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La cascada de Rumipunco, el paraíso escondido detrás de los túneles

PARAÍSOS DE ACÁ

Las abandonadas obras del ferrocarril ocultan un paraíso natural conocido por pocos. Te contamos cómo llegar.




Escondido entre las montañas un hilo de agua conduce a los caminantes que se acerca a través de los túneles a la cascada de Rumipunco. Producto de un ambicioso proyecto ferroviario que quedó trunco en la década del 50, los túneles conectan el pueblo ubicado al sur de La cocha con  esta paradisiaca caída de agua.  
A Rumipunco se accede a través de la Ruta 38. Una vez que se está en el pueblo, para llegar a los túneles, se deben recorrer tres cuadras al sur por la calle general Perón. En la intersección con la avenida Fernando Riera se gira hacia el oeste, unas 20 cuadras después donde funcionaba la estación. En ese punto, hay que estacionar el vehículo y ascender a pié al terraplén y recorrer 4.800 metros, sobre el talud, hasta la boca del túnel. 
Para llegar hasta la cascada debemos caminar a través de las construcciones, una vez finalizado este tramo llegaremos a un valle en el que se encuentra el río. Siguiendo el cauce de este encontraremos la caída. 
Los túneles que conectan al pueblo con la cascada son producto de una inconclusa obra que se dio con el avance ferroviario en la zona sur de la provincia durante la década del 40. El proyecto consistía en unir con ferrocarriles La Cocha con Catamarca, de esta forma vincular esta localidad con todo el resto del NOA. Las ilusiones de progreso en la zona quedaron truncas cuando se abandonaron las obras en 1952.  Dejando como testigo del fracaso los dos gigantes de cemento en la montaña.

Escondido entre las montañas, un hilo de agua conduce a los caminantes que se acercan a través de los túneles a la cascada de Rumipunco. Producto de un ambicioso proyecto ferroviario que quedó trunco en la década del 50, los túneles conectan el pueblo ubicado al sur de La Cocha con esta paradisiaca caída de agua.  



A Rumipunco se accede a través de la Ruta 38. Una vez que se está en el pueblo, para llegar a los túneles, se deben recorrer tres cuadras al sur por la calle General Perón. En la intersección con la Avenida Fernando Riera se gira hacia el oeste, unas 20 cuadras después donde funcionaba la estación. En ese punto, hay que estacionar el vehículo y ascender a pié al terraplén y recorrer 4.800 metros, sobre el talud, hasta la boca del túnel. 



Para llegar hasta la cascada debemos caminar a través de las construcciones, una vez finalizado este tramo llegaremos a un valle en el que se encuentra el río. Siguiendo el cauce de este encontraremos la caída. 



Los túneles que conectan al pueblo con la cascada son producto de una inconclusa obra que se generó con el avance ferroviario en la zona sur de la provincia durante la década del 40. El proyecto consistía en unir con ferrocarriles La Cocha con Catamarca, y de esta forma vincular esta localidad con todo el resto del NOA. Las ilusiones de progreso en la zona quedaron truncas cuando se abandonaron las obras en 1952. Quedaron como testigo del fracaso los dos gigantes de cemento en la montaña.