogo creativo constante. Esto se da gracias a la confianza que nos vamos a entender y que nos entendemos. Sabemos que el otro va a dar lo mejor de sí, lo mismo pasa con el diseñador.


¿Por qué elegiste el formato de cuento breve?

Yo no escribo en un formato. No soy poeta, cuentista ni novelista. Si me tengo que definir soy un contador de historias, no creo en encasillar las historias en un género. Hay gente que lo puede hacer de un modo excelso, a mí me sale esta forma más desprendida de géneros, algo libre. Me gusta que las historias sean lo que define el texto y no el formato.

Creo que, en parte, esto se da porque no vengo del palo de la literatura. Estudiar letras te da herramientas pero te vulnera cierta inocencia que yo tengo a la hora de concebir un texto.


¿De dónde surge esta idea de ser sincero?

Nace de una búsqueda constante. Ganesha, es la diosa de los principios. Todos le piden para que los primeros pasos sean los mejores porque deben ser sólidos. En mi caso, la primera historia es la que destraba todo. El camino del misterio se cruzó y me dio vuelta la cabeza. A partir de ahí, pensé en las veces en las que uno no es sincero con el otro y con uno mismo, pero no por mala intención sino porque el mundo te va castrando. 

Así fue que empecé a recopilar mis historias y las de otras personas que luego les fui dando forma. En esta parte entra en juego el formato de relato breve. Este formato tiene una pureza que permite llegarle desde más cerca al lector. Yo creo que el secreto de lo que escribo está en la cercanía que se genera con el lector. La idea de sinceridad está en eso también.

Cuando escribo hay cosas que las dedico a amigos o familiares porque son sentimientos que uno no quiere que mueran. Ahí también está la sinceridad, entender que es importante poder expresarse y contar algunas cosas que le pasan. La sinceridad para poder desarrollar un vínculo.


¿Pensás en el momento que estás viviendo como algo que se pueda convertir en una historia luego, o es algo que surge después?

Ahí entra en juego la idea de las pasiones. Cuando me pasa algo, me imagino contando esa historia. Eso pasa con algunas, pero hay otros casos en las que el tiempo les va dando relevancia y vas comprendiendo.

La mayoría de las historias son recopilaciones. Hay historias que tardas más en escribirla porque demoran en terminar. Este libro tiene mucho de realidad, esa belleza que duele. Es muy humano. Como decía Galeano, el sentipensamiento. El sentimiento pensado y puesto al servicio del lector. 


¿Qué son esos relatos para vos?

Estamos hechos de historias, eso es lo que sobrevive cuando nos vamos. Por eso intento que esas historias que uno va cazando a lo largo de la vida sean eternas. Uno ve pasar gente y se pregunta qué cantidad de cosas debe tener esa gente para contar. No hay que tener un vida grandiosa para tener algo importante que decir, hay cosas hermosas en las pequeñas cotidianeidades.


¿Cómo es el proceso creativo del libro?

Por empezar nunca me imaginé publicar. Compartía mucho mis textos en redes sociales, algo que al principio me costó mucho. Hacíamos un espectáculo que se llamaba “Cuentos y Cartas de Amor” en el que alguien cantaba y después se leían los cuentos, ahí pude ir viendo la reacción de la gente. A partir de esto surgió la inquietud de compartir el material que ya estaba. Entré totalmente por la ventana.

Específicamente para los que es el libro, hay dos procesos. El interior, que es el más largo. Lo que escribo es fruto de una reflexión, que es lo que más cuesta. Después está el otro proceso que es el de escribir, que eso depende de cómo te agarre, hay veces que las palabras fluyen solas. Después uno la filtra con el ilustrador y de ahí nos vamos viendo que hay que corregir. Con este segundo libro, escribirlo me llevo 5 meses, la realización fue de casi un año pero el pensarlo fue mucho más largo.


¿Qué cambio de un libro al otro?

Este libro tiene mayor calidad, es más largo y está más pensado. Pero la diferencia más grande está en la visión mía de un libro a otro. Yo voy cambiado, por eso los libros siempre van a ser diferentes. En el otro era más adolescente, con otra forma de ver las cosas. 

Es más intenso. Ahora escribo desde un lugar más profundo. No perdí la mirada romántica, espero no hacerlo nunca. También cuando te haces más grande tenes menos tapujos para decir ciertas cosas. El amor va tomando otras formas y uno se va sacando filtros que va teniendo en el miedo para poder ir creando tu mirada personal. 


¿Cuáles son tus proyectos a futuro?

Con el grupo estamos trabajando en la reedición del primer libro y estamos pintando un mural que queremos que sea la tapa de esta nueva edición. Estamos pensando en un nuevo libro que se llamaría “reconstrucciones”, eso sería para principios del año que viene más o menos. También queremos continuar con el espectáculo en las escuelas secundarias. Vamos moviéndonos en patota con “Dementes asociados”.