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"Lo que pasó en Tucumán le sirvió en bandeja el triunfo a Macri"

TUCUMANAZO

Tres periodistas tucumanos presentan el martes un libro en el que analizan los polémicos comicios provinciales de 2015. El debate sobre el sistema electoral y el comienzo de la gestión del gobernador Juan Luis Manzur.





Urnas quemadas donde ardían votos en los que más 25.000 candidatos se disputaban 345 cargos públicos.  Tumultos, represión policial, escándalo y una sociedad indignada que se dividió en dos plazas colmadas de manifestantes son algunas de las postales que aún perduran en la memoria de los tucumanos cuando recuerdan las elecciones del 23 de agosto del año pasado. La principal hipótesis de la que parten los periodistas tucumanos Irene Benito, Indalecio Sánchez y Fernando Stanich en su libro  #Tucumanazo2015 y que hace explicita el subtítulo de la obra (Las elecciones que torcieron el rumbo político del país) es que los comicios en donde resultó electo el actual gobernador Juan Luis Manzur fueron determinantes para que luego Mauricio Macri llegara a la presidencia de la nación. Si bien fue el oficialismo el que terminó ganando aquella elección provincial por más de 110.000 votos, la forma escandalosa en que se desarrollaron los comicios tuvo sus repercusiones en el destino institucional del país. En una entrevista exclusiva con El Tucumano, los autores revelan detalles de la investigación periodística que presentarán el martes a las 20 en el Colegio de Abogados de Tucumán (Congreso 450) y hacen un análisis de la actualidad política de la provincia.

“Nosotros al libro lo definimos como un gran documento periodístico; una crónica sobre todo lo que pasó en las elecciones de 2015 en Tucumán y que, en definitiva, marcó un antes y un después en la política electoral nacional. Todo el fenómeno tucumano le sirvió en bandeja el triunfo a Macri un par de meses después y a eso lo reconocen los propios actores, ya sean oficialistas u opositores, kirchneristas o macristas, todos admiten que si no hubiese pasado lo de Tucumán quizás el resultado electoral hubiese sido otro”, destaca Fernando Stanich, uno de los tres periodistas del diario La Gaceta que encararon la investigación plasmada en el libro. En este punto insiste también el prólogo de la obra escrito por Mariel Fitz Patrick, una de las integrantes del equipo de investigación de Periodismo Para Todos, el programa que conduce Jorge Lanata en Canal 13: “Realizadas dos meses antes de la primera vuelta presidencial del 25 de octubre, esas elecciones terminarían jugando un rol clave en los comicios nacionales. El escándalo generó la preocupación de la alianza opositora Cambiemos ante la posibilidad concreta de un fraude electoral a nivel país. A la vez, dejó al kirchnerismo sin la ansiada foto de la victoria y despertó el temor por la afectación de la imagen del oficialismo de cara a las elecciones presidenciales”.

Tras las distintas irregularidades que se produjeron en el transcurso de las elecciones, la lista opositora Acuerdo para el Bicentenario, con el radical José Cano a la cabeza, solicitó primero la suspensión de los comicios y, después, su anulación.  Por aquellos tumultuosos días de 2015 sobrevoló en Tucumán el fantasma de la intervención federal. Con las elecciones judicializadas por una oposición que deslegitimaba el triunfo del Frente Para la Victoria en las urnas, la sociedad tucumana se dividió y se produjeron diferentes manifestaciones masivas en favor de uno y otro partido.  Para el periodista Indalecio Sánchez, esa fractura social que se produjo fue la manifestación local de un fenómeno mayor a nivel nacional: “Creo que se produjo ahí un quiebre importante que ya se venía manifestando en la sociedad argentina y que se dio claramente en Tucumán con este acontecimiento, pero que también se fue diluyendo. Creo que es muy líquida la sociedad actual y que reacciona ante algunos episodios, pero que eso rápidamente se diluye hasta que vuelve a pasar algo que le recuerda esa división”. Según explica Irene Benito, el proyecto del libro surgió con la intención de que todo ese proceso que vivió la provincia no quedara en el olvido: “Nosotros vemos que se han vivido momentos de enorme crisis, de tensión, de una puja de poder a sangre viva, a matar y a morir, en algún sentido, y luego el tiempo comenzó a hacer su tarea de erosión, su tarea de olvido y a nosotros nos parecía que esto debía quedar en la memoria”.

En el fragor de aquellos días, las redes sociales jugaron un rol fundamental, ya que fueron el medio principal a través del cual fueron convocadas las distintas manifestaciones públicas. Esa importancia está plasmada también en el título del libro, ya que #Tucumanazo  fue la etiqueta que utilizaron entonces los usuarios de Twitter y Facebook para manifestar su descontento: “Es tremendo el impacto de las redes sociales. Lo fue en ese momento y a nosotros nos sirvió para ir encontrando el camino del libro. No se hubiesen conocido todas las irregularidades y no hubiese explotado este reclamo si no fuera por las redes sociales. De hecho, las convocatorias a las marchas surgían a través de las redes sociales. Eso da la pauta de que el monopolio de la información ya no la tienen los medios de comunicación, sino que pasa por un canal paralelo que llega a muchísima más gente y de una manera mucho más desorganizada y con un efecto e impacto mayor”, explicó Fernando Stanich. Al respecto, los tres periodistas aclararon que el nombre del libro no guarda relación con el llamado “Tucumanazo”, denominación con que se conoce a la rebelión de obreros y estudiantes contra la dictadura de Onganía de 1966.

La investigación periodística pone la lupa sobre distintos aspectos de la institucionalidad tucumana. Entre ellos, uno de los más importantes es el del financiamiento de la política local, como explica Irene Benito: “En Tucumán no hay ningún tipo de regla ni de norma que nos permita conocer cómo se financian las campañas. Es decir, de dónde vienen los fondos que los políticos gastan en cantidades industriales y en esto nosotros vemos una cuestión central de por qué explotó el llamado tucumanazo 2015”. Principalmente, el análisis de los periodistas apunta a desnudar las falencias y los vicios del sistema electoral de la provincia, como destaca Stanich: “Nosotros no decimos que el voto electrónico es el mejor sistema, pero sí decimos que el acople, usado como ha sido usado en Tucumán en las últimas elecciones, no es un buen sistema electoral. Analizamos cómo fue avanzando el sistema electoral en Tucumán desde la ley de lemas hasta los acoples y cómo se fue tergiversando la idea de un sistema de listas colectoras hasta terminar en lo que pasó el año pasado con punteros políticos a tiros en las escuelas, quema de urnas, con 250 candidatos a intendente en municipios chicos. No hay sistema electoral que aguante semejante manoseo”.

Con las polémicas elecciones como preludio al comienzo de su gobierno, la principal interrogante que se planteba sobre el futuro político de Tucumán era cómo Juan Luis Manzur iba a mejorar su imagen pública y a conducir la provincia en ese contexto desfavorable en el que se iniciaba su gestión. Al respecto, Indalecio Sánchez destaca la habilidad con la que el actual gobernador supo revertir esa complicada situación: “En el contexto de la provincia, creo que el gobernador Manzur fue sumamente hábil para zafar rápidamente de esa cargadísima mochila que traía con cuestionamientos a la legitimidad de su triunfo. Le costó apenas meses acercarse y forjar una buena relación con el gobierno nacional cuando lo necesitaba, cuando era un momento en que Macri estaba con mucha fuerza y él necesitaba estar cerca de ese macrismo triunfante para sumar legitimidad. Creo que fue muy hábil también en su relación con los actores influyentes de la sociedad tucumana para que ellos se sacaran las dudas respecto a quién es Manzur y eso le permitió avanzar rápidamente para modificar esa imagen negativa que le había traído todo lo que había ocurrido durante el tucumanazo”. Según el periodista, otro de los puntos fundamentales para entender la remontada política de Manzur es el éxito de los festejos del bicentenario de la independencia; evento que colmó las expectativas de los tucumanos.

#Tucumanazo2015, el libro que presentarán el próximo martes, es la segunda investigación que encaran los tres periodistas. El año pasado publicaron “A su salud. La historia de Juan Luis Manzur, el ministro más rico de la era kirchnerista”, una biografía del actual gobernador en donde hacían foco en su crecimiento patrimonial. “Ha sido un debut totalmente inesperado por lo positivo. Creo que ha demostrado que en Tucumán hay un sector de la ciudadanía que demanda este tipo de trabajo de investigación periodística y que está dispuesto a reconocerlo y hacerlo propio. Nosotros presentamos ese libro el 21 de julio de 2015, en ese momento, las encuestas ya lo daban a Manzur como ganador de las elecciones, entonces, no hubo una especulación de nosotros con el libro. Nosotros sabíamos que el libro era una obra sobre quien posiblemente iba a ser el gobernador de Tucumán. Pese a ese conocimiento, saltamos al vacío en el sentido de que quisimos asumir el riesgo de ensanchar los límites de la libertad de expresión”, reflexiona Irene Benito acerca de esa primera experiencia editorial. 


El periodismo en Tucumán

“Es paradójico lo que ocurre: en la provincia hay una buena cantidad de buenos periodistas, de gente con oficio, con compromiso profesional, pero no sé si esa gente tiene la oportunidad de desarrollar su oficio. No sé si están dadas todas  las condiciones de libertad de expresión. Da la sensación de que hay muchos medios que en realidad son pantallas para captar pauta oficial y eso condiciona la línea editorial”, reflexiona Irene Benito acerca del panorama actual del periodismo en Tucumán.

Por su parte, Indalecio Sánchez, quien además de periodista se desempeña como docente de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Tucumán, apuntó a la formación de los nuevos periodistas y a la precariedad de las condiciones de trabajo como las principales falencias del desarrollo del oficio en la provincia: “Me parece que el periodismo sigue con el mal endémico del periodismo tucumano que es la falta de capacitación. Creo que esto se va revirtiendo en los últimos años con la aparición de carreras relacionadas al periodismo. Hay una falta de interés en formarse de parte de quienes comienzan a ejercer el periodismo en cualquiera de sus plataformas, en saber de qué están hablando, en tener un bagaje cultural amplio que les permita hablar con cierta fluidez sobre cualquier tema. Creo que mientras esa falta de formación y la precariedad laboral en el ámbito periodístico continúen vigentes siempre va a ser más difícil despegar y hacer un periodismo de alta calidad a nivel provincial”.