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Tomate dos días y enamorate de los Valles Calchaquíes

PARAÍSOS DE ACÁ

El fin de semana es la ocasión ideal para una escapada por los paraísos tucumanos.





Los tucumanos que todavía no entraron en vacaciones esperaban la llegada del primer fin de semana del año para poder tener un cambio de aire, y los Valles Calchaquíes parecen una excelente opción.



El camino ofrece miles de sorpresas con un encanto antiguo, donde historia, naturaleza, tradiciones, arqueología y mitos, forman una alianza excepcional.


Talapazo





Un pequeño pueblo ubicado a 7 kilómetros al oeste de la Ruta Nacional 40, entre Amaicha y Colalao del Valle. En esta comunidad viven alrededor de 24 familias que se dedican al cultivo de papa, zapallo, algarrobo y un sinfín de hierbas curativas.


El visitante puede optar por realizar alguna caminata por el circuito de La Mina, donde se extraía hasta el año 2000 mica y algunas piedras preciosas.


Famaillá





Ubicada a 36 kilómetros de la capital, Famaillá ofrece excelentes establecimientos hoteleros y gastronómicos en donde degustar los platos más típicos de la provincia.


Su oferta incluye también un paseo temático histórico con réplicas del Cabildo de 1810 y la Casa Histórica de la Independencia. Un balneario municipal invita a pasar un dia en familia al aire libre, y conocer en ese mismo predio el Parque Jurásico, con figuras que representan las diferentes eras prehistóricas. Este balneario abre sus puertas de Martes a Domingos de 9 a 19 Hs.


El Mollar



Ubicada a 100 km. de San Miguel de Tucumán y 12 km. antes de llegar a Tafí del Valle, esta villa turística es sinónimo de calma.


Se levanta en un lugar privilegiado cerca del cerro Ñuñorco rodeada de hermosos paisajes naturales, con los cerros y el dique La Angostura como testigos.


El turista podrá acampar, realizar caminatas, cabalgatas y disfrutar de una amplia gama de hoteles y de una gastronomía regional de primera. Así como también visitar el observatorio Astronómico "El Potrerillo", otro de los imperdibles del Mollar.


Tafí del Valle


Es uno de los destinos más paradisíacos que tiene Tucumán. Los valles reciben al visitante con su paisaje verde y marrón que corta el azul del cielo, con un dique en el que se refleja el sol y con caminos de tierra que dan testimonio de años de historia.



Esta villa turística cuenta con innumerables opciones gastronómicas y de hospedaje, para todo tipo de gustos y presupuestos. Aqui pueden encontrarse locales comerciales, una sucursal del banco de Tucumán, hospital con guardia las 24 hs. y estación de servicio.


Ampimpa





Su ubicación privilegiada dentro del circuito Valles Calchaquíes le permite disfrutar casi todo el año de cielos despejados, ideales para las observaciones astronómicas.


El popular observatorio Astronómico de Ampimpa puede ser visitado por grandes y chicos, y es una oportunidad única para que los niños conozcan y aprendan acerca de la astronomía. Qué mejor que hacerlo en un lugar rodeado de cerros y montañas que hacen aún más atractiva la visita.


Amaicha del Valle



Un paisaje privilegiado, un legado histórico y arqueológico enorme, uno de los mejores microclimas del mundo y años de tradición, son los condimentos que hacen de Amaicha del Valle otro de los destinos obligados del circuito Valles Calchaquíes.


A 164 km. de la capital tucumana, se encuentra a 2000 metros de altura sobre el nivel del mar con una temperatura media de 20º C y un clima semiárido con un promedio anual de 360 días soleados.


Durante la época de carnaval, el visitante podrá ser parte de la fiesta por excelencia de Amaicha: la de la Pachamama. Es una celebración que cada año rinde culto a la Madre Tierra y tiene su origen en antiguos festejos vinculados a la fertilidad para el ganado y los cultivos. Se elige a la Pachamama (la mujer más anciana del lugar), a la Ñusta (representa la fertilidad), al Yastay (deidad protectora de los animales) y al Pujillay (espíritu del diablillo del Carnaval).


Colalao del Valle



La villa se caracteriza por su singular belleza, la calidez y sencillez de su gente y por la tranquilidad y paz que rodea todo su entorno. A 196 km. de San Miguel de Tucumán, por Ruta Nacional Nº 40 totalmente pavimentada, encontrará este destino que parece estacionado en el tiempo.


La preservación de su arquitectura y medio ambiente, como la tranquilidad, le otorgan ventajas competitivas respecto a otros destinos que, convertidos hoy en ciudades, no pudieron abstraerse del ritmo urbano moderno.


Caminatas, paseos en bicicletas, visita a algunas bodegas y cabalgatas son algunas de las actividades que se pueden realizar en este destino, digno a tener en cuenta.